Así es Tommy Cash: de su 'Espresso Macchiato' en Eurovisión a su relación con España

Desde que tuvo lugar el Festival de Eurovisión de 2025 es casi imposible estar tomando un café y que, en algún momento dado, no se pase por la cabeza el verso «Mi amore, mi amore, espresso macchiato, macchiato, macchiato, por favore». La culpa es de Tommy Cash, el representante de Estonia en el certamen europeo de la canción, quien ha conseguido, ya habiendo pasado suficiente tiempo, sea el que haya perdurado en la memoria de los espectadores, pues mientras que la del ganador, JJ, y su Wasted Love llevan 10 millones de visualizaciones en YouTube, la de Cash acumula 15,6 millones y, además, se ha convertido en todo un fenómeno viral en redes.

Tanto, que el siguiente paso lógico es aprovechar el tirón de manera internacional. De ahí que el cantante, cuyo verdadero nombre es Tomas Tammemets, haya anunciado una gira por toda Europa que le traerá a España, concretamente a Barcelona y Madrid los días 26 y 27 de noviembre, así como a multitud de fechas por todo el continente, incluida Italia, donde la asociación de consumidores, Codacons, incluso pidió la impugnación del tema y su retirada del certamen por usar lo que consideraban «clichés ofensivos» contra el país transalpino como la mafia o el lujo —pero donde irónicamente ha sido muy bien acogida por el público—.

Sin embargo, estar en los escenarios de medio mundo no es algo que coja a Tammemets por sorpresa, que se define como alguien con alma de europeo del este y currículum de escandinavo. Nacido en la capital, Tallin, hace 33 años —el 18 de noviembre de 1991, concretamente— tiene sangre estonia, rusa y kazaja, siendo además su madre ucraniana, razones por las que habla varios idiomas, como el ruso o el inglés, en el que suele cantar.

Pero para que Cash llegase incluso a llevar su espectçaculo a festivales tan imortantes como el Glastonbury —con un público fiel pero considerado «de nicho»—, hay que entender sus orígenes y cómo llegó a la música. Porque pasó se crio en la localidad de Kopli, un municipio al norte de la capital, donde entró en el mundo del arte a través del grafiti y del breakdance. «Todo era muy pequeño, con casas de madera pudriéndose y siempre mal olor en la calle. Prometo que podía identificar a un drogadicto a un kilómetro de distancia y decir qué había consumido», reveló en una entrevista con el periódico británico The Guardian en 2017.

De hecho, él mismo vivió la drogadicción siendo muy joven, pues debido a su consumo de cannabis fue expulsado del colegio, por lo que jamás llegó a graduarse. Eso no fue óbice para que viese en la expresión corporal y las distintas ramas artísticas un futuro, ideando desde entonces un estilo propio en el que convergen desde lo camp a lo escatológico, lo obsceno, lo extravagante, el humor y lo absurdo, siendo de hecho Espresso Macchiato una de sus canciones más suaves.

Dio rienda suelta a su pasión musical produciendo y publicando canciones, como Winaloto, de manera independiente y a través de la plataforma Soundcloud. Así se fue haciendo viral en su país y poco a poco conocido en todo el mundo, siendo a principios de la década del 2010 cuando grabaría su álbum debut en Londres. Desde la capital británica llamó la atención de la industria, colaborando con artistas como Caroline Polachek, Charli XCX o Kim Petras.

Su «rap postsoviético», junto a los «vídeos surrealistas para complementarlo», como lo describió en 2017 el periódico The Guardian, que añadía que tenía «muchas cosas extrañas» —cantar con un marcado acento del este europeo, una carga sexual explícita, los dobles sentidos, la provocación— hicieron que Cash ganase notoriedad. Y con ella, también adentrarse en otros mundos, como el del diseño o la moda.

Sin que la compañía sueca llegase a pronunciarse, en 2022 insistió en que había alcanzado un acuerdo con IKEA para lanzar Loafa, un extrañísimo sofá, originalmente creado por la diseñadora canadiense Gab Bois, que estaba formado por muchos fragmentos gigantes de pan. Pero, nuevamente, como en muchas ocasiones en su vida, solo era una bravata más —en los últimos años ha llegado a ser denostado por no haber dejado de actuar en Rusia y haber colaborado con artistas de dicho país mientras se produce la invasión de Ucrania—.

Asimismo, ha llegado a desfilar en diversas semanas de la moda, normalmente en las puestas de largo de las creaciones de Marine Serre. Y tiene buena amistad con modistos como Rick Owens, entrevistándose mutuamente para la revista Interview en 2017 y dándose a conoce desde entonces que el diseñador tiene en una de sus estanterías un bote de cristal lleno de semen de Cash que este le regaló, sin ningún motivo de por medio, para estar presente cuando se haga fotografías con otros famosos en dicho rincón de su casa.

Una novia casi española

Uno de los mayores apoyos de Cash, que incluso estuvo con él en Eurovisión, es Polina Gribanova, su novia. La modelo rusa, diez años menor que él —tiene 23—, nació en Novosibirsk, pero lleva desde su adolescencia afincada en Santa Cruz de Tenerife, como suele mostrar en su Instagram, donde tiene más de 44.000 seguidores.

En dicha red social no suele aparecer junto a Tommy Cash, aunque hay otra red social donde cada vídeo en el que aparece con su novio es de los que más repercusión tiene: TikTok. En ella sí que comparte momentos más íntimos, bromas internas y contenido más acorde a la imagen del artista, de quien no cabe duda que seguirá provocando con sus siguientes movimientos.

