El elegido de Diana Morant: de cobrar más como su jefe de Gabinete a ‘puestazo’ en Moncloa

Diana Morant aterrizó en el Ministerio de Ciencia e Innovación (posteriormente Ciencia y Universidades) en julio de 2021, sustituyendo al astronauta Pedro Duque en aquel verano en que Sánchez remodeló el Gobierno con nombramientos ‘de partido’ orientados a cerrar filas. Uno de ellos fue el de la alcaldesa de Gandía. «Cuando un Ejecutivo es débil, tiende a politizarse », cuentan hoy desde el CSIC personas que fueron testigos del relevo. Tres meses después del traspaso de cartera, a finales de septiembre de 2021, al despacho de al lado de Morant llegó su nuevo jefe de Gabinete, el sociólogo Josep Lobera . El equipo que había acompañado a Pedro Duque fue cesado de manera paulatina y, con Lobera, fueron incorporándose otros perfiles que la ministra se había traído de Gandía. Pasado el tiempo, aquel cercano colaborador de Morant con el que « siempre tuvo una gran complicidad » –según relatan varias fuentes que formaron parte de su equipo con las que ha hablado ABC– fue nombrado director de la oficina de los asesores científicos del Gobierno de Sánchez en febrero de 2024. En el año anterior a su salida, en 2023, Josep Lobera había ingresado 98.854 euros, según el Portal de Transparencia de la Administración General del Estado. Un sueldo algo mayor que el de su predecesor, pues su jefa le concedió un complemento de productividad de 39.807 euros en ese último periodo en el que trabajaron juntos. Ahora, al frente de la ONAC, está en el máximo nivel funcionarial (el 30) y tiene una retribución anual de 68.176 euros, según informa Transparencia a este diario. Lobera ha perdido el generoso complemento de productividad, sin embargo, « ha ganado en influencia al pasar del Ministerio de Ciencia al de Presidencia, que es del que depende esta oficina de asesores», aseguran fuentes del CSIC a este diario. «Por no hablar de que, ahora que la carrera de Morant está centrada en Valencia, el nombramiento puede entenderse como una forma de asegurar una posición de poder de cara al futuro», rematan. Pero el coqueteo de Josep Lobera (Barcelona, 1975) con la política había empezado antes de conocer a Diana Morant. Estudió ingeniería superior de materiales en la Universidad Politécnica de Cataluña, en la que también se doctoró en Sostenibilidad, Tecnología y Humanismo. Sin embargo, este catalán siempre s e ha presentado y ejercido como sociólogo y, de hecho, ha sido profesor de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid. Antes de incorporarse al departamento de la ministra, Lobera elaboraba encuestas sobre la percepción social de la ciencia para Fecyt, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, que depende del Ministerio de Ciencia. Encuestas sobre ciencia Fue uno de esos perfiles muy activos durante la pandemia que, entre otras cosas, se volcó en la vacunación y su percepción social. « Lo que había hecho hasta entonces eran encuestas y se notaba . La gestión en el gabinete le venía grande y se le veía bastante superado», informan a ABC fuentes que trabajaron con él en el Gabinete. Los despachos de Morant y Lobera se separaron en febrero de 2024. El día 7, este último le daba las gracias a la ministra por su «confianza». El día 11, Pedro Sánchez anunció la creación de la ONAC y dos días después el Consejo de ministros aprobaba el nombramiento de Josep Lobera como jefe de esta nueva oficina que se encargaría de asesorar científicamente a cada uno de los ministerios. Allí está al frente de 22 científicos cuyos informes tratan de orientar las decisiones políticas . Aunque el sueldo de esos profesionales que han de ser independientes lo paga Moncloa, pues la ONAC es un órgano órgano adscrito a la Secretaría General de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica, dentro de la estructura de Presidencia del Gobierno. El tema recurrente de la decoración y la «obsesión» por «salir guapa» en la foto Durante el tiempo en que Josep Lobera fue el jefe de Gabinete de Diana Morant, era habitual que se mostrase «obsesionado» con que la ministra socialista «saliera guapa