Consultorio de Sexo: "Aunque tengo coitos me agoto mentalmente, pensar en tener sexo me provoca una sensación de obligación"

Ya tienes aquí una nueva entrega del consultorio de sexo que cada semana te trae 20minutos. Para plantear tu pregunta escribe a consultoriosexo@20minutos.es.

Estas son las respuestas de esta semana que ha dado nuestro experto, Santiago Frago.

Asexualidad en la pareja

PREGUNTA Mi consulta es la siguiente: Si se considera que aproximadamente un 1% de la población es asexual… ¿qué probabilidad hay de que funcione una pareja con mujer asexual y hombre sexual? ¿Existen estudios al respecto?

Considero que se trata de una carencia genética, pues conozco una familia de dos diferentes generaciones con, muy probablemente, asexualidad. Juan

RESPUESTA DEL EXPERTO Antes de dar respuesta a tu pregunta es preciso dar respuesta a la pregunta, ¿de qué hablamos cuando hablamos de asexual?

La RAE define asexual: “Sin sexo, ambiguo, indeterminado”. La pregunta se puede formular de otra manera: ¿Se puede vivir sin tener relaciones eróticas (sexuales)? Diría que NO, porque los seres humanos tendemos al encuentro con los demás, tendemos al abrazo, al beso, a las caricias, a las miradas….

La comunidad asexual se define como personas con una orientación sexual cuyo deseo erótico no se dirige ni hacia hombres ni hacia mujeres, es decir, hacia ningún sexo; aunque pueden tener deseo romántico y amoroso. Es decir, son personas que no sienten atracción sexual (erótica) por otras personas, pero sí pueden sentirse atraídos romántica, emocional o intelectualmente por otras personas.

Todos somos sexuados, no hay neutro. Sentirte atraído por un sexo en concreto, por varios o por ninguno no define tu sexualidad. De esta forma, la sexualidad y la orientación sexual serían conceptos independientes. «Puedes definirte como asexual, no como asexuado».

Es difícil concretar qué porcentaje de personas son asexuales, aunque es un hecho que constituyen un hecho de diversidad minoritaria.

No conozco estudios fiables acerca de la viabilidad de convivencia entre una persona asexual y otra sexual. Y no hay datos científicos que indiquen causas genéticas al hecho de la asexualidad.

El futuro está sin escribir en muchos ámbitos de la vida y también en la esfera erótica y relacional. Una persona, en este momento, se define y vive como asexual, pero no es descartable que su orientación erótica pueda cambiar en el transcurrir de los años;

igualmente puede suceder que una persona que en la actualidad convive bien con esta situación relacional, más adelante pueda vivirla de modo diferente.

Pastillas para la erección

PREGUNTA Tengo 61 años, estoy bien de salud en general y me gustaría saber qué tipo de pastillas o producto natural me pueden recomendar, del tipo viagra o sildenafilo, que sea lo más barato posible, con mejor efecto y menor afectación para la salud. David.

RESPUESTA DEL EXPERTO David, de tu pregunta deduzco que presentas alguna irregularidad en tu erección, a pesar de manifestar que tienes una buena salud. Sería importante saber la causa de estas disfunciones para definir un tratamiento correcto. El sildenafilo es un buen fármaco para abordar la disfunción eréctil, no presenta apenas efectos secundarios y al ser genérico tiene un precio asumible; no obstante, debe prescribirlo un médico experto en Sexología o en Andrología para que valore si eres candidato al mismo, valore dosis y modo de tomarlo.

Coitocentrismo, disfunción, obsesión…

PREGUNTA Tengo 45 años, llevo 21 con mi novia y hace año y medio tuve un mes con disfunción eréctil psicológica que venía provocada, primero, por una falta de deseo sexual y, después por problemas de ansiedad tras un par de «fallos» iniciales. Solo me afectaban en el coito.

He de comentar que, con el paso de los años, nuestras posturas se fueron reduciendo a dos, sin preliminares (solo coito) y con tres encuentros sexuales por semana; motivo por el cual empecé a tener menos deseo, al tener la sensación de que nuestra vida sexual se había reducido a las mismas posturas, casi siempre los mismos días de la semana (frecuentemente muy al final del día) y solo centrados en el coito. Ella no tenía inconveniente con esta situación.