 El artista estonio, que vendrá de gira a Madrid y Barcelona en noviembre, ha sido la sensación del festival.  

Desde que tuvo lugar el Festival de Eurovisión de 2025 es casi imposible estar tomando un café y que, en algún momento dado, no se pase por la cabeza el verso «Mi amore, mi amore, espresso macchiato, macchiato, macchiato, por favore». La culpa es de Tommy Cash, el representante de Estonia en el certamen europeo de la canción, quien ha conseguido, ya habiendo pasado suficiente tiempo, sea el que haya perdurado en la memoria de los espectadores, pues mientras que la del ganador, JJ, y su Wasted Love llevan 10 millones de visualizaciones en YouTube, la de Cash acumula 15,6 millones y, además, se ha convertido en todo un fenómeno viral en redes.

Tanto, que el siguiente paso lógico es aprovechar el tirón de manera internacional. De ahí que el cantante, cuyo verdadero nombre es Tomas Tammemets, haya anunciado una gira por toda Europa que le traerá a España, concretamente a Barcelona y Madrid los días 26 y 27 de noviembre, así como a multitud de fechas por todo el continente, incluida Italia, donde la asociación de consumidores, Codacons, incluso pidió la impugnación del tema y su retirada del certamen por usar lo que consideraban «clichés ofensivos» contra el país transalpino como la mafia o el lujo —pero donde irónicamente ha sido muy bien acogida por el público—.

Sin embargo, estar en los escenarios de medio mundo no es algo que coja a Tammemets por sorpresa, que se define como alguien con alma de europeo del este y currículum de escandinavo. Nacido en la capital, Tallin, hace 33 años —el 18 de noviembre de 1991, concretamente— tiene sangre estonia, rusa y kazaja, siendo además su madre ucraniana, razones por las que habla varios idiomas, como el ruso o el inglés, en el que suele cantar. 

Pero para que Cash llegase incluso a llevar su espectçaculo a festivales tan imortantes como el Glastonbury —con un público fiel pero considerado «de nicho»—, hay que entender sus orígenes y cómo llegó a la música. Porque pasó se crio en la localidad de Kopli, un municipio al norte de la capital, donde entró en el mundo del arte a través del grafiti y del breakdance. «Todo era muy pequeño, con casas de madera pudriéndose y siempre mal olor en la calle. Prometo que podía identificar a un drogadicto a un kilómetro de distancia y decir qué había consumido», reveló en una entrevista con el periódico británico The Guardian en 2017.

De hecho, él mismo vivió la drogadicción siendo muy joven, pues debido a su consumo de cannabis fue expulsado del colegio, por lo que jamás llegó a graduarse. Eso no fue óbice para que viese en la expresión corporal y las distintas ramas artísticas un futuro, ideando desde entonces un estilo propio en el que convergen desde lo camp a lo escatológico, lo obsceno, lo extravagante, el humor y lo absurdo, siendo de hecho Espresso Macchiato una de sus canciones más suaves.

Dio rienda suelta a su pasión musical produciendo y publicando canciones, como Winaloto, de manera independiente y a través de la plataforma Soundcloud. Así se fue haciendo viral en su país y poco a poco conocido en todo el mundo, siendo a principios de la década del 2010 cuando grabaría su álbum debut en Londres. Desde la capital británica llamó la atención de la industria, colaborando con artistas como Caroline Polachek, Charli XCX o Kim Petras.

Su «rap postsoviético», junto a los «vídeos surrealistas para complementarlo», como lo describió en 2017 el periódico The Guardian, que añadía que tenía «muchas cosas extrañas» —cantar con un marcado acento del este europeo, una carga sexual explícita, los dobles sentidos, la provocación— hicieron que Cash ganase notoriedad. Y con ella, también adentrarse en otros mundos, como el del diseño o la moda.

Sin que la compañía sueca llegase a pronunciarse, en 2022 insistió en que había alcanzado un acuerdo con IKEA para lanzar Loafa, un extrañísimo sofá, originalmente creado por la diseñadora canadiense Gab Bois, que estaba formado por muchos fragmentos gigantes de pan. Pero, nuevamente, como en muchas ocasiones en su vida, solo era una bravata más —en los últimos años ha llegado a ser denostado por no haber dejado de actuar en Rusia y haber colaborado con artistas de dicho país mientras se produce la invasión de Ucrania—.

Asimismo, ha llegado a desfilar en diversas semanas de la moda, normalmente en las puestas de largo de las creaciones de Marine Serre. Y tiene buena amistad con modistos como Rick Owens, entrevistándose mutuamente para la revista Interview en 2017 y dándose a conoce desde entonces que el diseñador tiene en una de sus estanterías un bote de cristal lleno de semen de Cash que este le regaló, sin ningún motivo de por medio, para estar presente cuando se haga fotografías con otros famosos en dicho rincón de su casa.

Uno de los mayores apoyos de Cash, que incluso estuvo con él en Eurovisión, es Polina Gribanova, su novia. La modelo rusa, diez años menor que él —tiene 23—, nació en Novosibirsk, pero lleva desde su adolescencia afincada en Santa Cruz de Tenerife, como suele mostrar en su Instagram, donde tiene más de 44.000 seguidores.

En dicha red social no suele aparecer junto a Tommy Cash, aunque hay otra red social donde cada vídeo en el que aparece con su novio es de los que más repercusión tiene: TikTok. En ella sí que comparte momentos más íntimos, bromas internas y contenido más acorde a la imagen del artista, de quien no cabe duda que seguirá provocando con sus siguientes movimientos.

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