en las fotos». Así lo relatan exmiembros del equipo del departamento de Ciencia y Universidades que hacen hincapié en la «excesiva» importancia que Morant le otorga a su aspecto e imagen pública. Además, estas mismas fuentes explican a ABC que «la decoración de la residencia oficial era otra de esas cuestiones que capitalizaban las reuniones de forma recurrente». Esta preocupación por lo estético queda reflejada, a su vez, en el dinero que la ministra se ha gastado en acondicionar la casa que ocupa como miembro del Gobierno de Pedro Sánchez. La actual secretaria general del partido socialista valenciano (PSPV-PSOE) adjudicó por aquel entonces un «contrato menor de servicios para acondicionamiento de interiores en las dependencias del Ministerio de Ciencia e Innovación» a una decoradora de Gandía, ciudad de la que fue alcaldesa, por valor de 14.744 euros, según figura en la plataforma de Contratación del Ministerio de Hacienda.La concepción de esta oficina ha despertado algunas suspicacias en ciertos sectores científicos. «No está mal que este tipo de órganos se impulsen desde el Gobierno, incluso desde la presidencia, para que tengan de salida un gran impulso, pero el plan a medio plazo siempre tendría que ser se desligaran del propio Ejecutivo para ser autónomos, independientes», expresa a ABC Luis Miller, científico titular del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC, y que ha ayudado a la Fecyt con la convocatoria de proyectos de la ONAC. Lobera, Morant y Sánchez el día en que se presentó la ONAC (Oficia Nacional de Asesoramiento Científico) EP Fernando Josa, que es doctor en Biología Molecular y experto evaluador en la Comisión Europea, observa un cierto « clientelismo» con esta cuestión. La probabilidad, dice, de que la opinión de estos asesores contradiga el sentido de la narrativa de lo que quiere escuchar la mano que les da de comer es pequeña. «Desde un punto de vista técnico, las únicas personas con autoridad moral para dar argumentos basados en evidencia científica son los propios científicos. La clave no es el dato en sí, sino la interpretación de ese dato », añade este investigador, que conoce desde hace años el mundo de las asociaciones científicas y ha salido «escaldado» de muchas de ellas. «No podemos obviar que invocar la ciencia para justificar una acción política y legitimarla ante la opinión pública resulta, a fecha de hoy, muy útil para cualquier dirigente», opina Vicente Bellver, que es catedrático de Filosofía del Derecho y presidente del Comité de Bioética de la Comunidad Valenciana,El pasado mes de diciembre la ONAC anunció los nombres de los primeros 22 elegidos que formarán parte del gabinete de cada ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. Curiosamente, seis son sociólogo s, como Josep Lobera. Diana Morant aterrizó en el Ministerio de Ciencia e Innovación (posteriormente Ciencia y Universidades) en julio de 2021, sustituyendo al astronauta Pedro Duque en aquel verano en que Sánchez remodeló el Gobierno con nombramientos ‘de partido’ orientados a cerrar filas. Uno de ellos fue el de la alcaldesa de Gandía. «Cuando un Ejecutivo es débil, tiende a politizarse », cuentan hoy desde el CSIC personas que fueron testigos del relevo. Tres meses después del traspaso de cartera, a finales de septiembre de 2021, al despacho de al lado de Morant llegó su nuevo jefe de Gabinete, el sociólogo Josep Lobera . El equipo que había acompañado a Pedro Duque fue cesado de manera paulatina y, con Lobera, fueron incorporándose otros perfiles que la ministra se había traído de Gandía. Pasado el tiempo, aquel cercano colaborador de Morant con el que « siempre tuvo una gran complicidad » –según relatan varias fuentes que formaron parte de su equipo con las que ha hablado ABC– fue nombrado director de la oficina de los asesores científicos del Gobierno de Sánchez en febrero de 2024. En el año anterior a su salida, en 2023, Josep Lobera había ingresado 98.854 euros, según el Portal de Transparencia de la Administración General del Estado. Un sueldo algo mayor que el de su predecesor, pues su jefa le concedió un complemento de