El PSOE lleva seis años y medio en el Gobierno y en teoría aún le queda mucha legislatura por delante, pero casi nadie lo diría si escucha los comentarios en los pasillos del 41º congreso socialista en Sevilla. El ambiente que se respira es el de un partido que se siente acosado por la oposición, por el debate mediático, por las redes, por las tertulias, pero sobre todo por algunos jueces que, según varios dirigentes consultados, están “acosando” al Ejecutivo. Un partido a la defensiva, que llama a la resistencia, a la espera del discurso del líder de este domingo, en el que, según explican varios, tratará de recuperar la iniciativa y dar moral a unos cuadros intermedios inquietos por la sucesión de noticias negativas para el Gobierno.
Pese a estar en el Gobierno, la sensación que trasladan es de llamada a la resistencia. Ferraz refuerza su estrategia jurídica y contrata a un prestigioso abogado
El PSOE lleva seis años y medio en el Gobierno y en teoría aún le queda mucha legislatura por delante, pero casi nadie lo diría si escucha los comentarios en los pasillos del 41º congreso socialista en Sevilla. El ambiente que se respira es el de un partido que se siente acosado por la oposición, por el debate mediático, por las redes, por las tertulias, pero sobre todo por algunos jueces que, según varios dirigentes consultados, están “acosando” al Ejecutivo. Un partido a la defensiva, que llama a la resistencia, a la espera del discurso del líder de este domingo, en el que, según explican varios, tratará de recuperar la iniciativa y dar moral a unos cuadros intermedios inquietos por la sucesión de noticias negativas para el Gobierno.
Tan larga y compleja se antoja esta batalla judicial que de momento el PSOE ha tomado una decisión relevante: contratar a Gonzalo Martínez Fresneda, un prestigioso abogado con mucho recorrido en casos en el Tribunal Supremo, ante la posible imputación de la asesora de La Moncloa Pilar Sánchez Acera por sus conversaciones con Juan Lobato, exlíder de Madrid, sobre el correo que perjudicaba al novio de Isabel Díaz Ayuso en su caso de fraude fiscal.
Casi todos los dirigentes que intervinieron este sábado lo hicieron para apuntar directa o indirectamente a ese “acoso judicial” que denuncian sufrir. Algunos lo hicieron de forma muy directa, como Santos Cerdán, secretario de organización y precisamente el hombre de mayor poder al que ha apuntado el empresario Víctor de Aldama en sus acusaciones a la cúpula socialista. “Hay una industria del odio generando fango, ruido y bilis sin parar con el objetivo de generar caos. Tergiversan declaraciones, generan bulos, manipulan imágenes. Son las mentiras de siempre, pero propagadas rápidamente con altavoces en programas de televisión, en prime time, en programas de radio, en digitales, en tertulias, en canales de YouTube, en redes sociales o en columnas de prensa de toda la vida. Incluso… en sede judicial. Sí, también en sede judicial”, clamó Cerdán entre el aplauso convencido de todo el plenario.
Los jueces son los grandes protagonistas de los comentarios de pasillo. Algunos incluso hablan de “golpe de Estado judicial”. Otros se lamentan de que el PSOE, con todos los años que ha gobernado desde 1982, no haya sido capaz de hacer una reforma profunda de la justicia que impida que esté cada vez más claramente dominada por los conservadores.
El discurso de Zapatero
Otros dirigentes, como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, buscaban fórmulas más irónicas, pero el mensaje era muy parecido y apuntaba a algunos jueces como el epicentro de una ofensiva contra el Gobierno que, según su visión, se ha intensificado de forma calculada justo cuando se acercaba el congreso. “Dicen que la justicia es lenta, pero a lo mejor hay que convocar muchos congresos del PSOE para que se acelere”, bromeó Zapatero. “Dicen que este es un Gobierno autoritario. Pero si vas a las redes y le dicen de todo. ¡Nunca ha habido más libertad de expresión! Dicen que es un gobierno que controla la justicia. ¡Que controla la justicia! ¡Jajaja! Si se le mide por cómo le fiscaliza la justicia, este gobierno tiene sobresaliente para matrícula de honor”, se rio el expresidente, que se ha convertido en el principal apoyo interno de Sánchez, frente al anterior, Felipe González, el gran ausente en este congreso y uno de los referentes políticos que con más dureza ataca a su sucesor en La Moncloa.
El PSOE sí admite que ha tenido un foco de corrupción grave en el Gobierno, el llamado caso Koldo, y por eso tomó la decisión de echar del partido y pedirle el acta rápidamente a José Luis Ábalos, exsecretario de organización, ahora en el Grupo Mixto y al borde de la imputación. Pero insiste en que las demás derivadas de este caso, sobre todo los intentos de Aldama por implicar a otros dirigentes, son totalmente falsas. Y asegura que otros casos contra la mujer o el hermano de Sánchez o contra el fiscal general por la filtración de un correo que perjudicaba al novio de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no tienen contenido penal real.
