Armas láser, misiles antibuque, bombarderos… Todas las armas que China exhibirá en su Día de la Victoria

China conmemora el Día de la Victoria, que marca el final de la Segunda Guerra Mundial tras la rendición formal de Japón Leer China conmemora el Día de la Victoria, que marca el final de la Segunda Guerra Mundial tras la rendición formal de Japón Leer  

En todos los pasos elevados de los dos primeros anillos que rodean el centro de Pekín hay al menos dos soldados haciendo guardia las 24 horas del día. En el aeropuerto y las estaciones de tren los controles de escáneres se han multiplicado. En los hoteles, los empleados tienen órdenes de registrar el equipaje de los huéspedes que llegan. Está prohibido volar drones en toda la ciudad. A medianoche, algunas carreteras se cortan para dejar pasar tanques avanzados y camiones que cargan con sistemas de misiles y armas hipersónicas. Además, entrada la madrugada, es habitual ver a los aviones de combate más avanzados del Ejército Popular de Liberación (EPL) sobrevolando la Plaza de Tiananmen.

Pekín se ha pasado todo el mes de agosto preparando un gran desfile militar que tendrá lugar el 3 septiembre por el Día de la Victoria, que marca el final de la Segunda Guerra Mundial tras la rendición formal de Japón. Los funcionarios chinos han asegurado que el acto será uno de los más grandes de este tipo que se han realizado nunca en el país. El desfile durará 70 minutos y proyectará el creciente poderío militar de la superpotencia asiática.

El EPL, después de años inmerso en una gran campaña de modernización, sacará a pasear sus equipos de última generación para enseñárselos al mundo. Las potencias de Occidente y los vecinos asiáticos estarán muy pendientes de las armas que muestra China.

El miércoles, el presidente Xi Jinping pasará revista a decenas de miles de tropas en Tiananmen ante la presencia de varios líderes extranjeros. El invitado más destacado es el ruso Vladimir Putin, que devuelve a Xi la visita que el chino hizo a Moscú en mayo para el despliegue militar de la Plaza Roja que conmemoraba el 80º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi.

En Pekín también estarán dirigentes de países amigos del Sur Global, pero no se espera la presencia de destacados líderes de Occidente. De Europa, únicamente han confirmado su asistencia el presidente serbio, Aleksandar Vucic, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, y el mandatario bielorruso, Alexander Lukashenko.

Varios medios informaron que los diplomáticos europeos destinados en la capital china llevan semanas discutiendo si asistir o no al evento por la presencia de Putin y la posible participación de tropas rusas. En el desfile por el anterior aniversario redondo de 2015, participaron 76 soldados de la élite de la guardia de honor rusa. Las tropas chinas también estuvieron en el desfile de Moscú de este año.

«Por primera vez, se exhibirá al mundo exterior nuevo armamento chino, incluidos aviones de combate y bombarderos, así como fuerzas terrestres. Todo el equipo de combate que se mostrará será de producción nacional», han informado los medios estatales chinos.

Durante los ensayos de las últimas semanas, en los alrededores de la blindada Tiananmen se han visto remolques transportando enormes submarinos autónomos, flotas de drones y hasta un arma láser gigantesca. También el DF-31, el primer misil balístico intercontinental propulsado por combustible sólido de China, con capacidad para cargar con una ojiva nuclear 67 veces más potente que labomba atómica lanzada sobre Hiroshima.

Entre las armas que han aparecido en los ensayos también se encuentran nuevos misiles antibuque de la serie YJ y un nuevo tipo de avión no tripulado de ataque furtivo muy avanzado, el FH-97. Por las autopistas que rodean a la capital se han visto estos días nuevos vehículos blindados de combate de infantería aerotransportados junto a morteros móviles y tanques ligeros.

«Todo el armamento que se exhibirá en el desfile será de producción nacional y está en servicio, lo que refleja la capacidad del EPL de adaptarse a los desarrollos tecnológicos y a ganar guerras futuras», aseguró hace unos días un portavoz militar chino. «Se mostrarán formaciones conjuntas orientadas al combate compuestas por grupos de combate terrestre, combate marítimo, defensa aérea y defensa de misiles, así como guerra de información, combate no tripulado, apoyo de retaguardia y grupos de ataque estratégico».

Además de sacar músculo militar, Pekín quiere utilizar este aniversario para reescribir una «visión correcta» de la historia de Segunda Guerra Mundial, destacando el papel olvidado muchas veces de China en la resistencia contra las tropas imperiales japonesas.

«La contribución de China a la lucha contra Japón fue selectivamente ignorada, subestimada y vilipendiada por algunas potencias de Occidente», señala un editorial del Diario del Pueblo, el periódico oficial del gobernante Partido Comunista Chino (PCCh). Se estima que las bajas chinas durante la invasión japonesa, que comenzó en 1931, oscilan entre 20 y 35 millones, incluidas las 300.000 que murieron durante la masacre de Nanjing de 1937, uno de los capítulos más sangrientos de la contienda.

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