Ni todos los terremotos en el mar provocan tsunamis, ni todos los tsunamis tienen su origen en un seísmo. Uno como el que ha generado alertas por todo el océano Pacífico este miércoles se da solo cuando coinciden determinados factores que generan ese masivo movimiento de las aguas marinas. Por lo general, debe producirse un sismo de magnitud importante cuyo epicentro (la proyección en la superficie de su origen subterráneo) esté en el fondo marino o no muy lejos de la costa. Además, el mecanismo del terremoto generalmente debe propiciar ese gigantesco impulso de las aguas, porque haya una ruptura del lecho marino, con un súbito empuje desde el fondo oceánico de manera vertical. Es decir, el terremoto tiene que producirse bajo el mar y liberando mucha energía en un movimiento vertical, para que la corteza empuje hacia arriba o hacia abajo la columna de agua que tiene encima.
En la región de Kamchatka la placa del Pacífico se mueve ocho centímetros cada año, provocando grandes seísmos como el de 1952 de magnitud 9
Ni todos los terremotos en el mar provocan tsunamis, ni todos los tsunamis tienen su origen en un seísmo. Uno como el que ha generado alertas por todo el océano Pacífico este miércoles se da solo cuando coinciden determinados factores que generan ese masivo movimiento de las aguas marinas. Por lo general, debe producirse un sismo de magnitud importante cuyo epicentro (la proyección en la superficie de su origen subterráneo) esté en el fondo marino o no muy lejos de la costa. Además, el mecanismo del terremoto generalmente debe propiciar ese gigantesco impulso de las aguas, porque haya una ruptura del lecho marino, con un súbito empuje desde el fondo oceánico de manera vertical. Es decir, el terremoto tiene que producirse bajo el mar y liberando mucha energía en un movimiento vertical, para que la corteza empuje hacia arriba o hacia abajo la columna de agua que tiene encima.
¿Cómo se sabe cuándo hay que lanzar una alerta?
El empujón inicial genera ondas que se propagan a gran velocidad por el océano, hasta 800 kilómetros por hora en mar abierto. Pero las ondas sísmicas viajan mucho más rápido que el tsunami, por lo que, una vez que se ha producido un gran terremoto como el de este miércoles en la península rusa de Kamchatka, los sistemas de alerta pueden predecir el comportamiento, la dirección y la llegada del fenómeno con suficiente margen de tiempo para alertar a la población. En concreto, en la región del Pacífico hay muchos países con gran experiencia haciendo frente a tsunamis, como Japón, EE UU y Chile, lo que les permite reaccionar con gran rapidez. El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico ha adelantado sus proyecciones poco tiempo después del seísmo, pronosticando unas olas de hasta tres metros en las costas rusas, de Ecuador y de las islas de Hawái. En estas últimas, los primeros oleajes se han medido por encima del metro de altura en la isla de Hilo, tras recorrer el tsunami unos 5.000 kilómetros desde su origen.
¿Hay peligro en alta mar?
En el océano profundo, los tsunamis tienen longitudes de cientos de kilómetros y alturas de solo unos pocos metros, haciéndolos imperceptibles. Por eso suele decirse que los marineros en alta mar normalmente no notarán un tsunami cuando pase por debajo de los cascos de sus barcos. Sin embargo, al acercarse a la costa, la velocidad disminuye y la altura de la ola aumenta, pudiendo superar los 30 metros. Por tanto, la peligrosidad real se decide en los últimos kilómetros, cuando el tsunami generado por un terremoto deja el océano profundo y llega a la costa, donde la geomorfología del litoral es crucial para disipar su fuerza o agravar su intensidad.
¿Cómo de fuerte ha sido el terremoto?
El terremoto de magnitud 8,8 de Kamchatka es uno de los 10 mayores registrados en el mundo desde el año 1900, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Es el peor desde el trágico seísmo de 9,0 surgido en Tohoku (Japón) en 2011, que provocó el tsunami de Fukushima que arrasó su central nuclear.
¿Se esperaba un terremoto así?
El de este miércoles es el último de una secuencia de seísmos iniciada hace 10 días frente a la costa de la península de Kamchatka. Antes del terremoto de este miércoles, se registraron otros 50 de magnitud mayor que 5, incluyendo uno de 7,4 el 20 de julio, según ha destacado el Servicio Geológico de Estados Unidos. Este 30 de julio, se han detectado 24 réplicas con una magnitud mayor que 5, incluyendo una de 6,9.
¿Por qué se mueve Kamchatka?
La capa externa de la Tierra está dividida en enormes placas tectónicas que encajan como las piezas de un puzle. El terremoto ha ocurrido en una región muy activa sísmicamente, en la que la placa del Pacífico se desliza por debajo de la placa de Norteamérica. En la región de la península de Kamchatka, la placa del Pacífico se mueve hacia el noroeste a una velocidad de unos ocho centímetros cada año, lo que la convierte en uno de los bordes convergentes más rápidos del mundo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. En 1952 ya se vivió allí un terremoto de magnitud 9, con un epicentro situado apenas a 30 kilómetros del de este miércoles. Desde entonces, la placa se ha movido casi seis metros. En 1923, otro gran terremoto, de magnitud 8,4, sacudió la península rusa. La agencia estadounidense cree que el seísmo de 8,8 de este miércoles ha llenado “cualquier pequeño vacío” entre la rotura de 1923 y la de 1952.
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