La revista reconoce a las iniciativas más brillantes, útiles e innovadoras puestas en marcha en España y que han contribuido con el progreso del país Leer La revista reconoce a las iniciativas más brillantes, útiles e innovadoras puestas en marcha en España y que han contribuido con el progreso del país Leer
Desde la detección temprana de signos de deterioro cognitivo, pasando por alarmas con cerraduras inteligentes hasta herramientas que resuelven dudas inmobiliarias. Todo esto con innovación y el uso de la Inteligencia Artificial (IA). Y es que ya no es una promesa, ni una moda, ni una amenaza. Es presente. Y quien no se suba al tren, corre el riesgo de quedarse fuera. Así lo demostraron las iniciativas galardonadas en la edición 47 de los premios a las 100 Mejores Ideas que organizan Actualidad Económica este viernes, donde quedó claro que la innovación en España no solo se piensa, se aplica.
Empresas, administraciones y startups presentaron soluciones que ya están funcionando. Chatbots sociales, asistentes virtuales que liberan miles de horas de trabajo, IA generativa que redacta actas municipales o interpreta informes técnicos. Con auditorio lleno en el edificio Beatriz, en Madrid, todos los asistentes llegaron a la conclusión de que la IA no sustituye personas, sustituye tareas. El director de El Mundo, Joaquín Manso, celebró que «la actividad innovadora de las compañías españolas no tiene límites» y reconoció que la IA está generando «una nueva ola de productividad». Una que se gestiona «con responsabilidad y con transparencia. Automatiza procesos, pero sobre todo libera tiempo y talento humano para lo más importante: pensar, imaginar, creer«.
Así, Actualidad Económica galardonó a las 100 mejores ideas —de 300 candidatos— en 10 categorías. «Este premio reconoce la implicación de la sociedad civil, del emprendimiento creativo y del mérito individual en la transformación social a través de la innovación», conmemoró Manso. Los premios se repartieron en la sección de digitalización, con 20 premiados; salud, con 10; turismo y movilidad, con cinco, pymes y startups, con siete; publicidad y marketing, con cinco; alimentación y bebidas, con cinco; sostenibilidad, con 16; RSC y voluntariado, con 18; formación y empleo, con nueve; y finanzas y seguros, con cinco.
Entre los invitados también estuvieron Francisco Pascual, adjunto al director de EL MUNDO; Jose Luis Sánchez Crespo, director de publicidad de Unidad Editorial; Gonzalo Ponce, director nacional de ventas en Unidad Editorial; Rafael Serrahima, director comercial de Unidad Editorial; Laura Múgica, directora general y consejera de Unidad Editorial; Jaime Martínez Muñoz, director general de Promoción Económica e Industrial de la Comunidad de Madrid, quienes entregaron los premios; Marcos Iriarte, jefe de Economía en EL MUNDO, quien moderó la mesa redonda; además de varios representantes del tejido empresarial.
La innovación y la transformación tecnológica no pasa desapercibida en todas las áreas. «Lo que tiene que sustituir es la parte menos creativa de nuestro trabajo», explicó Fernando Conde, senior VP Artificial Intelligence Strategy en SNGULAR en una mesa redonda con José Luis Hernández, subdirector General de Telecomunicaciones y Puesto de Trabajo del Ayuntamiento de Madrid, Agustín Cárdenas, director de transformación de negocio de Telefónica Empresas.
«Nuestra frase preferida ahora mismo es la IA con sentido«, contó Hernández. La clave, dijo, es aplicar esta tecnología no como un fin en sí mismo, sino como una herramienta real, útil y enfocada en el ciudadano. «No dejarnos llevar por la tecnología en sí misma y considerarla un destino, sino determinar dónde nos puede ayudar».
En Madrid ya lo están haciendo. La ciudad opera con una decena de proyectos en producción: desde Alma, un chatbot que agiliza los servicios sociales, hasta Cibelex, un buscador inteligente de documentación interna, o DRO, un asistente virtual disponible 24/7 para los 30.000 empleados municipales. «Estas palabras, son el día a día de muchos empleados y de algunos ciudadanos que no se dan cuenta de que por detrás ya hay un motor de inteligencia artificial».
La fórmula, insistió Hernández, pasa por que la tecnología sea transparente. «En la medida en la que conseguimos que sea transparente, denota un aumento en la agilidad, un aumento en la calidad de la atención». A lo que Conde coincidió: «Lo que está ocurriendo con la inteligencia artificial es que está entrando de abajo hacia arriba». Es decir, no tanto impulsada por las grandes decisiones estratégicas, sino por los propios trabajadores que ya la usan en su día a día.
Sin embargo, también advirtió que sin una estrategia empresarial clara, el riesgo es peligroso. «Muchos proyectos acaban en un cajón y eso es algo que la gente que pone el dinero es consciente», por lo que hay mucha precaución antes de empezar un proyecto con estas nuevas tecnologías.
Aunque la industria es optimista frente a la optimización que estas herramientas tienen, la otra gran brecha es la que separa a las grandes empresas de las pymes. Cárdenas resumió que apenas un 3% de pymes reconoce usar IA, aunque muchos usuarios aún no son conscientes. «Estamos ante una disrupción del nivel de internet, pero que va a ocurrir en mucho menos tiempo del que sucedió la adopción de internet».
En cambio, las grandes compañías ya han asumido el cambio. Telefónica, por ejemplo, tiene más de 150 procesos operando con IA, y su objetivo es que el 80% de los servicios lleven inteligencia artificial integrada el año que viene. No como reclamo, sino como base. «Queremos adelantarnos esta vez y que la IA esté antes de que sea una demanda«.
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