Felipe VI cumple 57 años como el líder europeo más valorado, tras un 2024 marcado por la DANA y su X aniversario en el trono

El año pasado resultó una moneda de varias caras para el rey Felipe VI. 2024 le permitió celebrar en junio con una considerable muestra de afecto popular su X aniversario en el trono.

También atestiguó la tristeza del pueblo valenciano con motivo de las inundaciones de la DANA y la rabia de los ciudadanos contra el abandono que sentían de las instituciones. La lluvia de barro e insultos que cayó sobre su persona y la reina Letizia cuando acompañaban a los presidentes del Gobierno y de la Generalitat —ambos resistieron aquel escenario de lamentos con estoicismo— se convirtió en cariño y cercanía al regresar a la zona, unos pocos días después.

Todo ello repercutió en que en las encuestas que se publicaron a finales de 2024, Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia, nacido el 30 de enero de 1968 en una clínica madrileña, fuera reconocido como el líder más popular de Europa.

Realizado por el Real Instituto Elcano, el barómetro concluía que Felipe VI es la personalidad internacional mejor valorada y supera a Carlos III de Inglaterra; al papa Francisco; al canciller alemán, Olaf Scholz; a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y al presidente francés, Emmanuel Macron.

Se deduce así que Felipe VI, que ha tratado de abrir su reinado a todos los colectivos y diversidades sociales, llega a su nueva edad con nota alta. Lleva diez años en el ejercicio de la Corona, con sombras como el ‘contrapeso’ de su padre en la distancia y las reivindicaciones políticas que cuestionan la monarquía.

Pero entre las luces, el crecimiento de su hija Leonor, como princesa y como heredera, ilumina su presente. Mientras él apenas se ve (mucho menos en público) con su propio padre, quien reside todavía en Abu Dabi, la unión entre Felipe y su primogénita es sincera, natural, cariñosa y fuera de cualquier artificio.

Felipe es, muchas veces, padre antes que rey, lo que refuerza su imagen pública frente a la población, que ha encontrado en Leonor un espejo del servicio y de la profesionalidad. Eso, a sus 19 años.

Por ello, ver al rey emocionarse cuando su hija partía como una marinera más en un barco que la alejará de él seis meses, reproduce la escena de muchas familias que sienten y padecen orgullo y temor por el futuro de sus hijos.

Felipe VI, que jamás ha celebrado su cumpleaños con fiestas al estilo de las que se hacen en las monarquías europeas, con derroche de oropeles, joyas y banquetes, cumple 57 años con la barba más cana y su mirada azul más aguda, gracias al paso de los años y al peso de su oficio.

Pero también lo hace con la seguridad de que hay que seguir arrimando el hombro, así lo prometió en su aniversario, dando más que pidiendo y acercándose a la sociedad para que esta no se sienta abandonada. Tarea nada fácil, pero grata.

Dicen que el día que nació, hubo en el palacio de la Zarzuela, donde siempre han vivido sus padres (hasta el exilio de Juan Carlos) champán y flores. También mucha alegría porque, por fin, había llegado el heredero del heredero. Este jueves, con total seguridad sonará el teléfono en esa casa, con llamadas de sus hijas, una, también heredera, desde alta mar y la pequeña, desde Gales, donde estudia.

 El año pasado resultó una moneda de varias caras para el rey Felipe VI. 2024 le permitió celebrar con una más que aceptable muestra de afecto popular su…  

El año pasado resultó una moneda de varias caras para el rey Felipe VI. 2024 le permitió celebrar en junio con una considerable muestra de afecto popular su X aniversario en el trono.

También atestiguó la tristeza del pueblo valenciano con motivo de las inundaciones de la DANA y la rabia de los ciudadanos contra el abandono que sentían de las instituciones. La lluvia de barro e insultos que cayó sobre su persona y la reina Letizia cuando acompañaban a los presidentes del Gobierno y de la Generalitat —ambos resistieron aquel escenario de lamentos con estoicismo— se convirtió en cariño y cercanía al regresar a la zona, unos pocos días después.   

Todo ello repercutió en que en las encuestas que se publicaron a finales de 2024, Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia, nacido el 30 de enero de 1968 en una clínica madrileña, fuera reconocido como el líder más popular de Europa.

El rey, con su mujer y sus hijas, en la celebración de su X aniversario, el pasado 2024.
El rey, con su mujer y sus hijas, en la celebración de su X aniversario, el pasado 2024.
EP

Realizado por el Real Instituto Elcano, el barómetro concluía que Felipe VI es la personalidad internacional mejor valorada y supera a Carlos III de Inglaterra; al papa Francisco; al canciller alemán, Olaf Scholz; a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y al presidente francés, Emmanuel Macron.

Se deduce así que Felipe VI, que ha tratado de abrir su reinado a todos los colectivos y diversidades sociales, llega a su nueva edad con nota alta. Lleva diez años en el ejercicio de la Corona, con sombras como el ‘contrapeso’ de su padre en la distancia y las reivindicaciones políticas que cuestionan la monarquía.

Pero entre las luces, el crecimiento de su hija Leonor, como princesa y como heredera, ilumina su presente. Mientras él apenas se ve (mucho menos en público) con su propio padre, quien reside todavía en Abu Dabi, la unión entre Felipe y su primogénita es sincera, natural, cariñosa y fuera de cualquier artificio.

Felipe es, muchas veces, padre antes que rey, lo que refuerza su imagen pública frente a la población, que ha encontrado en Leonor un espejo del servicio y de la profesionalidad. Eso, a sus 19 años.

Los reyes se despiden de su hija, en el Elcano.
Los reyes se despiden de su hija, en el Elcano.
EFE

Por ello, ver al rey emocionarse cuando su hija partía como una marinera más en un barco que la alejará de él seis meses, reproduce la escena de muchas familias que sienten y padecen orgullo y temor por el futuro de sus hijos.

Felipe VI, que jamás ha celebrado su cumpleaños con fiestas al estilo de las que se hacen en las monarquías europeas, con derroche de oropeles, joyas y banquetes, cumple 57 años con la barba más cana y su mirada azul más aguda, gracias al paso de los años y al peso de su oficio.

Pero también lo hace con la seguridad de que hay que seguir arrimando el hombro, así lo prometió en su aniversario, dando más que pidiendo y acercándose a la sociedad para que esta no se sienta abandonada. Tarea nada fácil, pero grata.

La princesa Leonor y el rey Felipe durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.
La princesa Leonor y el rey Felipe durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.
Ballesteros / EFE

Dicen que el día que nació, hubo en el palacio de la Zarzuela, donde siempre han vivido sus padres (hasta el exilio de Juan Carlos) champán y flores. También mucha alegría porque, por fin, había llegado el heredero del heredero. Este jueves, con total seguridad sonará el teléfono en esa casa, con llamadas de sus hijas, una, también heredera, desde alta mar y la pequeña, desde Gales, donde estudia.

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