María Jesús Montero, la número dos del partido, también incidió en esta línea, en la que incluye a los medios. De hecho, protagonizó una mesa con Zapatero centrada precisamente en la desinformación. “La oposición utiliza a las instituciones judiciales para machacar al contrario. Asistimos a la fabricación de denuncias falsas. Se publican en medios sin ningún control y luego las llevan a los tribunales. Así tienen el paseíllo, la condena del telediario, porque tienen apariencia de veracidad. El PP solo quiere derribar a Sánchez. El PP ha roto el consenso democrático y las reglas del juego porque entiende que somos okupas, que el poder les pertenece”, clamó Montero.
Uno tras otro, todos los que se subían a una tribuna lanzaban algún mensaje sobre ese gran protagonista que sobrevuela el congreso y que ha cambiado por completo el sentido que tenía inicialmente, esto es una exhibición de unidad alrededor del líder antes de iniciar varias batallas regionales para relevar a algunos candidatos.
También lo hicieron en un tono especialmente grave dos apoyos fundamentales del Gobierno de coalición en estos años, los líderes de los dos grandes sindicatos, CC. OO. y UGT. Unai Sordo (CC. OO.) fue claro. Habló de los “poderes fácticos” que intentan acabar con el Gobierno, y trató de inyectar moral de resistencia. “España es una referencia en el mundo y en Europa. No hay nada peor que la sensación de que todo se cae a pedazos. En el nihilismo ganan los fascismos. Resistid, con inteligencia política, pero hay que resistir. No es verdad que todo está escrito”, clamó. Y Pepe Álvarez, de UGT, fue aún más lejos. “El único sindicato que interesa a la derecha es Manos Limpias, que ni es sindicato ni tiene las manos limpias. Solo tienen un fin, derrocar a este gobierno, por la puerta de atrás, intentar conseguir lo que no han conseguido en las elecciones, por eso abren procedimientos judiciales absurdos. ¿Alguien creía que a este presidente le iba a salir gratis, subir las pensiones, hacer la reforma laboral, tocar a la gran banca, a las energéticas? ¡No sale gratis! La UGT va a apoyar al Gobierno de izquierdas más transformador de la historia de nuestro país”, sentenció.
García Page se desmarca: “Un partido de Gobierno no puede ir de víctima”
Esta es la línea general, la que domina el congreso. Incluso el vídeo oficial, muy emotivo, y el discurso de Cerdán, apuntan una conexión entre la persecución que sufrió la izquierda durante el franquismo con el acoso que vive ahora el Gobierno. Pero no todo el mundo está de acuerdo con ella. Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha y de facto líder de la oposición interna, la rechazó de plano: “El PSOE está gobernando, no puede ocupar el papel de víctima. Debemos evitar todo lo que signifique poner en cuestión el sistema institucional y constitucional que tenemos, y solo tiene una lógica cuando va precedido de una dosis enorme de autocrítica”, remató.
En los pasillos se detecta una evidente inquietud por lo que puede venir por delante en la justicia, que va para largo, según la mayoría de los consultados. Algunos dirigentes de Madrid temen, por ejemplo, que se intente imputar al ministro Óscar López, el más que probable sucesor de Juan Lobato, en cuanto se haga con el poder en el PSOE de Madrid en unas primarias en enero. En el entorno de López insisten en que eso es imposible porque él no tuvo nada que ver con la conversación entre Lobato y la asesora Pilar Sánchez Acera, en la que hablaron de la posibilidad de utilizar el correo sobre el fraude fiscal de su novio contra Ayuso.
A falta de un mínimo debate en el plenario -la dirección cortó rápidamente el único intento de discrepar en público de una dirigente de la corriente Izquierda Socialista, a la que apenas dejaron hablar- el análisis crítico se deriva a los pasillos. Muchos dirigentes trasladan una absoluta desolación por el desastre de gestión política que supone tener un arma clara de desgaste de Ayuso, como este caso del fraude fiscal de 350.000 euros de su pareja, y que se haya convertido en un bumerán que ahora pone en problemas al PSOE por errores propios. “Miguel Ángel Rodríguez debe estar brindando a nuestra salud en la Puerta del Sol. No se puede hacer peor. Nos falta estrategia política, judicial y comunicativa”, señala uno de ellos. Con la contratación del nuevo abogado, Martínez Fresneda, todo se va preparando para una larga batalla en el campo judicial, con una relevancia política cada vez más clara. “Los jueces son la verdadera oposición, el PP y Vox solos no puede con nosotros”, resume un dirigente. Pero también hubo mensajes de optimismo, como el del propio Zapatero: “Yo también recibí muchos ataques, aunque no tantos como Sánchez. Y la peor fake news de la historia, la teoría de la conspiración del 11-M. Ha pasado el tiempo, y aquí estoy, y no estoy mal. Ganaremos con contención, convicción y lealtad”. Y terminó con un lema contra el hombre más rico del mundo y ahora principal aliado de Donald Trump y dueño de X: “¡A Elon Musk se le puede ganar!”
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