La primera ministra Frederiksen niega que los daneses no sean «buenos aliados», como sostiene el vicepresidente Vance, al mismo tiempo que admite las carencias europeas en defensa Leer La primera ministra Frederiksen niega que los daneses no sean «buenos aliados», como sostiene el vicepresidente Vance, al mismo tiempo que admite las carencias europeas en defensa Leer
Dinamarca continúa haciendo equilibrismo ante la insistente ambición del presidente de EEUU, Donald Trump, de conseguir «la posesión y el control» de Groenlandia, que es actualmente un territorio autónomo bajo administración danesa. Su primera ministra, la socialdemócrata Mette Frederiksen, se ha visto obligada a reaccionar con un cierto tono de indignación a las declaraciones de JD Vance, vicepresidente de Trump, acusando a los daneses de no ser buenos aliados, al mismo tiempo que ha mostrado su disposición a facilitar aún más la presencia militar estadounidense en la isla ártica.
En una entrevista con el canal Fox News, Vance ha manifestado que «es posible» que EEUU se haga con el control de Groenlandia porque «es muy importante para la seguridad nacional». El vicepresidente no ha dudado en criticar a Dinamarca por lo que considera una dejación de funciones a la hora de proteger la isla: «Los chinos y los rusos utilizan allí rutas marinas y los daneses no están haciendo su trabajo. Y eso no es propio de un buen aliado».
En declaraciones efectuadas antes y después de su llegada a Bruselas para participar en una cumbre de la UE, Frederiksen ha querido recordar el largo historial de Dinamarca como socia de EEUU: «Hemos luchado junto a ellos durante muchas décadas. Hemos sacrificado a muchos de nuestros jóvenes. Hemos doblado nuestro presupuesto de defensa y hemos cerrado un acuerdo bilateral de defensa con el Gobierno norteamericano. Somos uno de los mejores, más leales y más importantes aliados de EEUU, y por eso no quiero que se diga que somos un mal aliado. Ni lo somos ni los hemos sido ni lo seremos en el futuro».
Cabe recordar que Dinamarca fue, junto al Reino Unido, el único aliado de EEUU que mantuvo tropas en primera línea de combate durante toda la duración de las guerras de Afganistán e Irak. Además, ha contribuido activamente en las operaciones navales contra los piratas somalíes y la milicia hutí de Yemen. En el conflicto afgano, las pérdidas relativas de las fuerzas danesas fueron de 0,74 muertes por 100.000 habitantes, la misma proporción que EEUU.
Frederiksen, sin embargo, ha reconocido que es necesaria una mayor implicación danesa respecto a la seguridad de Groenlandia, tal y como exige Trump: «Es cierto que nuestra actividad en el Ártico, al igual que la de los demás estados de la región, debe intensificarse porque es una zona cada vez más importante en lo que a defensa y disuasión se refiere».
La primera ministra socialdemócrata ha abierto las puertas a una mayor presencia militar de EEUU en la isla, donde ya cuenta en el noroeste con la Base Espacial de Pituffik, una instalación crucial para la seguridad del territorio estadounidense, ya que dispone de un sistema de alerta temprana contra eventuales ataques nucleares desde suelo ruso.
«EEUU ya tiene una presencia en Groenlandia que se podría ampliar si fuera necesario que sea más fuerte», ha indicado Frederiksen. «Si se trata de asegurar nuestra parte del mundo, juntos podemos encontrar una manera de avanzar. No debe cundir el pánico, pero tenemos prisa porque Rusia y su presidente, Vladimir Putin, no sólo amenazan a Ucrania, sino que nos amenazan a todos, por lo que debemos ser capaces de defendernos».
«La mayor dificultad a la que nos enfrentamos en la UE es que se trabaja demasiado despacio», ha añadido. «No se están acelerando las líneas de producción y seguimos pensando como si estuviéramos en tiempos de paz. No digo que estemos en guerra, pero necesitamos cambiar de mentalidad y adquirir un sentido de urgencia».
Las declaraciones de Frederiksen suponen un reconocimiento bastante evidente de las críticas de Trump hacia las carencias europeas en materia de seguridad y defensa. Una sensación cada vez más extendida entre la opinión pública danesa.
En un largo artículo publicado el pasado fin de semana, Niels Th. Dahl, analista político de Jyllands-Posten, uno de los principales diarios daneses, citaba fuentes del Gobierno danés que admiten en privado que «Trump tiene razón» cuando señala que Dinamarca no ha cumplido su misión a la hora de proteger la isla ártica y no tiene realmente capacidad para ello.
Dahl detalla media docena de promesas danesas sobre defensa efectuadas a la OTAN en la última década, desde nuevas brigadas hasta fábricas de munición, pasando por drones árticos de vigilancia. O van con enorme retraso o no se han cumplido en absoluto.
De hecho, ni siquiera es necesario recurrir a fuentes anónimas para toparse con opiniones comprensivas hacia el nuevo presidente de EEUU. El propio ministro de Asuntos Exteriores danés, el moderado Lars Løkke Rasmussen, que fue primer ministro de 2009 a 2011y de 2015 a 2019, se ha expresado en este sentido con gran claridad.
«Actualmente, existe una diferencia de temperamento diplomático entre Washington y nosotros, lo cual no significa que no veamos que lo que ellos dicen tiene una lógica», ha explicado Løkke. «Trump ya advirtió en su primer mandato contra el gasoducto Nord Stream 2 porque creaba dependencia del gas ruso. Tampoco entendía por qué Europa no respaldaba militarmente a Ucrania. Ha captado varias veces problemáticas importantes y lo que dice tiene casi siempre un fundamento real».
Internacional // elmundo