El gabinete de Friedrich Merz es el último miembro en sumarse al grupo de gobiernos que considera «necesario endurecer la política migratoria europea» Leer El gabinete de Friedrich Merz es el último miembro en sumarse al grupo de gobiernos que considera «necesario endurecer la política migratoria europea» Leer
El club de los halcones europeos en materia de migración cuenta con un nuevo miembro. Por primera vez desde su constitución informal, la Alemania del canciller conservador Friedrich Merz se ha unido al grupo de gobiernos «que considera necesario endurecer la política migratoria europea» en palabras del primer ministro belga, Bart De Wever. La reunión, celebrada al margen del Consejo Europeo, fue una iniciativa de la jefa del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, del partido conservador de derecha; propuesta a la que se han sumado 21 de los 27 países Estados miembros de la UE, entre ellos Dinamarca y Países Bajos.
El grupo quiere elaborar propuestas para endurecer las normas migratorias de la UE, entre ellas la posibilidad de crear centros de repatriación en terceros países para los solicitantes de asilo rechazados. De este modo, se pretende eludir la negativa de muchos países de origen a readmitir a los refugiados. La Comisión Europea allanó el camino para ello el pasado marzo. Los jefes de Gobierno participantes también quieren celebrar más acuerdos separados con los países de origen y de tránsito.
La adhesión de Merz al club era previsible. Ya durante la campaña electoral anunció un «giro migratorio», promesa que llevó a los acuerdos de Gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD) y que su ministro de Interior, el socialcristiano bávaro, Alexander Dobrint, está desarrollando en forma de ley. A principios de junio, por ejemplo, en una reunión con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, Merz se pronunció a favor del proyecto de Dinamarca, Italia y los Países Bajos de llevar a cabo los procedimientos de asilo en terceros países. Dinamarca asumirá el próximo martes la Presidencia del Consejo de la UE durante seis meses y es probable que aproveche este cargo para impulsar la iniciativa.
Aunque la reunión de los jefes de Gobierno críticos con la migración se celebra al margen de la cumbre, la cita es relevante para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quien, en una carta dirigida a los Gobiernos de los Estados miembros, habla de un «momento decisivo» para la aplicación de una política paneuropea de migración y asilo.
El eurodiputado alemán, Manfred Weber, del conservador Partido Popular Europeo (PPE), también pidió por adelantado un endurecimiento de la política de asilo. «La migración ilegal debe reducirse considerablemente», afirmó el presidente del grupo más numeroso del Parlamento Europeo. En Alemania, esto se puede observar con el aumento de los controles en las fronteras interiores y el aumento de las deportaciones. En proceso están leyes que limitarán el derecho a la reunificación familiar, reducirán las prestaciones sociales y eliminarán la nacionalización exprés, una de las leyes estrellas del tripartito del ex canciller socialdemócrata Olaf Scholz para acelerar la integración.
Alemania, además, va a recortar la ayuda financiera a las organizaciones benéficas que rescatan a migrantes en peligro de ahogarse en el Mediterráneo, alegando que redirigirá los recursos para abordar las condiciones en los países de origen que empujan a la gente a marcharse. Durante décadas, los migrantes impulsados por la guerra y la pobreza han realizado peligrosas travesías para llegar a las fronteras meridionales de Europa, y se estima que miles de personas mueren cada año en su intento por alcanzar un continente cada vez más hostil hacia la migración.
Bajo el anterior Gobierno de izquierdas, Alemania comenzó a pagar alrededor de dos millones de euros al año a organizaciones no gubernamentales que rescataban en el mar a embarcaciones con migrantes en peligro. Para estas organizaciones, se trata de una fuente de financiación fundamental: la organización alemana Sea-Eye, que afirma haber salvado 175.000 vidas desde 2015, recibió alrededor del 10% de sus ingresos totales, que ascienden a unos 3,2 millones de euros.
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