productividad de 39.807 euros en ese último periodo en el que trabajaron juntos. Ahora, al frente de la ONAC, está en el máximo nivel funcionarial (el 30) y tiene una retribución anual de 68.176 euros, según informa Transparencia a este diario. Lobera ha perdido el generoso complemento de productividad, sin embargo, « ha ganado en influencia al pasar del Ministerio de Ciencia al de Presidencia, que es del que depende esta oficina de asesores», aseguran fuentes del CSIC a este diario. «Por no hablar de que, ahora que la carrera de Morant está centrada en Valencia, el nombramiento puede entenderse como una forma de asegurar una posición de poder de cara al futuro», rematan. Pero el coqueteo de Josep Lobera (Barcelona, 1975) con la política había empezado antes de conocer a Diana Morant. Estudió ingeniería superior de materiales en la Universidad Politécnica de Cataluña, en la que también se doctoró en Sostenibilidad, Tecnología y Humanismo. Sin embargo, este catalán siempre s e ha presentado y ejercido como sociólogo y, de hecho, ha sido profesor de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid. Antes de incorporarse al departamento de la ministra, Lobera elaboraba encuestas sobre la percepción social de la ciencia para Fecyt, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, que depende del Ministerio de Ciencia. Encuestas sobre ciencia Fue uno de esos perfiles muy activos durante la pandemia que, entre otras cosas, se volcó en la vacunación y su percepción social. « Lo que había hecho hasta entonces eran encuestas y se notaba . La gestión en el gabinete le venía grande y se le veía bastante superado», informan a ABC fuentes que trabajaron con él en el Gabinete. Los despachos de Morant y Lobera se separaron en febrero de 2024. El día 7, este último le daba las gracias a la ministra por su «confianza». El día 11, Pedro Sánchez anunció la creación de la ONAC y dos días después el Consejo de ministros aprobaba el nombramiento de Josep Lobera como jefe de esta nueva oficina que se encargaría de asesorar científicamente a cada uno de los ministerios. Allí está al frente de 22 científicos cuyos informes tratan de orientar las decisiones políticas . Aunque el sueldo de esos profesionales que han de ser independientes lo paga Moncloa, pues la ONAC es un órgano órgano adscrito a la Secretaría General de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica, dentro de la estructura de Presidencia del Gobierno. El tema recurrente de la decoración y la «obsesión» por «salir guapa» en la foto Durante el tiempo en que Josep Lobera fue el jefe de Gabinete de Diana Morant, era habitual que se mostrase «obsesionado» con que la ministra socialista «saliera guapa en las fotos». Así lo relatan exmiembros del equipo del departamento de Ciencia y Universidades que hacen hincapié en la «excesiva» importancia que Morant le otorga a su aspecto e imagen pública. Además, estas mismas fuentes explican a ABC que «la decoración de la residencia oficial era otra de esas cuestiones que capitalizaban las reuniones de forma recurrente». Esta preocupación por lo estético queda reflejada, a su vez, en el dinero que la ministra se ha gastado en acondicionar la casa que ocupa como miembro del Gobierno de Pedro Sánchez. La actual secretaria general del partido socialista valenciano (PSPV-PSOE) adjudicó por aquel entonces un «contrato menor de servicios para acondicionamiento de interiores en las dependencias del Ministerio de Ciencia e Innovación» a una decoradora de Gandía, ciudad de la que fue alcaldesa, por valor de 14.744 euros, según figura en la plataforma de Contratación del Ministerio de Hacienda.La concepción de esta oficina ha despertado algunas suspicacias en ciertos sectores científicos. «No está mal que este tipo de órganos se impulsen desde el Gobierno, incluso desde la presidencia, para que tengan de salida un gran impulso, pero el plan a medio plazo siempre tendría que ser se desligaran del propio Ejecutivo para ser autónomos, independientes», expresa a ABC Luis Miller, científico titular del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC, y que ha ayudado