Así es Jon Arias, el hijo también actor de Imanol Arias y Pastora Vega

Su nombre puede que no sea conocido, pero sí su apellido. Jon Arias, primogénito de Imanol Arias y Pastora Vega, ha ido poco a poco despegándose de la etiqueta de nepobaby español para construirse una carrera sólida a sus espaldas que le ha llevado, recientemente, a acudir a la celebración de los SAG Awards, los premios que concede el sindicato de actores estadounidense, como nominado, lo que ha conseguido como parte del elenco de la serie Chacal, en la que se ha metido en la piel de Álvaro, el hermano de Nuria, la protagonista, a la que da vida la actriz Úrsula Corberó, con quien posó en la alfombra roja —aunque en este caso era azul—.

Es solo el último paso en la carrera de un actor que, como se indica desde la web de su agencia, Gota de Luz, ha ido labrándose un hueco en el siempre complicado mundo de la interpretación, una profesión que, más allá de llevarla en las venas, ha sido su pasión desde bien joven. No por nada también la comparte junto a su hermano pequeño, Daniel Arias, y que decidió que sería su vocación no solo por haberse criado entre platós y sets de rodaje, sino por darse cuenta siendo un niño que sobre las tablas era donde más cómodo se sentía.

Tanto es así que, teniendo apenas nueve años de edad —nació en 1987—, ya colaboraba en el grupo de teatro escolar con 8 años durante sus estudios primarios en el King’s College de Madrid, un colegio privado bilingüe —de hecho, habla inglés con nivel nativo— situado en una de las zonas más exclusivas de la capital. En aquellos años hasta su entrada en el mundo adulto ya demostró sus dotes interpretativas. Como explican en la citada página web, participó, «en ambas con papeles principales y representadas en teatro municipal de Tres Cantos», en la versión escolar de los musicales Charlie y la fábrica de chocolate y Oliver Twist.

Aquí llegaría uno de sus primeros logros: ser el miembro más joven en acceder al grupo de teatro del King’s College. Más tarde, sería seleccionado junto a otros compañeros de dichas obras para participar en el musical Unas Navidades Disney que se representaron en 1999 en el Palacio Municipal de Congresos de la capital, a lo que se uniría estar representando durante cuatro años algunos de los principales textos clásicos británicos en un pequeño tour que incluyó diversas ciudades europeas.

Desde Vanity Fair, de hecho, apuntan que llegó a ser el ‘cabecilla’ del grupo de teatro, a lo que se sumó el hecho de convertirse en el capitán del equipo de fútbol en el que militaba de joven, dado que el deporte es otra de sus grandes pasiones, siendo habitual verle vestir la camiseta de los colores del River Plate —aunque también guarda una gran colección de otros combinados, como la selección colombiana o una vintage de la alemana—. Todo ello, sin que repercutiera en sus estudios, pues tras finalizar la secundaria, Jon se graduó como Técnico superior en la realización y producción de espectáculos y contenidos audiovisuales, los cuales llevó a cabo en el Instituto Oficial de Radio Televisión Española en Madrid.

Tras ello comenzaría su formación con la vista puesta en mejorar su talento, por lo que se convierte en alumno de Mónica Vic —»No solo como coach sino también como maestra de interpretación»— así como hace un curso de entrenamiento actoral y teatral para profesionales en el Centro del Actor, impartido por Lorena García de las Bayonas. Asimismo, añadiría a su currículum especificidades como el baile o la equitación. Y con todo ello, comenzarían a llegar los papeles.

Aunque se había estrenado en 2001 con un pequeño papel en la miniserie de TVE Severo Ochoa: La conquista de un Nobel, es a partir de 2015 cuando comienza coger rodaje trabajando en diversos cortometrajes como Hola me llamo Fran o Xarma, regresando a la pequeña pantalla en roles más testimoniales en series como El Ministerio del Tiempo u Olmos y Robles. Sin embargo, será a raíz de participar en la serie Cuéntame cómo pasó, junto a su padre, cuando comience a ser más conocido y relevante en la ficción.

