Los expertos recomiendan analizar los productos antes de comprar para no dejarse llevar por la saturación digital y evaluar si es el mejor momento para hacer el gasto Leer Los expertos recomiendan analizar los productos antes de comprar para no dejarse llevar por la saturación digital y evaluar si es el mejor momento para hacer el gasto Leer
A pocos días de iniciar los meses de más gasto con la llegada del Black Friday (28 de noviembre), el Cyber monday (1 de diciembre) y Navidad, las ofertas ya saltan a la vista en cualquier página web. Ropa con un 39% de descuento, la aspiradora más viral que te permiten ahorrar casi 300 euros si lo compras en una tienda específica o un monitor a «solo» 84,99 euros. Todo esto «por tiempo limitado».
Y es la combinación entre los precios que bajan y la urgencia de que pueden desaparecer lo que impulsa a comprar casi sin pensar. Este tipo de consumo precipitado «nos da una ilusión de ahorro donde no hay porque nos cuesta mucho ver todos los pequeños gastos que realizamos en productos de baja calidad», explica Víctor González, investigador sobre Psicología del consumidor. «Es como en las máquinas tragaperras, las personas únicamente recuerdan cuando se les da un premio, pero no que han estado constantemente echando un euro y pierden la perspectiva de la cantidad de euros que han echado».
Así, comprar un artículo de baja calidad por su precio no es un ahorro verdadero. Por otro lado, considerar su calidad, y sobre todo, cuántos años duraría sí, incluso si es más caro. «El precio es algo estructural en todo este consumo exacerbado», asegura González. «Al final sí que supone que un una compra de un producto de mayor calidad eh con duración puede suponer un ahorro objetivo en términos económicos».
Hacer el análisis de un producto requiere de un análisis más lento y detallado, con «una mayor carga cognitiva», y cada vez más personas toman en cuenta estas características y cuál es el impacto que tendrá en el futuro, incluso con el medio ambiente. Pero se vuelve más complicado cuando la saturación digital, especialmente en estas épocas de gasto, llega y «agota» la capacidad de analizar. En estos casos, las personas tienen a tomar decisiones rápidas y automáticas que son guiadas por una tendencia más emocional e impulsivo, incluso cuando el consumo impulsivo no está guiado por las preferencias y decimos «he tenido un mal día y me voy de compras».
Eso sí, el experto señala que hay gastos que están ligados más a la identidad de una persona y «tiene control sobre sobre lo que está haciendo». Sin embargo, en las situaciones donde hay que tener cuidado son en la «lógica automática de comprar porque está en descuento o porque hay rebajas».
González considera que «el ahorro se realiza durante toda nuestra vida», cuando se analiza en qué se gasta, en qué no y cuál es el impacto que tendrá. Por esto, recomienda primero hacer este análisis apuntando. «Sucede mucho en las adicciones cuando las personas no ven exactamente esta diferencia entre lo que gasto y lo que recibo», apunta. De esta forma, se puede contar todo cuando se empieza a gastar mucho a bajo precio para que «tu mente no te engañe».
En la misma línea, «no dejarnos guiar por la satisfacción eh al momento», advierte. En el momento en el que se siente una necesidad de comprar un artículo, sea por su precio o por estímulos externos, no significa que se debe hacerlo. Es mejor esperar, evaluar si habrá una mejor opción en el futuro y tener el control sobre la decisión.
Actualidad Económica // elmundo