a la Fecyt con la convocatoria de proyectos de la ONAC. Lobera, Morant y Sánchez el día en que se presentó la ONAC (Oficia Nacional de Asesoramiento Científico) EP Fernando Josa, que es doctor en Biología Molecular y experto evaluador en la Comisión Europea, observa un cierto « clientelismo» con esta cuestión. La probabilidad, dice, de que la opinión de estos asesores contradiga el sentido de la narrativa de lo que quiere escuchar la mano que les da de comer es pequeña. «Desde un punto de vista técnico, las únicas personas con autoridad moral para dar argumentos basados en evidencia científica son los propios científicos. La clave no es el dato en sí, sino la interpretación de ese dato », añade este investigador, que conoce desde hace años el mundo de las asociaciones científicas y ha salido «escaldado» de muchas de ellas. «No podemos obviar que invocar la ciencia para justificar una acción política y legitimarla ante la opinión pública resulta, a fecha de hoy, muy útil para cualquier dirigente», opina Vicente Bellver, que es catedrático de Filosofía del Derecho y presidente del Comité de Bioética de la Comunidad Valenciana,El pasado mes de diciembre la ONAC anunció los nombres de los primeros 22 elegidos que formarán parte del gabinete de cada ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. Curiosamente, seis son sociólogo s, como Josep Lobera.  Diana Morant aterrizó en el Ministerio de Ciencia e Innovación (posteriormente Ciencia y Universidades) en julio de 2021, sustituyendo al astronauta Pedro Duque en aquel verano en que Sánchez remodeló el Gobierno con nombramientos ‘de partido’ orientados a cerrar filas. Uno de ellos fue el de la alcaldesa de Gandía. «Cuando un Ejecutivo es débil, tiende a politizarse », cuentan hoy desde el CSIC personas que fueron testigos del relevo. Tres meses después del traspaso de cartera, a finales de septiembre de 2021, al despacho de al lado de Morant llegó su nuevo jefe de Gabinete, el sociólogo Josep Lobera . El equipo que había acompañado a Pedro Duque fue cesado de manera paulatina y, con Lobera, fueron incorporándose otros perfiles que la ministra se había traído de Gandía. Pasado el tiempo, aquel cercano colaborador de Morant con el que « siempre tuvo una gran complicidad » –según relatan varias fuentes que formaron parte de su equipo con las que ha hablado ABC– fue nombrado director de la oficina de los asesores científicos del Gobierno de Sánchez en febrero de 2024. En el año anterior a su salida, en 2023, Josep Lobera había ingresado 98.854 euros, según el Portal de Transparencia de la Administración General del Estado. Un sueldo algo mayor que el de su predecesor, pues su jefa le concedió un complemento de productividad de 39.807 euros en ese último periodo en el que trabajaron juntos. Ahora, al frente de la ONAC, está en el máximo nivel funcionarial (el 30) y tiene una retribución anual de 68.176 euros, según informa Transparencia a este diario. Lobera ha perdido el generoso complemento de productividad, sin embargo, « ha ganado en influencia al pasar del Ministerio de Ciencia al de Presidencia, que es del que depende esta oficina de asesores», aseguran fuentes del CSIC a este diario. «Por no hablar de que, ahora que la carrera de Morant está centrada en Valencia, el nombramiento puede entenderse como una forma de asegurar una posición de poder de cara al futuro», rematan. Pero el coqueteo de Josep Lobera (Barcelona, 1975) con la política había empezado antes de conocer a Diana Morant. Estudió ingeniería superior de materiales en la Universidad Politécnica de Cataluña, en la que también se doctoró en Sostenibilidad, Tecnología y Humanismo. Sin embargo, este catalán siempre s e ha presentado y ejercido como sociólogo y, de hecho, ha sido profesor de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid. Antes de incorporarse al departamento de la ministra, Lobera elaboraba encuestas sobre la percepción social de la ciencia para Fecyt, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, que depende del Ministerio de Ciencia. Encuestas sobre ciencia Fue uno de esos perfiles muy activos durante la