Converger con pensiones

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España se ha convertido en un país de moda para los inversores. El PIB crece muy por encima de la media de la UE y de la OCDE y, aunque la inestabilidad política deteriora el marco institucional, con levantar un poco la vista no es difícil encontrar ejemplos peores en situación más comprometida. El modelo de económico sigue ofreciendo algunas dudas, como que en buena medida esté soportado por el incremento de población y no de productividad. Ello conduce a que el proceso de convergencia con respecto a Europa en términos de PIB per cápita no avance en consonancia con el aumento de la riqueza, que se reparte entre más gente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo recientemente que la UE se había constituido para «joder» a Estados Unidos. En realidad, se trató de un proyecto de los propios europeos para no joderse entre ellos. Un verdadero milagro de paz. La Comunidad del Carbóny del Acero nació en 1951, sólo seis años después de que varios de sus estados fundadores, en especial Alemania, estuvieran masacrando a sus poblaciones en la II Guerra Mundial. Aquello dio lugar a un mercado común en el que 27 países intentan integrarse para converger también en sus rentas y en su nivel de vida. El resultado es el que tenemos hoy. Pese a las dificultades y al fatalismo existente, se trata de un caso de éxito, en el que la prosperidad cuelga de los valores democráticos.
España entró en la Comunidad en 1986 y empezó a converger en renta con Europa hasta principios de siglo, cuando la tendencia comenzó a invertirse. El proceso también está resultando anómalo en el interior del país. El INE señala que cuatro autonomías están muy por encima de la media –Madrid, Cataluña, País Vasco y Navarra–, mientras que diez están por debajo de manera más o menos destacada, aunque no todas se comportan igual.
Tres de ellas, como Andalucía, la Región de Murcia o la Comunidad Valenciana, han desarrollado polos económicos propios, basados en el turismo, la industria o agroalimentación, y han incrementado su población. Sin embargo, su tasa de convergencia en PIB per cápita con la media española apenas ha avanzado o ha retrocedido.
Por contra, otras autonomías que han perdido habitantes y que registran un envejecimiento acusado cada vez están más cerca del PIB per cápita medio. Es el caso de Extremadura y, sobre todo, de Asturias. Ello apunta a que, más que la productividad o la población activa, el factor determinante de la convergencia está siendo el aumento de la pensión. Dichosa juventud.

 Actualidad Económica // elmundo

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