Lo bien que durmamos a largo plazo repercute en nuestra salud y cada vez hay más consciencia de ello. El doctor Diego García-Borreguero, director del Instituto del Sueño, explica qué es el «reloj cerebral» o «reloj biológico», esclarece los motivos por los cuales las sociedades modernas y occidentales duermen peor así como la conexión entre las enfermedades neurológicas con el bienestar del sueño.
La luz artificial nos permite programar la actividad cuando queremos y eso hace que haya una mayor variabilidad en los horarios de sueño.
Un 10% de la población tiene dificultades para dormir la mayor parte de los días.
El suplemento de melatonina como hipnótico es poco eficaz pero es útil para sincronizar el ‘reloj cerebral’.
Las benzodiacepinas tienen un periodo máximo de cuatro semanas.
Hay enfermedades que tienen sus primeras expresiones durante el sueño, o sea, aparecen algunas anomalías mientras dormimos que se van a manifestar años más tarde cuando estamos despiertos.
El neurólogo Diego García- Borreguero aborda cuestiones como la higiene del sueño, si en España se duerme peor que en otros países y el impacto de dormir mal en el corazón y el cerebro.
Lo bien que durmamos a largo plazo repercute en nuestra salud y cada vez hay más consciencia de ello. El doctor Diego García-Borreguero, director del Instituto del Sueño, explica qué es el «reloj cerebral» o «reloj biológico», esclarece losmotivos por los cuales las sociedades modernas y occidentales duermen peor así como la conexión entre las enfermedades neurológicas con el bienestar del sueño.
Para empezar y conocer la terminología, ¿qué es el ritmo sueño-vigilia?El sueño no ocurre de una manera aleatoria. El ciclo de sueño-vigilia se va sucediendo de una manera organizada por parte de una estructura que tenemos en el hipotálamo. Esta estructura, llamada núcleo supraquiasmático, es un grupo de neuronas que tiene como función el regular los tiempos del organismo, entre ellos el sueño y la vigilia. Es como una especie de temporizador y tiene su propio ritmo, por eso hablamos del ritmo sueño-vigilia.
Poco antes de que notemos sueño, esa estructura va a dar órdenes a otras zonas del cerebro para que empiecen a inhibir su actividad y le va a dar vía libre a otra zona del cerebro que es el centro de sueño. Un rato más tarde, notamos las primeras señales del cansancio y eso es el preámbulo del inicio del periodo del sueño. Ese temporizador va a estar activo, organizando el sueño durante un número de horas y por la mañana se va a ir progresivamente desactivando y eso permite que nos despertemos por la mañana (y más fácil con estímulos como la luz y el ruido).
¿Cuánto dura cada ciclo?La vuelta al ciclo se da cada 25-26 horas, no cada 24. En el adulto joven el ciclo sueño-noche es un poquito más largo que el ciclo día-vigilia. Viene a ser como un reloj de los antiguos que tendiese a retrasarse y que ponemos en hora. Lo que pone en horas al reloj es la hora de salida y de caída de la luz.
¿Qué pasa con el jet lag?Esto sucede cuando no coincide el reloj interno con el ciclo día-noche del lugar de recepción y el reloj se tiene que reajustar. La capacidad que tiene el reloj cerebral para ajustarse es algo así de hora y media al día, ese período de ajuste es lo que llamamos el jet lag. Hay personas que son más sensibles, o sea, que sincronizar el reloj les cuesta más que a otras y, generalmente, cuanto más mayores, más lento es el proceso porque hay menos capacidad de adaptación.
¿Qué tanto puede impactar en nuestro sueño el cambio de hora de los horarios de verano e invierno?No me atrevo a decir que sean nulos pero los efectos sobre la salud son menores. Algo de efecto sobre la salud tiene porque requiere la puesta en marcha de un mecanismo compensatorio que va a durar unos días. En poblaciones de riesgo (como personas mayores, bebés…) va a durar más que unos días, quizás unas dos o tres semanas.
En calidad de médico, los efectos de este cambio de una hora dos veces al año sobre la salud no se han demostrado que sean importantes. Ahora bien, sí hay efectos considerables en la salud en una persona con trabajo por turnos (digamos una persona que cada semana mueve su jornada ocho horas y así por 20 o 30 años).
¿Por qué en España hay tanto problemas para dormir?Tampoco estoy seguro de si tenemos más insomnio que en otros países similares como Italia o Francia. Es un problema de la sociedades occidentales.
¿Qué impide entonces que durmamos mejor en las sociedades occidentales? ¿El estrés?Hay una tendencia a un mayor insomnio en las sociedades modernas. En Estados Unidos, desde los años 60 y 70 hasta ahora -tampoco tenemos datos mucho más antiguos- se ve que la queja de insomnio es cada vez más frecuente.
Hay varios factores en las sociedades occidentales que están desnaturalizando el sueño y no es tanto el estrés y la rapidez de la vida moderna porque el estrés ha existido siempre, lo que pasa es que va tomando formas diferentes. Lo que sí ha cambiado es la dependencia de la luz artificial.