Con pautas de meditación, hablando el tema con ella e informándome mejor conseguí recuperar las erecciones, pero, desde entonces no estoy del todo concentrado en el coito y, la verdad, muchas veces acabo haciéndolo casi más pendiente de mi erección que de disfrutar como antes; de hecho, últimamente incluso me ha costado tener erección o mantenerla.

Ha llegado un punto en el cual, aunque seguimos teniendo relaciones coitales, me estoy agotando mentalmente, porque me cuesta estar pendiente de disfrutar, y pensar en tener sexo me provoca una sensación de obligación, aparte de que muchas veces, el día que probablemente vamos a tener sexo, estoy dándole vueltas a «si saldrá bien y no fallaré».

En este punto, he comentado con ella estar un tiempo indeterminado sin coito y está de acuerdo (todo lo hablo con ella). Sí que haríamos sexo oral (que hace años que no hacemos), masturbación, masajes, etcétera. Sé que deberíamos probar cambiando otras posturas, introduciendo juegos y demás, pero siempre hemos sido muy de ir al grano (los dos) y, sinceramente, no creo que lo hiciésemos muchas veces y volveríamos a lo mismo de siempre.

Por otra parte, aunque sé que se puede tener una sexualidad plena sin coito, me siento mal por renunciar de forma preventiva al mismo, imagino que será porque mi vida sexual con ella ha estado basada los últimos 15 años en el coitocentrismo. Por un lado creo que me vendría muy bien renunciar al coito y centrarme en otros placeres sexuales y que mi mente se relaje un tiempo, pero, por otro, no me siento completo sexualmente.

Después de todo este rollo, mi pregunta es: ¿debería ir ya a terapia sexual para intentar que vuelva a tener relaciones coitales sin pensar en mi erección, o probar primero con un periodo sin coito a ver qué tal una vida postcoital? David.

RESPUESTA DEL EXPERTO Los gustos y los deseos eróticos se mueven en clave de singularidad y además se van modificando con el paso de los años y la evolución dinámica y cambiante de la relación.

El erotismo constituye un jeroglífico personal de carácter biográfico y conformado por una serie de elementos que lo hacen único y exclusivo en cada persona.

Es interesante abrirse a la versatilidad en cuanto a los juegos eróticos, pero no es menos cierto que dicha versatilidad está condicionada a los deseos. Por otra parte, recuerda que en el ámbito del erotismo es más importante dedicarse a “sentir” que dedicarse a “probar”.

En toda disfunción eréctil hay un componente psicógeno, con independencia de que exista una posible causa orgánica. Si tienes erecciones cuando te masturbas, al despertar y en los juegos eróticos no coitales, casi podría deducirse que no hay causa orgánica que justifique tus dificultades de erección en un contexto relacional.

Es probable que tras unos encuentros eróticos marcados por tus irregularidades eréctiles, se hayan puesto en marcha dos elementos que chocan entre sí: el deseo erótico y el miedo a que se repita el problema; en ese duelo siempre acaba ganando el miedo, miedo que se traduce en ansiedad y que origina una lógica respuesta vascular cuya traducción es una pérdida de erección.

Las parejas suelen tener claro que al amor hay que dedicarse para evitar llegar al desamor, pero al erotismo e intimidad también hay que dedicarse para evitar el desencuentro, la rutina y la distancia erótica; y todo para que el erotismo no acabe siendo demasiado predecible.

Una buena conversación sexual, en torno a una cena íntima, podría ser un buen comienzo para intentar dinamizar vuestra relación erótica, explorar nuevos deseos y arriesgaros a ser más versátiles en vuestros juegos eróticos.

Si a pesar de vuestra alta complicidad, la esfera erótica no os resulta satisfactoria, os sugiero un asesoramiento con un profesional de la Sexología que os indicará estrategias para activar y dinamizar vuestra vida íntima.