Así, encadena las series Derecho a soñar, Perdida o Instinto, películas como Juan Apóstol, el más amado, u obras de teatro como La habitación blanca o Muerte de un viajante, en la que comparte escenario con su padre, concediendo multitud de entrevistas por ello, como la que realizó para este periódico, en la que apostillaba: «Desde muy joven él me ha dado un sitio, con conversaciones adultas. Fue de las primeras personas que me sentó en la mesa y no me trató con un niño».

Asimismo, explicó que ambos son actores a los que les «gusta mucho el oficio» y que no son «nada tremendistas». «Cuando quedamos a comer o a ver el fútbol no hablamos de la profesión», afirmó. Porque precisamente otra de sus virtudes es no haber dejado de lado sus otras aficiones. Y una de ellas, la música, le une a su madre —quien lleva divorciada de su padre desde 2014—. Porque Jon cuenta con más de 15 años de experiencia musical, tocando la guitarra y el piano.

De hecho, en su juventud y durante una década —hasta que tuvo 28 años, diez menos de los actuales—, fue el vocalista y guitarra del grupo Layabouts, con el que llegó a grabar hasta tres álbumes de rock, todos ellos en inglés, haciendo diversas giras por España. «No soy un músico introspectivo, yo hago música para después interpretarla, por eso la conexión entre actor y músico es la interpretación», afirmó en una entrevista. Y a pesar de centrarse en la interpretación no ha abandonado del todo su carrera musical, pues suele ser el DJ en diversas fiestas bajo el sobrenombre Pupilas.

Por último, es de dominio público su relación, desde 2017, con la también actriz Alba Ribas, con quien trabajó en Derecho a soñar. La chispa surgida en aquel rodaje no ha dejado de arder y sigue tan enamorado como el primer día, motivo por el que incluso ha aprendido el idioma natal de su pareja, el catalán, para conocer mejor a la intérprete de Las chicas del cable, 100 metros o Pídeme lo que quieras. «Ella me hablaba de cosas de su adolescencia, de canciones o de series, y yo quería entender bien todo lo que me contaba», ha revelado Jon en una entrevista en Som Eva, admitiendo que así ha podido «conectar mejor» con su historia y su infancia.

 El intérprete también ha hecho sus pinitos como DJ.  

Su nombre puede que no sea conocido, pero sí su apellido. Jon Arias, primogénito de Imanol Arias y Pastora Vega, ha ido poco a poco despegándose de la etiqueta de nepobaby español para construirse una carrera sólida a sus espaldas que le ha llevado, recientemente, a acudir a la celebración de los SAG Awards, los premios que concede el sindicato de actores estadounidense, como nominado, lo que ha conseguido como parte del elenco de la serie Chacal, en la que se ha metido en la piel de Álvaro, el hermano de Nuria, la protagonista, a la que da vida la actriz Úrsula Corberó, con quien posó en la alfombra roja —aunque en este caso era azul—.

Es solo el último paso en la carrera de un actor que, como se indica desde la web de su agencia, Gota de Luz, ha ido labrándose un hueco en el siempre complicado mundo de la interpretación, una profesión que, más allá de llevarla en las venas, ha sido su pasión desde bien joven. No por nada también la comparte junto a su hermano pequeño, Daniel Arias, y que decidió que sería su vocación no solo por haberse criado entre platós y sets de rodaje, sino por darse cuenta siendo un niño que sobre las tablas era donde más cómodo se sentía.

Tanto es así que, teniendo apenas nueve años de edad —nació en 1987—, ya colaboraba en el grupo de teatro escolar con 8 años durante sus estudios primarios en el King’s College de Madrid, un colegio privado bilingüe —de hecho, habla inglés con nivel nativo— situado en una de las zonas más exclusivas de la capital. En aquellos años hasta su entrada en el mundo adulto ya demostró sus dotes interpretativas. Como explican en la citada página web, participó, «en ambas con papeles principales y representadas en teatro municipal de Tres Cantos», en la versión escolar de los musicales Charlie y la fábrica de chocolate y Oliver Twist.

