Momentos antes del inicio del concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional en el Centro Cultural Nacional de Washington, conocido como Kennedy Center, el público ha dedicado un ensordecedor abucheo al vicepresidente JD Vance y su esposa, Usha, quienes se dirigían a sus asientos en el palco para escuchar una ópera a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Las protestas incluyeron gritos como «¡Habéis arruinado este sitio!», a los que el vicepresidente respondió con sonrisa y un leve saludo. Los asistentes fueron sometidos a un chequeo de seguridad por parte del Servicio Secreto antes de poder entrar al recinto, por lo que la función empezó con casi media hora de retraso.
El Kennedy Center ha sufrido diversas modificaciones durante este segundo mandato de Donald Trump, que han levantado mucho malestar. En febrero, el líder republicano destituyó al presidente de la junta directiva del centro y a 13 de sus miembros, nombrándose a sí mismo como sustituto. Además, escogió a su asesor de política exterior, Richard Grenell, como director interino y remodeló por completo la junta, nombrando a nuevos integrantes, entre los que se encuentra Usha Vance.
Trump ha situado la programación del Kennedy Center como uno de sus objetivos en la lucha contra el movimiento woke. El presidene declaró que «no le gustaba lo que estaban mostrando», y advirtió de que se aseguraría de que «lo que se muestra sea bueno y no woke«.
Las declaraciones de Trump provocaron que algunos productores cancelaran su programación en el centro, entre ellos el musical Hamilton, y las protestas de algunos artistas con pancartas a favor de la diversidad cultural.
Otros espectáculos como el Coro de Hombres Gay de Washington, fueron cancelados por Trump como nuevo presidente del centro, y calificados como «propaganda antiamericana».
El político y su mujer, que ha sido incluida a dedo en la junta de la institución, iban a una ópera
Momentos antes del inicio del concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional en el Centro Cultural Nacional de Washington, conocido como Kennedy Center, el público ha dedicado un ensordecedor abucheo al vicepresidente JD Vance y su esposa, Usha, quienes se dirigían a sus asientos en el palco para escuchar una ópera a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Las protestas incluyeron gritos como «¡Habéis arruinado este sitio!», a los que el vicepresidente respondió con sonrisa y un leve saludo. Los asistentes fueron sometidos a un chequeo de seguridad por parte del Servicio Secreto antes de poder entrar al recinto, por lo que la función empezó con casi media hora de retraso.
El Kennedy Center ha sufrido diversas modificaciones durante este segundo mandato de Donald Trump, que han levantado mucho malestar. En febrero, el líder republicano destituyó al presidente de la junta directiva del centro y a 13 de sus miembros, nombrándose a sí mismo como sustituto. Además, escogió a su asesor de política exterior, Richard Grenell, como director interino y remodeló por completo la junta, nombrando a nuevos integrantes, entre los que se encuentra Usha Vance.
Trump ha situado la programación del Kennedy Center como uno de sus objetivos en la lucha contra el movimiento woke. El presidene declaró que «no le gustaba lo que estaban mostrando», y advirtió de que se aseguraría de que «lo que se muestra sea bueno y no woke«.

Las declaraciones de Trump provocaron que algunos productores cancelaran su programación en el centro, entre ellos el musical Hamilton, y las protestas de algunos artistas con pancartas a favor de la diversidad cultural.
Otros espectáculos como el Coro de Hombres Gay de Washington, fueron cancelados por Trump como nuevo presidente del centro, y calificados como «propaganda antiamericana».
20MINUTOS.ES – Gente