 Ya tienes aquí una nueva entrega del consultorio de sexo que cada semana te trae 20minutos. Para plantear tu pregunta escribe a consultoriosexo@20minutos.es  

Ya tienes aquí una nueva entrega del consultorio de sexo que cada semana te trae 20minutos. Para plantear tu pregunta escribe a consultoriosexo@20minutos.es.

Estas son las respuestas de esta semana que ha dado nuestro experto, Santiago Frago.

Asexualidad en la pareja

PREGUNTA Mi consulta es la siguiente: Si se considera que aproximadamente un 1% de la población es asexual… ¿qué probabilidad hay de que funcione una pareja con mujer asexual y hombre sexual? ¿Existen estudios al respecto?

Considero que se trata de una carencia genética, pues conozco una familia de dos diferentes generaciones con, muy probablemente, asexualidad. Juan

RESPUESTA DEL EXPERTO Antes de dar respuesta a tu pregunta es preciso dar respuesta a la pregunta, ¿de qué hablamos cuando hablamos de asexual?

La RAE define asexual: “Sin sexo, ambiguo, indeterminado”. La pregunta se puede formular de otra manera: ¿Se puede vivir sin tener relaciones eróticas (sexuales)? Diría que NO, porque los seres humanos tendemos al encuentro con los demás, tendemos al abrazo, al beso, a las caricias, a las miradas….

La comunidad asexual se define como personas con una orientación sexual cuyo deseo erótico no se dirige ni hacia hombres ni hacia mujeres, es decir, hacia ningún sexo; aunque pueden tener deseo romántico y amoroso. Es decir, son personas que no sienten atracción sexual (erótica) por otras personas, pero sí pueden sentirse atraídos romántica, emocional o intelectualmente por otras personas.

Todos somos sexuados, no hay neutro. Sentirte atraído por un sexo en concreto, por varios o por ninguno no define tu sexualidad. De esta forma, la sexualidad y la orientación sexual serían conceptos independientes. «Puedes definirte como asexual, no como asexuado».

Es difícil concretar qué porcentaje de personas son asexuales, aunque es un hecho que constituyen un hecho de diversidad minoritaria.

No conozco estudios fiables acerca de la viabilidad de convivencia entre una persona asexual y otra sexual. Y no hay datos científicos que indiquen causas genéticas al hecho de la asexualidad.

El futuro está sin escribir en muchos ámbitos de la vida y también en la esfera erótica y relacional. Una persona, en este momento, se define y vive como asexual, pero no es descartable que su orientación erótica pueda cambiar en el transcurrir de los años;

igualmente puede suceder que una persona que en la actualidad convive bien con esta situación relacional, más adelante pueda vivirla de modo diferente.

Pastillas para la erección

PREGUNTA Tengo 61 años, estoy bien de salud en general y me gustaría saber qué tipo de pastillas o producto natural me pueden recomendar, del tipo viagra o sildenafilo, que sea lo más barato posible, con mejor efecto y menor afectación para la salud. David.

RESPUESTA DEL EXPERTO David, de tu pregunta deduzco que presentas alguna irregularidad en tu erección, a pesar de manifestar que tienes una buena salud. Sería importante saber la causa de estas disfunciones para definir un tratamiento correcto. El sildenafilo es un buen fármaco para abordar la disfunción eréctil, no presenta apenas efectos secundarios y al ser genérico tiene un precio asumible; no obstante, debe prescribirlo un médico experto en Sexología o en Andrología para que valore si eres candidato al mismo, valore dosis y modo de tomarlo.

Coitocentrismo, disfunción, obsesión…

PREGUNTA Tengo 45 años, llevo 21 con mi novia y hace año y medio tuve un mes con disfunción eréctil psicológica que venía provocada, primero, por una falta de deseo sexual y, después por problemas de ansiedad tras un par de «fallos» iniciales. Solo me afectaban en el coito.