¿Cómo repercute el control a voluntad de nuestro ciclo gracias a la luz artificial?Con la luz externa tenemos la capacidad de regular nuestros horarios de sueño a voluntad. La luz artificial nos da una capacidad de programar la actividad cuando queremos y eso hace que haya una mayor variabilidad en los horarios de sueño. Entonces, el ciclo sueño-vigilia está menos alineado con ciclo día-noche.
Es más, nos exponemos a la iluminación externa hasta muy poco antes de dormirnos, ninguno sabemos exactamente a qué hora vamos a apagar las luces. Ante esa flexibilidad, el reloj cerebral, que se rige mucho por el hábito y la experiencia previa, se va a descolocar.
Los fotorreceptores, que le informan al reloj cerebral de la hora del día fuera, de alguna forma se ven engañados por la luz artificial y por tanto, engañan a nuestro reloj biológico. Una de las primeras consecuencias es que no se segrega melatonina (una hormona que produce el organismo que actúa como hipnótico).
La luz artificial nos permite programar la actividad cuando queremos y eso hace que haya una mayor variabilidad en los horarios de sueño.
El insomnio es el trastorno del sueño más generalizado, ¿cuál es la diferencia entre el insomnio transitorio y el crónico?El insomnio transitorio (o también llamado insomnio agudo) es una reacción ante una situación estresante, emocional o física como puede ser la muerte de un familiar o se da que dormimos mal varios días seguidos. Prácticamente, se va a dar en algún momento de la vida de cualquier persona, se habla de una prevalencia del 90%. No voy a decir que tenga más o menos importancia porque puede ser muy severo esos días pero es autolimitado en el tiempo, lo que pasa es que en algunos casos se cronifica.
Que se cronifique o no va a depender de una serie de factores (físicos, de personalidad, farmacológicos, de hábitos…). Ante un cuadro de insomnio, algunas personas reaccionan aumentando su consumo de café, otras de alcohol para calmarse antes de dormir y otras sufren ansiedad porque se anticipan al saber que no se pueden dormir; es una pescadilla que se muerde la cola. Por otro lado, hay fármacos que lo perpetúan. Por todo ello, nos encontramos que un 10% de la población tiene dificultades para dormir la mayor parte de los días.
Un 10% de la población tiene dificultades para dormir la mayor parte de los días.
¿Y cómo se frenaría el insomnio crónico?El tratamiento es cognitivo-conductual porque el insomnio crónico está muy asociado a factores de la personalidad. Es un programa autolimitado en el tiempo, requiere cinco o diez sesiones con una persona experta en el tema (habitualmente un psicólogo, pero podría ser una enfermera o un médico). Conlleva una serie de cambios de conducta (horas de acostarse, ejercicio, etc) y también implica que el paciente entienda el insomnio y de esa ansiedad anticipativa (ese pensamiento de saber que no duermes y te condiciona). Las clínicas de sueño suelen hacer este tratamiento.
¿Qué implicaciones tiene el insomnio crónico en la salud?Es una enfermedad y es lo primero que el paciente debe entender. Es una enfermedad que de no tratarla complicaría la salud cardiovascular (por ejemplo, hay un riesgo mayor de sufrir ictus), llevaría a un deterioro inmunológico e incrementaría la incidencia de enfermedades neurodegenerativas.
¿La sociedad es consciente de la importancia del sueño o su repercusión a largo plazo en la salud?Es cada vez más consciente de que no dormir bien tiene un precio en la salud y hay muchos avances, quizás no tan rápidos como querríamos, pero los hay.
¿En qué debe fijarse una persona para saber identificar si puede tener un trastorno del sueño que debería atajar o acudir al médico? Todo persona que vea que por la noche no duerme lo suficiente y lo suficiente no es un número de horas de reloj, sino lo dormir lo suficiente para poder acometer con facilidad y sin estímulos externos las tareas del día o mantenernos despiertos incluso en acciones sedentarias cómo leer o conducir por una recta monótona. Si no somos capaces de ello y es una situación mantenida en el tiempo, algo no está ocurriendo cómo debe durante la noche y deberíamos consultarlo.
¿Qué hay de los suplementos de melatonina?La melatonina es una hormona que produce nuestro organismo y actúa como un hipnótico pero el suplemento es muy débil. ¿Es tóxica? En farmacología se utiliza el concepto «dosis letal 50», esto es, la dosis determinada de un fármaco en la que mueren el 50% de las ratas. Con la melatonina empezamos a tener problemas serios con unos 150 – 200 miligramos. Una pastilla en España tiene 1,9 miligramos, o sea, habría que tomar unas cien para que empiece a tener algunos efectos secundarios importantes.
Es una sustancia segura y tomar cinco o diez miligramos tampoco va a tener mayores efectos secundarios porque además se elimina muy rápidamente. Como hipnótico, es bastante poco eficaz, lo cual no quiere decir que para algunas personas no sea suficiente. Ahora bien, tiene otra utilidad: la melatonina puede dar una señal al reloj cerebral, decirle que «es de noche» y así sincronizarlo, por eso es útil para el jet lag o el cambio horario.
