La amistosa ruptura entre Katy Perry y Orlando Bloom: cuando el amor cambia de forma

por Mara Mariño

Si los fans de Katy Perry y Orlando Bloom albergaban alguna esperanza de que la pareja continuaba su relación a pesar de los rumores de crisis, esta semana se han confirmado sus peores sospechas. La cantante y el actor, que estaban prometidos y además tienen una hija en común, Daisy Dove Bloom, han decidido ponerle fin a su historia de amor y separarse.

Una difícil decisión para ambos que no quita que quieran centrarse en su pequeña y en sus respectivas carreras, uno de los motivos por los que su vínculo se habría resentido. Sin embargo, en esta etapa inicial donde todo está tan reciente, ¿cómo ser una buena expareja?

Cuando el actor de El señor de los anillos y la cantante de Roar empezaron a salir juntos, ya tenían experiencia previa con rupturas complicadas. Orlando se había divorciado de la modelo Miranda Kerr, con quien tiene un hijo en común y Katy había hecho lo propio con Russel Brand después de 14 meses de matrimonio.

Pese a todo, volvieron a confiar en el amor cuando, en 2016, sus caminos se cruzaron en la afterparty de los Globos de Oro. La chispa solo aumentó entre ellos y, en mayo de ese año, confirmaron vía Instagram su relación con un divertido posado juntos en Cannes.

Y aunque sufrieron un pequeño bache sentimental en 2017, menos de un año después retomaban su historia de amor y posaban juntos, por primera vez, en la alfombra roja. De hecho, que esa vez apostaban todo a su relación, quedó comprobado cuando anunciaron su compromiso, ya que se prometieron en 2019 por San Valentín.

Sin embargo el Covid-19 hizo que pospusieran su boda -que nunca tendría lugar-, pero fue el año que recordarían por el nacimiento de su pequeña, Daisy Dove. Y aunque los años siguientes continuarían apoyándose mutuamente (acudiendo a respectivos eventos y mostrando cuán orgullosos e inspirados se sentían por su pareja, etc), de un tiempo a esta parte, Katy y Orlando cada vez se sentían más alejados.

La ‘receta’ para ser buen ex

La revista US confirmó gracias a una fuente cercana que se habían separado, pero de una forma amistosa. Y que incluso no hay ninguna polémica por el momento. Es más, la cantante y el intérprete estarían intentando encontrar la forma de cerrar este capítulo de su vida y, a la vez, estar disponibles para su pequeña.

«Katy, por supuesto, está molesta, pero se siente aliviada de no tener que pasar por otro divorcio, ya que ese fue el peor momento de su vida», comentó la fuente al citado medio. Una vez tomada la decisión de tomar caminos separados, no hay una guía de cuáles son los pasos a seguir para poder empezar a pasar página con una persona con la que seguirán manteniendo cierto vínculo a través de una hija.

Aunque lo cierto es que, hasta ahora, la pareja no podría haber hecho mejor las cosas, ya que lo primero es darse espacio emocional. En su caso, ya habrían estado viviendo separados desde que Katy empezó su gira mundial y Orlando acudirá solo a la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez.

También, ser buenas exparejas significa evitar reproches, centrarse en seguir adelante, no alimentar rencores, pero tampoco forzarse a una relación cercana si todavía hay tristeza o decepción para que la transición a la nueva etapa sea lo más sana posible. Además recurrir a ayuda profesional, como ya hicieron en su momento, permite cerrar el capítulo con menos resentimiento y aprendizaje.

Puede que no haya una ‘receta’ universal, pero si hay respeto, autoconciencia y cariño -hasta en la distancia-, es más probable que ese amor que se ha acabado evolucione a un vínculo más sereno. O que incluso se convierta, con el tiempo, en una amistad como se ha visto en relaciones como Gwyneth Paltrow y Chris Martin o Ben Affleck y Jennifer Garner.

 De 8 años de relación y 6 de compromiso a una transición hacia la copaternidad, afrontando la crianza por separado y con respeto.  

