Aliados del líder húngaro controlan el panorama de los medios, dejando sin prensa independiente al país Leer Aliados del líder húngaro controlan el panorama de los medios, dejando sin prensa independiente al país Leer
El redactor jefe de Blikk, el tabloide más leído de Hungría, ha anunciado su dimisión pocos días después de la venta del periódico a un grupo cercano al primer ministro nacionalista Viktor Orban.
El grupo de medios de comunicación suizo Ringier anunció el viernes la venta de su división húngara, incluida Blikk, al grupo Indamedia. «El nuevo propietario no nos quiere, pero no importa, nuestras intenciones coinciden», declaró el lunes por la noche en Facebook el redactor jefe del diario, Ivan Nagy, anunciando también la salida de su compañero Peter Szigeti, responsable del desarrollo de contenidos del diario.
A seis meses de las elecciones legislativas, en las que las encuestas dan como ganadora a la oposición, esta compra se considera un nuevo intento del poder establecido de amordazar a la prensa independiente. Según el semanario HVG, un banco vinculado a Laszlo Meszaros, cercano a Orban, concedió poco antes de la compra un préstamo de 33 millones de euros a Indamedia.
Blikk es el periódico más leído de Hungría y uno de los cinco principales sitios web de noticias del país centroeuropeo de 9,5 millones de habitantes, con unos 3 millones de lectores en línea cada mes, según el Consejo Superior Audiovisual NMHH. Además de Blikk, la venta incluye el periódico dominical Vasarnapi Blikk, un portal de salud y varias revistas.
En un comunicado enviado a la AFP, los directivos de Ringier afirmaron ser «muy conscientes de que la independencia de los medios de comunicación es una cuestión delicada en Hungría», pero que habían buscado «un propietario a largo plazo y profesional».
«Nuestra decisión se basa únicamente en consideraciones económicas estratégicas y en nuestra concentración en nuestras principales actividades digitales en Hungría», añadieron. Desde el regreso al poder de Orban en 2010, muchos medios de comunicación independientes han cesado sus actividades o han sido comprados por sus aliados y transformados en órganos favorables al Fidesz, su partido, mientras que los medios de comunicación públicos se han visto obligados a seguir la línea del Gobierno. Según Reporteros sin Fronteras (RDF), sus allegados controlaban el 80 % del panorama mediático del país antes de la adquisición de Blikk.
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