El suplemento de melatonina como hipnótico es poco eficaz pero es útil para sincronizar el ‘reloj cerebral’.
¿De qué depende la eficacia de la melatonina?Va a depender mucho de cuánta melatonina esté segregando la persona en ese momento. Por eso nosotros, antes de tratar a nadie con melatonina, medimos a qué hora la persona comienza a producir melatonina (que tendemos a producirla por las noches exclusivamente).
¿Todos los medicamentos para el sueño son de uso limitado? ¿Cuál es el máximo de tiempo?Las benzodiacepinas, que van desde el Noctamid hasta el Rivotril, el Valium, el Orfidal, Lexatin… Todos estos, y lo pone en el prospecto, tienen un periodo máximo de cuatro semanas. Es que no están estudiados para más tiempo.
Algunas sustancias que se utilizan para dormir no están ni siquiera estudiadas para tal fin como la Mirtazapina aunque algunos se utiliza con no mala experiencia. Ahora bien, recientemente ha salido un hipnótico que sí está estudiado para el insomnio, el daridorexant.
Las benzodiacepinas tienen un periodo máximo de cuatro semanas.
¿Qué es el daridorexant?En España el nombre que recibe es Quviviq y, según las guías clínicas, se recomienda para todo paciente con insomnio crónico. Este fármaco está estudiado en periodos de hasta un año y se puede utilizar sin ningún tipo de obstáculos por tres meses.
En mi opinión, la tendencia es que se acepte cada vez más la idea de que en algunos pacientes va a haber que utilizar un tratamiento farmacológico a largo plazo, pero con sustancia concretas y en pacientes específicos, no de una manera generalizada.
Dentro del campo de la neurología, ¿por qué elegir el sueño?Me interesó porque lo vi como una nueva frontera, como un nuevo campo de desarrollo de la neurología. Hay enfermedades que tienen sus primeras expresiones durante el sueño; estudiar el sueño es como una especie de ventana que nos permite ver cómo está funcionando el organismo. Se manifiestan algunas anomalías mientras dormimos que se van a manifestar años más tarde cuando estamos despiertos.
Hay enfermedades que tienen sus primeras expresiones durante el sueño, o sea, aparecen algunas anomalías mientras dormimos que se van a manifestar años más tarde cuando estamos despiertos.
¿Cómo cual?Por ejemplo, existe un trastorno llamado «trastorno de la conducta durante el sueño REM», en el argot le llamamos RBD (sus siglas en inglés) y se describió en los años 80. Se da en personas habitualmente sanas en la tercera edad. Mientras están soñando comienzan a escenificar los sueños que con frecuencia son amenazantes (como un edificio en llamas o que les están robando). Entonces, lo que nota la pareja es que empiezan a gesticular o forcejear, incluso a gritar mientras duermen.En el sueño REM normalmente hay una paralización muscular pero en el RBD no la hay, con lo cual, el sistema musculoesquelético puede ejecutar lo que estamos soñando en ese momento. A estos pacientes se les hizo seguimiento y en los años 90 se vio que había un 40% de ellos habían desarrollado párkinson, Atrofia Multisistémica y Demencia de Cuerpos de Lewy.
Actualmente lo que se ve es que prácticamente la totalidad acaban desarrollando una de estas tres enfermedades entre cinco y quince años más tarde. Entonces, la RBD no es una enfermedad propia, es una manifestación precoz durante el sueño de algo que todavía no había aparecido (como luego se ve los temblores o la rigidez del párkinson).
Otro tema que se ve durante el sueño que va a empezar a ser cada vez más importante es el Alzheimer.
¿Qué relación tiene el Alzheimer y el sueño?El Alzheimer se produce por el acúmulo de dos proteínas anómalas en las neuronas: una es el beta-amiloide y la otra es la proteína tau. Todos las producimos, es parte del metabolismo cerebral, pero también todos las limpiamos.
Se ha descubierto hace unos ocho años que el sistema glinfático, que tiene como función drenar residuos neurotóxicos, se activa durante el sueño. En la enfermedad de Alzheimer, una de las cosas que ocurre es que el beta-amiloide no se drena lo suficiente: se produce demasiado o no se limpian bien o ambas cosas. No digo que sea exclusivamente un problema de sueño, pero sí es un elemento que lo agrava.
Entonces, ¿se puede concluir que la calidad del sueño a lo largo de los años y las enfermedades neurológicas están interconectadas?Totalmente.
- Se gradúo en Medicina en la Universidad de Navarra en 1986, más tarde estudió Neurología y Psiquiatría en el Instituto Max-Planck de Munich (Alemania) y entre 1990 y 1995 se especializó en el Estados Unidos National Institutes of Health de Bethesda y en Georgetown University en Medicina del Sueño. Con una trayectoria de 30 años, dirigió la Unidad de Sueño (Servicio de Neurología) de la Fundación Jiménez Díaz entre 1995 y 2005, desde el 2005 dirige el Instituto del Sueño y colabora activamente en diversas comisiones relacionadas con la práctica de la Medicina del Sueño en Europa.
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