En las últimas semanas, de forma más o menos discreta, Alberto Núñez Feijóo ha intensificado su presencia en Cataluña con el foco puesto en la conexión con el empresariado catalán. El líder del PP ha visitado los foros económicos del Cercle de Economía y del Foment del Treball, donde se reunió con su director, Josep Sánchez Llibre, en un encuentro ―el pasado lunes― que el PP no publicitó, después de acudir a los laboratorios catalanes Isdin y de asistir, unos días antes, al congreso de UGT en Barcelona. La agenda de Feijóo mira a la patronal catalana, donde según Génova hay un “creciente interés” por escucharle, en un contexto de tensión entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Junts per Catalunya, tras la exigencia de Carles Puigdemont de que el presidente socialista se someta a una cuestión de confianza en el Congreso y su amenaza velada de no aprobarle los Presupuestos. El equipo del líder del PP defiende que esa advertencia de Puigdemont al PSOE es un “punto de inflexión” en la relación entre los independentistas catalanes y La Moncloa, y lanza guiños a ese partido, aunque niega estar buscando activamente su apoyo para una hipotética moción de censura contra Sánchez.
Génova cree que la petición de Puigdemont a Sánchez de que se someta a una cuestión de confianza es “un punto de inflexión”, aunque asegura que no está buscando activamente los apoyos de los independentistas
En las últimas semanas, de forma más o menos discreta, Alberto Núñez Feijóo ha intensificado su presencia en Cataluña con el foco puesto en la conexión con el empresariado catalán. El líder del PP ha visitado los foros económicos del Cercle de Economía y del Foment del Treball, donde se reunió con su director, Josep Sánchez Llibre, en un encuentro ―el pasado lunes― que el PP no publicitó, después de acudir a los laboratorios catalanes Isdin y de asistir, unos días antes, al congreso de UGT en Barcelona. La agenda de Feijóo mira a la patronal catalana, donde según Génova hay un “creciente interés” por escucharle, en un contexto de tensión entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Junts per Catalunya, tras la exigencia de Carles Puigdemont de que el presidente socialista se someta a una cuestión de confianza en el Congreso y su amenaza velada de no aprobarle los Presupuestos. El equipo del líder del PP defiende que esa advertencia de Puigdemont al PSOE es un “punto de inflexión” en la relación entre los independentistas catalanes y La Moncloa, y lanza guiños a ese partido, aunque niega estar buscando activamente su apoyo para una hipotética moción de censura contra Sánchez.
Después de que este lunes el PP se aliara con Junts para tumbar el impuesto sobre la producción eléctrica, Feijóo lanzó este miércoles desde la tribuna del Congreso otro guiño a los de Puigdemont. “Señora Nogueras”, se dirigió el líder del PP a la portavoz de Junts, aprovechando su turno en la sesión de control al Gobierno. “Claro que Sánchez no es de fiar”, le dijo. “Claro que les ha engañado. Claro que les va a seguir engañando. Yo se lo he dicho hace mucho tiempo y se lo reitero hoy”. El día anterior, el portavoz parlamentario de los populares, Miguel Tellado, había celebrado la petición de Puigdemont a Sánchez de someterse a una cuestión de confianza, dando la bienvenida a Junts a su bloque de oposición. “Sánchez no es de fiar, por supuesto que no. Si Junts se ha dado cuenta ahora, bienvenido a este lado del muro”, dijo Tellado.
Los gestos de Feijóo y del PP hacia Junts y hacia el empresariado catalán han aumentado en paralelo a la creciente tensión de los de Puigdemont con el Gobierno, aunque en el equipo directo del líder del PP aseguran que no hay detrás un trabajo activo para atraer a los independentistas a una eventual moción de censura contra Sánchez. Feijóo se abrió a una moción el pasado 21 de noviembre en el Congreso, aunque trató de trasladar toda la presión a los socios de Sánchez. “No tengo los votos para cambiar el Gobierno, pero si alguno de los socios quiere acabar con todo esto, que sepa que estoy a disposición para abrir una nueva etapa en nuestro país”, dijo entonces. Y esa sigue siendo, según fuentes de su gabinete, su estrategia: mantener su disposición a los aliados del Gobierno, pero sin tomar la iniciativa. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha cerrado esta misma semana la puerta a esa posibilidad, que requeriría el concurso de Vox, calificándola de “fantasía”.
El PP tiene dudas sobre las intenciones reales de Puigdemont en sus amenazas al Ejecutivo. Génova concede mucha relevancia a la advertencia del líder de Junts, y cree que la reclamación de que Sánchez se someta a una cuestión de confianza no puede caer en saco roto. La dirección popular espera “consecuencias” para el Gobierno si no atiende esa petición. Pero otros sectores del PP creen que el líder de Junts solo “trata de poner nervioso al PSOE, sin intención de romper”. “Si Junts estuviera pensando en romper e ir a elecciones empezaría a hacerle perder votaciones importantes al Gobierno, lo de la proposición no de ley pidiendo que se someta a una cuestión de confianza es una risa”, opina un dirigente del PP catalán con contactos en el mundo exconvergente, que apunta también a que el equipo que rodea a Puigdemont está formado por “aficionados” y, por tanto, no cree que tenga una estrategia muy bien aterrizada.
Feijóo, en todo caso, lanza guiños a Junts aunque tratando de que no tengan mucho foco, consciente de que el PP afronta importantes contradicciones en su relación con los independentistas. A principios de este mismo año, el líder del PP llegó a vincular al independentismo con el terrorismo, y el PP se embarcó después en una ofensiva durante meses contra la ley de amnistía. En la media docena de manifestaciones que los populares organizaron contra la medida de gracia, los simpatizantes del PP coreaban “Puigdemont, a prisión”. Feijóo afrontó también tensiones internas cuando salieron a la luz las conversaciones del PP con Junts para su investidura fallida de septiembre, a las que se opuso el líder del PP catalán, Alejandro Fernández. Tampoco el PP de Isabel Díaz Ayuso las veía con buenos ojos.
Distintos sectores populares son muy refractarios a un hipotético entendimiento del PP con Junts. “No hemos dejado de hablar con Junts en ningún momento, pero es imposible hacer una moción de censura con Junts y Vox, por su incompatibilidad mutua. Aunque mejor, porque Feijóo no puede llegar así al Gobierno. Con esta composición del Parlamento, sería una agonía”, razona un dirigente popular, resumiendo el sentir en muchos círculos del PP. No lo ven tan complicado en el equipo directo del líder popular, donde sostienen que la derecha preferiría la compañía de Junts con tal de desalojar a Sánchez de La Moncloa.
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