Al menos cinco muertos en los incendios que avanzan sin control en Los Ángeles con más de 30.000 evacuados

Los fuertes vientos en el sur de California han propagado las llamas a gran velocidad, con rachas previstas de hasta 160 kilómetros por hora Leer Los fuertes vientos en el sur de California han propagado las llamas a gran velocidad, con rachas previstas de hasta 160 kilómetros por hora Leer  

Los peores presagios de las autoridades ante la alerta de fuertes vientos en el sur de California se están haciendo realidad. Al menos, cinco personas han muerto y varias han resultado heridas en el incendio de Eaton cerca de la ciudad de Pasadena, ha confirmado en una entrevista con la radio KNX, Robert Luna, el sheriff del condado de Los Ángeles. Los otros incendios en curso afectan a Palisades, Hurst y Woodley y «no hay suficientes bomberos para abordar incendios de esta magnitud», añadió. Las autoridades advirtieron sobre la escasez de agua mientras los fuertes vientos obstaculizan las tareas de extinción.

Uno de los incendios fuera de control está sembrando el pánico en el oeste de Los Ángeles, con miles de personas, unas 37.000, bajo órdenes de evacuación en Pacific Palisades, coches abandonados en plena avenida ante la cercanía de las llamas y otros cientos de miles de residentes en Santa Mónica pendientes de saber si tendrán o no que evacuar. Hasta el momento, 32.500 han sido evacuados según las autoridades, y más de 13.000 estructuras están en riesgo de arder. Los Ángeles ha declarado el estado de emergencia en parte de su territorio por este incendio y el que también asola Altadena, en Eaton, que arrancó el martes por la mañana cerca de una reserva natural.

«Acabo de hablar con mi marido y me ha pedido que guarde los pasaportes en una bolsa y desconecte el ordenador de la pared, por si tenemos que salir corriendo», comparte Verónica Castagno a EL MUNDO desde su casa en Santa Mónica. «Esto es una locura. Estoy muy nerviosa. Y lo peor es que está avanzando a gran velocidad y que hay previsión de fuertes vientos hasta mañana por la mañana. Ya veo el humo en mi jardín. No creo que pueda dormir».

Varias casas han quedado destruidas en la zona de Pacific Palisades, alrededor del millar de momento, una comunidad costera de clase alta donde viven unas 24.000 personas y donde ya han ardido cinco kilómetros cuadrados de terreno. Lo que comenzó con área de unas 80.000 metros cuadrados a las 11 de la mañana se multiplicó por 10 en cuestión de una hora y las autoridades preveían que lo peor estaba por llegar. Se esperaban rachas de viento de hasta 160 kilómetros por hora, las peores en una década, hasta el mediodía del miércoles. Ya por la tarde (hora española) el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, actualizaba las cifras. «Tenemos más de 2.000 hectáreas quemadas y el fuego sigue creciendo» con «1.000 edificios que han quedado destruidos», dijo según Afp.

El fuego que afecta a Hurst, que comenzó cerca del área de Sylmar en Los Ángeles, ha crecido y ya son 3.000 personas evacuadas en los alrededores.

El incendio ya ha dejado escenas de pánico y carreteras bloqueadas. En la célebre Sunset Boulevard, una de las principales arterias de Los Ángeles que llega hasta la zona costera del Pacífico, varias personas se vieron obligadas a dejar sus coches tirados para huir del fuego, haciendo la vía intransitable y obligando a las autoridades a mover algunos vehículos con una excavadora para habilitarla de nuevo.

Testigo directo del terrible incendio de Los Ángeles: «Es un infierno, el fuego nos está rodeando»PABLO SCARPELLINI

Hasta 419.000 personas en el sur de California están afectadas por los cortes de luz para evitar que se produzcan nuevos incendios, particularmente en zonas como el valle de San Fernando y el de San Gabriel, donde se espera que los vientos soplen con especial dureza. Todo ello después que el mes pasado se registrara un incendio en una zona cercana, en Malibú, que destruyó nueve casas y arrasó más de 20 kilómetros cuadrados.

La supervisora del condado de Los Angeles, Kathryn Barger, ha declarado el estado de emergencia, y el Gobernador de California, Gavin Newsom, ya se ha desplazado hasta la zona, pidiendo que se respeten las órdenes de evacuación. «He visto de primera mano el impacto de este incendio. Muchas estructuras que ya han quedado destruidas», dijo en una rueda de prensa. «Es un recordatorio de lo serio que es esto».

Newsom agradeció la rápida reacción del presidente Joe Biden, de visita en California, para prestar la ayuda necesaria para combatir las llamas. De momento, 250 bomberos están luchando contra las llamas. La policía de Los Ángeles, por su parte, ha confirmado la presencia de 100 oficiales en la zona para controlar el tráfico y facilitar las labores de evacuación a los vecinos.

