Conor McGregor ha testificado este miércoles que mantuvo sexo «consentido, vigoroso y enérgico», pero «no duro», con la mujer que lo acusa de violarla en un hotel de Dublín el 9 de diciembre de 2018.
McGregor declaró por primera vez ante el Tribunal Superior de Irlanda que sigue la demanda civil presentada por Nikita Hands, de 35 años, contra él y otro hombre identificado como James Lawrence por una supuesta agresión sexual.
La estrella de las artes marciales mixtas, de 36 años, recordó que la denunciante, peluquera de profesión, y él crecieron en el mismo barrio dublinés y que se veían en ocasiones, ya que ambos se movían por ambientes similares.
McGregor también señaló que Hands le seguía en redes sociales y que solía mandarle mensajes, en ocasiones «provocativos», a su cuenta de Instagram, como hizo en la noche del 8 de diciembre para invitarlo a la fiesta de Navidad a la que asistía con otros compañeros de trabajo del salón de belleza en un pub de la ciudad, durante la que consumió alcohol y cocaína, según ha reconocido la propia denunciante.
El luchador explicó que recogió a Hands y a su amiga Danielle Kealy en un coche conducido por su chófer afuera del bar, desde donde se desplazaron a casa de Lawrence para que se sumase a la fiesta que tenían previsto continuar en uno de los lujosos áticos del hotel Beacon.
McGregor indicó que todo el mundo estaba lleno de energía, feliz y de broma, y que cuando entró en una de las habitaciones, Hands le siguió y comenzó a darle besos «apasionados», lo que dio paso, dijo, a que mantuvieran sexo consentido.
La versión de McGregor
Asimismo, declaró que después se quedó dormido durante unas dos horas, hasta que le despertó la demandante y volvieron a mantener relaciones íntimas.
McGregor subrayó que cuando abandonaron el hotel, Hands no estaba angustiada o afectada y que tampoco presentaba lesiones, pese a que los exámenes médicos efectuados en la supuesta víctima confirmaron que tenía moratones visibles.
Durante su declaración ante este tribunal, Hands sostuvo que el luchador la inmovilizó con técnicas de las artes marciales mixtas y que la violó.
La defensa del acusado ha instado al jurado, compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres, a que examine las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel para constatar que la versión de Hands no es consistente con su denuncia.
A este respecto, Danielle Kealy, la amiga de la demandante, aseguró hoy que vio a ambos entrar a una habitación juntos y que durante toda la estancia en el hotel «nadie pareció estar molesto o nada por el estilo».
Al final, agregó la testigo, se despidió de Hands con un abrazo y se declaró «sorprendida» cuando días después llamó por teléfono para decirle que había sufrido una violación.
El juez del Tribunal Superior ha indicado que esta no es una demanda penal, sino civil, y que en caso de probarse los hechos denunciados, la víctima tendrá derecho a una indemnización, lo que ha llevado a los abogados de McGregor a argumentar que se trata de un caso de extorsión.
En este sentido, los abogados de Hands han indicado que su clienta se ha visto obligada a seguir la vía civil después de que la fiscalía rechazó presentar cargos al entender que no había perspectivas razonables de condena para McGregor y Lawrence.
McGregor declaró este miércoles por primera vez en ante el Tribunal Superior de Irlanda.
Conor McGregor ha testificado este miércoles que mantuvo sexo «consentido, vigoroso y enérgico», pero «no duro», con la mujer que lo acusa de violarla en un hotel de Dublín el 9 de diciembre de 2018.
McGregor declaró por primera vez ante el Tribunal Superior de Irlanda que sigue la demanda civil presentada por Nikita Hands, de 35 años, contra él y otro hombre identificado como James Lawrence por una supuesta agresión sexual.
La estrella de las artes marciales mixtas, de 36 años, recordó que la denunciante, peluquera de profesión, y él crecieron en el mismo barrio dublinés y que se veían en ocasiones, ya que ambos se movían por ambientes similares.
McGregor también señaló que Hands le seguía en redes sociales y que solía mandarle mensajes, en ocasiones «provocativos», a su cuenta de Instagram, como hizo en la noche del 8 de diciembre para invitarlo a la fiesta de Navidad a la que asistía con otros compañeros de trabajo del salón de belleza en un pub de la ciudad, durante la que consumió alcohol y cocaína, según ha reconocido la propia denunciante.
El luchador explicó que recogió a Hands y a su amiga Danielle Kealy en un coche conducido por su chófer afuera del bar, desde donde se desplazaron a casa de Lawrence para que se sumase a la fiesta que tenían previsto continuar en uno de los lujosos áticos del hotel Beacon.
McGregor indicó que todo el mundo estaba lleno de energía, feliz y de broma, y que cuando entró en una de las habitaciones, Hands le siguió y comenzó a darle besos «apasionados», lo que dio paso, dijo, a que mantuvieran sexo consentido.
Asimismo, declaró que después se quedó dormido durante unas dos horas, hasta que le despertó la demandante y volvieron a mantener relaciones íntimas.
McGregor subrayó que cuando abandonaron el hotel, Hands no estaba angustiada o afectada y que tampoco presentaba lesiones, pese a que los exámenes médicos efectuados en la supuesta víctima confirmaron que tenía moratones visibles.
Durante su declaración ante este tribunal, Hands sostuvo que el luchador la inmovilizó con técnicas de las artes marciales mixtas y que la violó.
La defensa del acusado ha instado al jurado, compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres, a que examine las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel para constatar que la versión de Hands no es consistente con su denuncia.
A este respecto, Danielle Kealy, la amiga de la demandante, aseguró hoy que vio a ambos entrar a una habitación juntos y que durante toda la estancia en el hotel «nadie pareció estar molesto o nada por el estilo».
Al final, agregó la testigo, se despidió de Hands con un abrazo y se declaró «sorprendida» cuando días después llamó por teléfono para decirle que había sufrido una violación.
El juez del Tribunal Superior ha indicado que esta no es una demanda penal, sino civil, y que en caso de probarse los hechos denunciados, la víctima tendrá derecho a una indemnización, lo que ha llevado a los abogados de McGregor a argumentar que se trata de un caso de extorsión.
En este sentido, los abogados de Hands han indicado que su clienta se ha visto obligada a seguir la vía civil después de que la fiscalía rechazó presentar cargos al entender que no había perspectivas razonables de condena para McGregor y Lawrence.
20MINUTOS.ES – Deportes