pandemia que, entre otras cosas, se volcó en la vacunación y su percepción social. « Lo que había hecho hasta entonces eran encuestas y se notaba . La gestión en el gabinete le venía grande y se le veía bastante superado», informan a ABC fuentes que trabajaron con él en el Gabinete. Los despachos de Morant y Lobera se separaron en febrero de 2024. El día 7, este último le daba las gracias a la ministra por su «confianza». El día 11, Pedro Sánchez anunció la creación de la ONAC y dos días después el Consejo de ministros aprobaba el nombramiento de Josep Lobera como jefe de esta nueva oficina que se encargaría de asesorar científicamente a cada uno de los ministerios. Allí está al frente de 22 científicos cuyos informes tratan de orientar las decisiones políticas . Aunque el sueldo de esos profesionales que han de ser independientes lo paga Moncloa, pues la ONAC es un órgano órgano adscrito a la Secretaría General de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica, dentro de la estructura de Presidencia del Gobierno. El tema recurrente de la decoración y la «obsesión» por «salir guapa» en la foto Durante el tiempo en que Josep Lobera fue el jefe de Gabinete de Diana Morant, era habitual que se mostrase «obsesionado» con que la ministra socialista «saliera guapa en las fotos». Así lo relatan exmiembros del equipo del departamento de Ciencia y Universidades que hacen hincapié en la «excesiva» importancia que Morant le otorga a su aspecto e imagen pública. Además, estas mismas fuentes explican a ABC que «la decoración de la residencia oficial era otra de esas cuestiones que capitalizaban las reuniones de forma recurrente». Esta preocupación por lo estético queda reflejada, a su vez, en el dinero que la ministra se ha gastado en acondicionar la casa que ocupa como miembro del Gobierno de Pedro Sánchez. La actual secretaria general del partido socialista valenciano (PSPV-PSOE) adjudicó por aquel entonces un «contrato menor de servicios para acondicionamiento de interiores en las dependencias del Ministerio de Ciencia e Innovación» a una decoradora de Gandía, ciudad de la que fue alcaldesa, por valor de 14.744 euros, según figura en la plataforma de Contratación del Ministerio de Hacienda.La concepción de esta oficina ha despertado algunas suspicacias en ciertos sectores científicos. «No está mal que este tipo de órganos se impulsen desde el Gobierno, incluso desde la presidencia, para que tengan de salida un gran impulso, pero el plan a medio plazo siempre tendría que ser se desligaran del propio Ejecutivo para ser autónomos, independientes», expresa a ABC Luis Miller, científico titular del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC, y que ha ayudado a la Fecyt con la convocatoria de proyectos de la ONAC. Lobera, Morant y Sánchez el día en que se presentó la ONAC (Oficia Nacional de Asesoramiento Científico) EP Fernando Josa, que es doctor en Biología Molecular y experto evaluador en la Comisión Europea, observa un cierto « clientelismo» con esta cuestión. La probabilidad, dice, de que la opinión de estos asesores contradiga el sentido de la narrativa de lo que quiere escuchar la mano que les da de comer es pequeña. «Desde un punto de vista técnico, las únicas personas con autoridad moral para dar argumentos basados en evidencia científica son los propios científicos. La clave no es el dato en sí, sino la interpretación de ese dato », añade este investigador, que conoce desde hace años el mundo de las asociaciones científicas y ha salido «escaldado» de muchas de ellas. «No podemos obviar que invocar la ciencia para justificar una acción política y legitimarla ante la opinión pública resulta, a fecha de hoy, muy útil para cualquier dirigente», opina Vicente Bellver, que es catedrático de Filosofía del Derecho y presidente del Comité de Bioética de la Comunidad Valenciana,El pasado mes de diciembre la ONAC anunció los nombres de los primeros 22 elegidos que formarán parte del gabinete de cada ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. Curiosamente, seis son sociólogo s, como Josep Lobera. RSS de noticias de sociedad

Te puede interesar