Aquí llegaría uno de sus primeros logros: ser el miembro más joven en acceder al grupo de teatro del King’s College. Más tarde, sería seleccionado junto a otros compañeros de dichas obras para participar en el musical Unas Navidades Disney que se representaron en 1999 en el Palacio Municipal de Congresos de la capital, a lo que se uniría estar representando durante cuatro años algunos de los principales textos clásicos británicos en un pequeño tour que incluyó diversas ciudades europeas.

Desde Vanity Fair, de hecho, apuntan que llegó a ser el ‘cabecilla’ del grupo de teatro, a lo que se sumó el hecho de convertirse en el capitán del equipo de fútbol en el que militaba de joven, dado que el deporte es otra de sus grandes pasiones, siendo habitual verle vestir la camiseta de los colores del River Plate —aunque también guarda una gran colección de otros combinados, como la selección colombiana o una vintage de la alemana—. Todo ello, sin que repercutiera en sus estudios, pues tras finalizar la secundaria, Jon se graduó como Técnico superior en la realización y producción de espectáculos y contenidos audiovisuales, los cuales llevó a cabo en el Instituto Oficial de Radio Televisión Española en Madrid.

Tras ello comenzaría su formación con la vista puesta en mejorar su talento, por lo que se convierte en alumno de Mónica Vic —»No solo como coach sino también como maestra de interpretación»— así como hace un curso de entrenamiento actoral y teatral para profesionales en el Centro del Actor, impartido por Lorena García de las Bayonas. Asimismo, añadiría a su currículum especificidades como el baile o la equitación. Y con todo ello, comenzarían a llegar los papeles.

Aunque se había estrenado en 2001 con un pequeño papel en la miniserie de TVE Severo Ochoa: La conquista de un Nobel, es a partir de 2015 cuando comienza coger rodaje trabajando en diversos cortometrajes como Hola me llamo Fran o Xarma, regresando a la pequeña pantalla en roles más testimoniales en series como El Ministerio del Tiempo Olmos y Robles. Sin embargo, será a raíz de participar en la serie Cuéntame cómo pasó, junto a su padre, cuando comience a ser más conocido y relevante en la ficción.

Así, encadena las series Derecho a soñar, Perdida o Instinto, películas como Juan Apóstol, el más amado, u obras de teatro como La habitación blanca o Muerte de un viajante, en la que comparte escenario con su padre, concediendo multitud de entrevistas por ello, como la que realizó para este periódico, en la que apostillaba: «Desde muy joven él me ha dado un sitio, con conversaciones adultas. Fue de las primeras personas que me sentó en la mesa y no me trató con un niño».

Asimismo, explicó que ambos son actores a los que les «gusta mucho el oficio» y que no son «nada tremendistas». «Cuando quedamos a comer o a ver el fútbol no hablamos de la profesión», afirmó. Porque precisamente otra de sus virtudes es no haber dejado de lado sus otras aficiones. Y una de ellas, la música, le une a su madre —quien lleva divorciada de su padre desde 2014—. Porque Jon cuenta con más de 15 años de experiencia musical, tocando la guitarra y el piano.

De hecho, en su juventud y durante una década —hasta que tuvo 28 años, diez menos de los actuales—, fue el vocalista y guitarra del grupo Layabouts, con el que llegó a grabar hasta tres álbumes de rock, todos ellos en inglés, haciendo diversas giras por España. «No soy un músico introspectivo, yo hago música para después interpretarla, por eso la conexión entre actor y músico es la interpretación», afirmó en una entrevista. Y a pesar de centrarse en la interpretación no ha abandonado del todo su carrera musical, pues suele ser el DJ en diversas fiestas bajo el sobrenombre Pupilas.

Por último, es de dominio público su relación, desde 2017, con la también actriz Alba Ribas, con quien trabajó en Derecho a soñar. La chispa surgida en aquel rodaje no ha dejado de arder y sigue tan enamorado como el primer día, motivo por el que incluso ha aprendido el idioma natal de su pareja, el catalán, para conocer mejor a la intérprete de Las chicas del cable, 100 metros o Pídeme lo que quieras. «Ella me hablaba de cosas de su adolescencia, de canciones o de series, y yo quería entender bien todo lo que me contaba», ha revelado Jon en una entrevista en Som Eva, admitiendo que así ha podido «conectar mejor» con su historia y su infancia.

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