Si los fans de Katy Perry y Orlando Bloom albergaban alguna esperanza de que la pareja continuaba su relación a pesar de los rumores de crisis, esta semana se han confirmado sus peores sospechas. La cantante y el actor, que estaban prometidos y además tienen una hija en común, Daisy Dove Bloom, han decidido ponerle fin a su historia de amor y separarse.

Una difícil decisión para ambos que no quita que quieran centrarse en su pequeña y en sus respectivas carreras, uno de los motivos por los que su vínculo se habría resentido. Sin embargo, en esta etapa inicial donde todo está tan reciente, ¿cómo ser una buena expareja?

Cuando el actor de El señor de los anillos y la cantante de Roar empezaron a salir juntos, ya tenían experiencia previa con rupturas complicadas. Orlando se había divorciado de la modelo Miranda Kerr, con quien tiene un hijo en común y Katy había hecho lo propio con Russel Brand después de 14 meses de matrimonio.

Pese a todo, volvieron a confiar en el amor cuando, en 2016, sus caminos se cruzaron en la afterparty de los Globos de Oro. La chispa solo aumentó entre ellos y, en mayo de ese año, confirmaron vía Instagram su relación con un divertido posado juntos en Cannes.

Katy Perry y Orlando Bloom, en una imagen de archivo.
Katy Perry y Orlando Bloom, en una imagen de archivo.
Zabulon Laurent/ABACA

Y aunque sufrieron un pequeño bache sentimental en 2017, menos de un año después retomaban su historia de amor y posaban juntos, por primera vez, en la alfombra roja. De hecho, que esa vez apostaban todo a su relación, quedó comprobado cuando anunciaron su compromiso, ya que se prometieron en 2019 por San Valentín.

Sin embargo el Covid-19 hizo que pospusieran su boda -que nunca tendría lugar-, pero fue el año que recordarían por el nacimiento de su pequeña, Daisy Dove. Y aunque los años siguientes continuarían apoyándose mutuamente (acudiendo a respectivos eventos y mostrando cuán orgullosos e inspirados se sentían por su pareja, etc), de un tiempo a esta parte, Katy y Orlando cada vez se sentían más alejados.

La revista US confirmó gracias a una fuente cercana que se habían separado, pero de una forma amistosa. Y que incluso no hay ninguna polémica por el momento. Es más, la cantante y el intérprete estarían intentando encontrar la forma de cerrar este capítulo de su vida y, a la vez, estar disponibles para su pequeña.

«Katy, por supuesto, está molesta, pero se siente aliviada de no tener que pasar por otro divorcio, ya que ese fue el peor momento de su vida», comentó la fuente al citado medio. Una vez tomada la decisión de tomar caminos separados, no hay una guía de cuáles son los pasos a seguir para poder empezar a pasar página con una persona con la que seguirán manteniendo cierto vínculo a través de una hija.

Katy Perry y Orlando Bloom dan la bienvenida a su primera hija, Daisy Dove
Katy Perry y Orlando Bloom dan la bienvenida a su primera hija, Daisy Dove
Europa Press

Aunque lo cierto es que, hasta ahora, la pareja no podría haber hecho mejor las cosas, ya que lo primero es darse espacio emocional. En su caso, ya habrían estado viviendo separados desde que Katy empezó su gira mundial y Orlando acudirá solo a la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez.

También, ser buenas exparejas significa evitar reproches, centrarse en seguir adelante, no alimentar rencores, pero tampoco forzarse a una relación cercana si todavía hay tristeza o decepción para que la transición a la nueva etapa sea lo más sana posible. Además recurrir a ayuda profesional, como ya hicieron en su momento, permite cerrar el capítulo con menos resentimiento y aprendizaje.

Puede que no haya una ‘receta’ universal, pero si hay respeto, autoconciencia y cariño -hasta en la distancia-, es más probable que ese amor que se ha acabado evolucione a un vínculo más sereno. O que incluso se convierta, con el tiempo, en una amistad como se ha visto en relaciones como Gwyneth Paltrow y Chris Martin o Ben Affleck y Jennifer Garner.

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