Además, el presidente Biden aprobó una declaración de catástrofe grave, lo que permite destinar recursos al desastre.

Como siempre pasa en Los Ángeles, varios famosos o sus familiares se encuentran entre los afectados. La madre de Steve Kerr, de 90 años, se encuentra entre los miles de residentes evacuados por el voraz incendio forestal. «Quiero enviar mis pensamientos y condolencias a todos en Los Ángeles que están lidiando con los incendios», dijo Kerr después de caer por 114-98 ante Miami. «Mi madre vive en Pacific Palisades. Tuvo que evacuar», expresó.

Entre los residentes de este barrio, uno de los más ricos de Los Ángeles, se encuentran estrellas de Hollywood como Jennifer Aniston, Bradley Cooper, Tom Hanks y Rita Wilson, Reese Witherspoon, Adam Sandler y Michael Keaton, según The Hollywood Reporter.

En el incendio de Eaton, en Pasadena, las llamas avanzaron tan deprisa que el personal de una residencia de ancianos tuvo que sacar a docenas de residentes en sillas de ruedas y camas de hospital calle abajo hasta un estacionamiento donde esperaron en pijama a que ambulancias y otros vehículos los llevaran a un lugar seguro.

La ciudad amaneció con aspecto apocalíptico, cubierta por nubes grises y anaranjadas, además de árboles caídos y varias de sus características palmeras rotas debido a la fuerza de los vientos.

«La tormenta debe empeorar durante la mañana», escribió la alcaldesa de Los Ángeles en redes sociales, Karen Bass.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, en inglés) ha cerrado este miércoles el tráfico aéreo sobre los incendios en una parte de Los Ángeles (California), a petición del Departamento de Bomberos, informa Efe.

La FAA ha detallado que la prohibición de los vuelos sobre las áreas afectadas busca «proporcionar un entorno seguro» para que los aviones cisterna puedan sobrevolar la zona y extinguir los incendios.

La restricción, que afecta a todos los vuelos por encima de los 2.130 metros, cubre el norte del aeropuerto de Santa Mónica, incluidas las áreas de Pacific Palisades, Malibu Beach y el Centro Getty.

El cierre temporal ha sido decretado este miércoles y se alargará hasta el próximo 21 de enero, según la ficha emitida por la FAA.

Los incendios se desataron en un ambiente de baja humedad y justo cuando los llamados vientos de Santa Ana, característicos en esta temporada del año en California, avanzan con fuerza en la región.

Los vientos soplan en la región con una fuerza de entre 70 y 160 kilómetros por hora.

«Peligrosas condiciones climáticas avanzan en el sur de California con las más extremas previstas para esta mañana», escribió el Servicio Nacional de Meteorología.

«Los vientos deberían debilitarse un poco a lo largo del día, pero las críticas condiciones climáticas deben persistir hasta el jueves«.

El presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, ha culpado al gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, de la devastación de los incendios de Los Ángeles, donde dos personas han muerto y miles han sido evacuadas.

Trump, que asumirá el poder el próximo 20 de enero, ha acusado en redes sociales a Newsom de haberse negado a firmar una declaración que «habría permitido que millones de galones de agua, provenientes del exceso de lluvia y nieve derretida del norte, fluyeran diariamente a muchas partes de California, incluidas las áreas que están ardiendo de manera apocalíptica».

Las regulaciones federales y estatales limitan el bombeo de agua proveniente del delta del río Sacramento para proteger la supervivencia del pez eperlano, pero el primer Gobierno de Trump declaró en 2019 que esa especie no estaba en peligro por la extracción de agua para las granjas cercanas.

Trump ha asegurado hoy que Newsom «quería proteger a un pez inútil llamado eperlano», pero «no le importó la gente de California».

«Ahora se está pagando el precio máximo. ¡Exigiré que este gobernador incompetente permita que fluya agua hermosa, limpia y fresca a California! Él es el culpable de esto», ha añadido.

La temporada de incendios forestales de California suele comenzar en junio o julio y se extiende hasta octubre, según la Asociación de Jefes de Bomberos del Oeste, pero los incendios forestales de enero no son algo sin precedentes. Hubo uno en 2022 y 10 en 2021, según CalFire, informa Ap.

La temporada está comenzando antes y terminando más tarde debido al aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones vinculadas al cambio climático, según datos recientes. El sur de California no ha visto más de 0,25 centímetros cúbicos de lluvia desde principios de mayo.

Las lluvias que normalmente ponen fin a la temporada de incendios a menudo se retrasan, lo que significa que los incendios pueden arder durante los meses de invierno, dijo la asociación.

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