Pablo González no sólo fue saludado por Putin cuando fue liberado en agosto, tras estar preso en Polonia acusado de espiar para el GRU. Un agente de esa agencia fue a recibirlo. Leer Pablo González no sólo fue saludado por Putin cuando fue liberado en agosto, tras estar preso en Polonia acusado de espiar para el GRU. Un agente de esa agencia fue a recibirlo. Leer
De aquella noche en la que Pablo González, con pasaporte español y ruso, fue liberado junto a espías y delincuentes cercanos al Kremlin, queda un vídeo con Putin dando la bienvenida a sus hombres a pie de pista y después en la terminal del aeropuerto. En la grabación se aprecia como González saluda a varias personas en la sala, pero hasta ahora no se sabía quiénes eran. Visten traje y corbata, y ninguno se parece a su padre, que reside en Moscú. La publicación The Insider ha identificado al agente del GRU Oleg Sotnikov en ese breve vídeo. La publicación identificó a Sotnikov pasando una captura de pantalla de las imágenes del aeropuerto a través de una herramienta patentada de búsqueda de rostros inversa.
Oleg Sotnikov, de 52 años, es conocido para los servicios de seguridad occidentales. Los investigadores creen que es el coordinador o enlace (los rusos lo denominan ‘kurator’) de Pablo González. Está en la lista de los más buscados del FBI, en relación con varias operaciones de piratería informática dirigidas, entre otros, a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
Aunque su participación en tareas de espionaje ha quedado acreditada a través de las pruebas incautadas, el aterrizaje de Pablo González en Rusia sigue rodeado de misterio. Tras estrechar la mano de Putin, eludió dar explicaciones sobre su verdadera actividad. Tampoco ha regresado a España y sólo ha concedido una entrevista a una televisión rusa en la que el ‘periodista’ elude hacerle la gran pregunta: para quién trabajaba.
La identificación de la persona que encabezaba su ‘comité’ de bienvenida es otra pieza más que encaja en ese puzle. Comparaciones posteriores del rostro extraído de la escena del aeropuerto con fotos de alta calidad de Sotnikov, utilizando varias herramientas forenses de comparación de rostros, confirmaron la coincidencia con una Seguridad superior al 90%.
«La familiaridad de Sotnikov con González, cuyo verdadero nombre es Pavel Rubtsov, da más credibilidad a la acusación formulada por las autoridades polacas y miembros de la oposición rusa de que el perfil público de Pablo González como periodista era en realidad una tapadera para su trabajo para la misma agencia de espionaje rusa», sostienen los investigadores Michael Weiss, Hristo Grozev, Román Dobrojotov y Kato Kopaleishvili, que firman la investigación en colaboración con VSquare y el Organized Crime and Corruption Reporting Project.
Sotnikov es muy conocido en el contraespionaje de la OTAN. En octubre de 2018, un tribunal de Estados Unidos lo acusó a él y a otros seis oficiales del GRU de «robar información privada o sensible» para usarla como parte de una «campaña de ‘influencia y desinformación’ diseñada para socavar los intereses legítimos de las víctimas, promover los intereses rusos, tomar represalias contra los detractores de Rusia e influir en la opinión pública a favor de Rusia».
Tal y como ha venido publicando EL MUNDO, la investigación polaca sabía que González había sido empleado del GRU desde abril de 2016. González espió a Alexei Navalny y registró detalles de los viajes del líder de la oposición rusa ahora asesinado en Europa, incluidas las direcciones de las clínicas que el opositor visitó en Barcelona y Lausana.
No es la primera vez que las pruebas relacionan a Pablo González con el GRU. El primer dato lo aportó el viaje de González a Moscú y San Petersburgo en 2017. Según el medio de investigación ruso Agentstvo, realizó esos viajes junto con otro oficial del GRU, Sergei Turbin, el 16 de junio de 2017. Sus billetes se compraron en una sola transacción con tarjeta de crédito que incluía datos de contacto compartidos para los dos pasajeros.
Sotnikov ofreció apoyo a uno de los equipos de operaciones cibernéticas del GRU, la Unidad 26165, en el ataque informático de «acceso cercano» a la sede de la OPAQ en La Haya. En junio de 2013, el padrón de Moscú mostraba que la «dirección permanente» de Sotnikov era Joroshevskoye Chausse 76B, que resulta ser la dirección principal de la sede del GRU. Justo en ese barrio tiene su vivienda la madrastra de Pablo González, según desveló The Guardian.
A lo largo de los años, Sotnikov ha estado destinado al extranjero bajo diversas coberturas diplomáticas, incluso como cónsul ruso en dos países latinoamericanos, Nicaragua y Brasil. Fue destinado a Río de Janeiro durante los Juegos Olímpicos de 2016.
Estaba acreditado en el Consulado General de Rusia cuando los hackers de Fancy Bear llevaron a cabo una de sus conocidas travesuras: el hackeo de los sistemas informáticos de los funcionarios de la USADA y la WADA mediante infracciones en las redes WiFi que utilizaban en los hoteles y varios puntos de acceso en toda la ciudad. Eso permitió al GRU acceder a «resúmenes de los resultados de las pruebas de los atletas y los medicamentos recetados», entre otros datos confidenciales.
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