hace ahora tres años, María Amores e Ion Aramendi daban la bienvenida al mundo a Marieta, su tercera hija. Con ella, además, se convertían en familia numerosa. Pero, más allá de la felicidad propia del momento, el parto en sí fue una auténtica pesadilla que a punto estuvo de tener consecuencias fatales para la mamá.
Así lo recuerda ahora la comunicadora en un bonito texto con el que ha querido felicitar los 3 años a su hija. «Hace tres años cumplía 40 semanas de embarazo. Tenía 45 años, por protocolo me tenía que presentar en La Paz a parir aunque Marieta no daba señales de querer salir… Y allí que me pusieron monitores… ¡Pero nada! Tardé un día entero en reaccionar y sentirme un poco de parto«, escribe Amores en sus stories de Instagram. «Yo pensaba que iba a ser un paseo. Que el tercer parto estaba chupado… Ingenua de mí. La cosa se complicó bastante», apunta en su texto.
«El tema es que estuve mucho tiempo empujando y Marieta venía mirando para arriba y parecía grande, se encajaba. Pasaban muchos médicos por allí, demasiados, hasta que llegó la jefa de servicio y les echó una buena peta a todos y me mandó a quirófano», continúa.
Entonces, revela la decisión de los médicos. «Intentaron el parto con aparatos y finalmente decidieron cesárea. Oigo: ‘aquí está Marieta, sí que es grande, madre mía, menudo lechoncito’. Me la enseñan y de repente locura, ruidos, nerviosismo. Echan a la niña y al padre del quirófano y siento mucho frío, miedo y me voy a negro…«, relata.
«Me despierto sola, llena de cables, sin Marieta, sin Ion, uno de los peores momentos de mi vida. Me explican que estoy en observación, que se me reventó el útero. Me metieron un globo dentro y que no me podía mover porque había perdido mucha sangre. La niña está con su padre y yo sin móvil, sin poder beber agua. Solo lloraba. Una señora de la limpieza les llama la atención a las enfermeras porque no paro de llorar y deciden avisar a los médicos para que permitan a Ion traerme a Marieta porque yo no me creía que estuviera bien. Quería verla, estar con ella, olerla y no separarme jamás. Vino un médico y me dijo que estaba muy grave. Que había estado unos segundo en quirófano «ahí, ahí» y que lo importante es que tenía que recuperarme. Pero yo le imploré ver a mi bebé y lo conseguí», recuerda Amores en un relato que estremece.
Finalmente, pudieron sonreír. «Y me trajeron a mi niña. Nos conocimos un día después, y ahí volví a vivir. Se la volvieron a llevar pero yo empecé a recuperarme vertiginosamente y en menos de un día me mandaron a planta con ellos. Su padre se encargó de ella él solito desde el minuto uno sin saber muy bien cómo iba a ir la cosa conmigo. ¡Fue brutal! Estuvimos varios días allí porque yo no me podía mover y necesitaba transfusiones. Él fue madre y padre. Un 10″, dice sobre el presentador.
La comunicadora explica cómo el parto de su hija pequeña, que cumple ahora 3 años.
hace ahora tres años, María Amores e Ion Aramendi daban la bienvenida al mundo a Marieta, su tercera hija. Con ella, además, se convertían en familia numerosa. Pero, más allá de la felicidad propia del momento, el parto en sí fue una auténtica pesadilla que a punto estuvo de tener consecuencias fatales para la mamá.
Así lo recuerda ahora la comunicadora en un bonito texto con el que ha querido felicitar los 3 años a su hija. «Hace tres años cumplía 40 semanas de embarazo. Tenía 45 años, por protocolo me tenía que presentar en La Paz a parir aunque Marieta no daba señales de querer salir… Y allí que me pusieron monitores… ¡Pero nada! Tardé un día entero en reaccionar y sentirme un poco de parto«, escribe Amores en sus stories de Instagram. «Yo pensaba que iba a ser un paseo. Que el tercer parto estaba chupado… Ingenua de mí. La cosa se complicó bastante», apunta en su texto.
«El tema es que estuve mucho tiempo empujando y Marieta venía mirando para arriba y parecía grande, se encajaba. Pasaban muchos médicos por allí, demasiados, hasta que llegó la jefa de servicio y les echó una buena peta a todos y me mandó a quirófano», continúa.
Entonces, revela la decisión de los médicos. «Intentaron el parto con aparatos y finalmente decidieron cesárea. Oigo: ‘aquí está Marieta, sí que es grande, madre mía, menudo lechoncito’. Me la enseñan y de repente locura, ruidos, nerviosismo. Echan a la niña y al padre del quirófano y siento mucho frío, miedo y me voy a negro…«, relata.
«Me despierto sola, llena de cables, sin Marieta, sin Ion, uno de los peores momentos de mi vida. Me explican que estoy en observación, que se me reventó el útero. Me metieron un globo dentro y que no me podía mover porque había perdido mucha sangre. La niña está con su padre y yo sin móvil, sin poder beber agua. Solo lloraba. Una señora de la limpieza les llama la atención a las enfermeras porque no paro de llorar y deciden avisar a los médicos para que permitan a Ion traerme a Marieta porque yo no me creía que estuviera bien. Quería verla, estar con ella, olerla y no separarme jamás. Vino un médico y me dijo que estaba muy grave. Que había estado unos segundo en quirófano «ahí, ahí» y que lo importante es que tenía que recuperarme. Pero yo le imploré ver a mi bebé y lo conseguí», recuerda Amores en un relato que estremece.
Finalmente, pudieron sonreír. «Y me trajeron a mi niña. Nos conocimos un día después, y ahí volví a vivir. Se la volvieron a llevar pero yo empecé a recuperarme vertiginosamente y en menos de un día me mandaron a planta con ellos. Su padre se encargó de ella él solito desde el minuto uno sin saber muy bien cómo iba a ir la cosa conmigo. ¡Fue brutal! Estuvimos varios días allí porque yo no me podía mover y necesitaba transfusiones. Él fue madre y padre. Un 10″, dice sobre el presentador.
20MINUTOS.ES – Gente