He de comentar que, con el paso de los años, nuestras posturas se fueron reduciendo a dos, sin preliminares (solo coito) y con tres encuentros sexuales por semana; motivo por el cual empecé a tener menos deseo, al tener la sensación de que nuestra vida sexual se había reducido a las mismas posturas, casi siempre los mismos días de la semana (frecuentemente muy al final del día) y solo centrados en el coito. Ella no tenía inconveniente con esta situación.

Con pautas de meditación, hablando el tema con ella e informándome mejor conseguí recuperar las erecciones, pero, desde entonces no estoy del todo concentrado en el coito y, la verdad, muchas veces acabo haciéndolo casi más pendiente de mi erección que de disfrutar como antes; de hecho, últimamente incluso me ha costado tener erección o mantenerla. 

Ha llegado un punto en el cual, aunque seguimos teniendo relaciones coitales, me estoy agotando mentalmente, porque me cuesta estar pendiente de disfrutar, y pensar en tener sexo me provoca una sensación de obligación, aparte de que muchas veces, el día que probablemente vamos a tener sexo, estoy dándole vueltas a «si saldrá bien y no fallaré».

En este punto, he comentado con ella estar un tiempo indeterminado sin coito y está de acuerdo (todo lo hablo con ella). Sí que haríamos sexo oral (que hace años que no hacemos), masturbación, masajes, etcétera. Sé que deberíamos probar cambiando otras posturas, introduciendo juegos y demás, pero siempre hemos sido muy de ir al grano (los dos) y, sinceramente, no creo que lo hiciésemos muchas veces y volveríamos a lo mismo de siempre.

Por otra parte, aunque sé que se puede tener una sexualidad plena sin coito, me siento mal por renunciar de forma preventiva al mismo, imagino que será porque mi vida sexual con ella ha estado basada los últimos 15 años en el coitocentrismo. Por un lado creo que me vendría muy bien renunciar al coito y centrarme en otros placeres sexuales y que mi mente se relaje un tiempo, pero, por otro, no me siento completo sexualmente.

Después de todo este rollo, mi pregunta es: ¿debería ir ya a terapia sexual para intentar que vuelva a tener relaciones coitales sin pensar en mi erección, o probar primero con un periodo sin coito a ver qué tal una vida postcoital? David.

RESPUESTA DEL EXPERTO Los gustos y los deseos eróticos se mueven en clave de singularidad y además se van modificando con el paso de los años y la evolución dinámica y cambiante de la relación.

El erotismo constituye un jeroglífico personal de carácter biográfico y conformado por una serie de elementos que lo hacen único y exclusivo en cada persona.

Es interesante abrirse a la versatilidad en cuanto a los juegos eróticos, pero no es menos cierto que dicha versatilidad está condicionada a los deseos. Por otra parte, recuerda que en el ámbito del erotismo es más importante dedicarse a “sentir” que dedicarse a “probar”.

En toda disfunción eréctil hay un componente psicógeno, con independencia de que exista una posible causa orgánica. Si tienes erecciones cuando te masturbas, al despertar y en los juegos eróticos no coitales, casi podría deducirse que no hay causa orgánica que justifique tus dificultades de erección en un contexto relacional.

Es probable que tras unos encuentros eróticos marcados por tus irregularidades eréctiles, se hayan puesto en marcha dos elementos que chocan entre sí: el deseo erótico y el miedo a que se repita el problema; en ese duelo siempre acaba ganando el miedo, miedo que se traduce en ansiedad y que origina una lógica respuesta vascular cuya traducción es una pérdida de erección.

Las parejas suelen tener claro que al amor hay que dedicarse para evitar llegar al desamor, pero al erotismo e intimidad también hay que dedicarse para evitar el desencuentro, la rutina y la distancia erótica; y todo para que el erotismo no acabe siendo demasiado predecible.

Una buena conversación sexual, en torno a una cena íntima, podría ser un buen comienzo para intentar dinamizar vuestra relación erótica, explorar nuevos deseos y arriesgaros a ser más versátiles en vuestros juegos eróticos.

Si a pesar de vuestra alta complicidad, la esfera erótica no os resulta satisfactoria, os sugiero un asesoramiento con un profesional de la Sexología que os indicará estrategias para activar y dinamizar vuestra vida íntima.

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