La amenaza del Estado Islámico, que tomó un tercio de Irak hace una década, ha quedado completamente atrás. Ahora en cambio, las tensiones nacionales se centran en mantener el delicado equilibrio entre sus dos aliados, Irán y Estados Unidos Leer La amenaza del Estado Islámico, que tomó un tercio de Irak hace una década, ha quedado completamente atrás. Ahora en cambio, las tensiones nacionales se centran en mantener el delicado equilibrio entre sus dos aliados, Irán y Estados Unidos Leer
La coalición liderada por el actual primer ministro iraquí, Mohammed Shia al Sudani, ha ganado las elecciones parlamentarias del país, según los resultados anunciados por la comisión electoral con el recuento de más del 99 por ciento de los votos. Al Sudani obtuvo 1,3 millones de votos, encabezando la lista con más de 370.000 papeletas de diferencia respecto al segundo candidato. La votación destacó por un aumento de la participación, que alcanzó el 56 por ciento, catorce puntos más que en los pasados comicios.
Sudani encabezó la votación en casi todas las provincias del país, incluso en la capital. Aún así no podrá formar gobierno en solitario, por lo que se abre un largo proceso de negociaciones para poder iniciar la legislatura. La ausencia de mayoría absoluta es una tendencia que persigue al país desde hace más de dos décadas y que se debe en parte a su sistema electoral sectario, que da relevancia a la división etnoreligiosa por encima de la intención de votos. El último gobierno tardó casi un año en formarse, después de que el líder chií Muqtada al Sadr, abandonó el gobierno y pidió el boicot parlamentario.
Aún así, Sudani se tomó el incremento de votos como una victoria personal, asegurando que es una «clara prueba de otro éxito» de su gobierno, que ha logrado «restaurar la confianza en el sistema político». «Inmediatamente iniciaremos negociaciones para formar un gobierno competente«, declaró a los medios tras conocerse el resultado electoral.
Esta mañana el ministerio de Exteriores de España felicitó al gobierno iraquí por el «buen desarrollo» de los comicios y deseó una «pronta formación de un gobierno» que mantenga la «estabilidad, soberanía e integridad territorial de Irak».
Los resultados de la votación revelan algunas sorpresas, como en la provincia de Diyala, al este de Bagdad, donde ningún candidato kurdo consiguió escaños por primera vez en veinte años, mientras que en Nínive, en la provincia con Siria, ganó el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), desafiando a la mayoría de encuestas.
La amenaza del Estado Islámico, que tomó un tercio de Irak hace una década, ha quedado completamente atrás. Ahora en cambio, las tensiones nacionales se centran en mantener el delicado equilibrio entre sus dos aliados, Irán y Estados Unidos, una tarea que se ha vuelto muy complicada con los conflictos desatados en la región desde octubre de 2023. Al Sudani llegó al poder en el año 2022 con el apoyo de partidos cercanos a Irán, pero se ha ido alejando de su esfera de influencia, tomando una postura más pragmática e intentando equilibrar sus relaciones con Washington y Teherán.
El equilibrio es se complica porque Irak es uno de los últimos territorios donde milicias afiliadas al llamado Eje de Resistencia -la alianza de fuerzas que opera bajo la influencia de Irán- mantienen estructuras fuertes, después de que Israel y Estados Unidos debilitaran a otros grupos afines en Gaza, Siria, Líbano y Yemen. Funcionarios estadounidenses ya han manifestado su deseo de que el próximo gobierno inicie un proceso de desarme de las milicias proiraníes en el país, una medida que ya han impuesto en el Líbano con Hisbulá y está causando graves tensiones nacionales. Según medios locales, grupos de la coalición de Sudani estarían trabajando para formar un gobierno liderado por el actual primer ministro, con una coalición entre fuerzas suníes y kurdas, excluyendo a los partidos proiraníes de la nueva legislatura. Sin embargo, Sudani no lo tendrá fácil para deshacerse de la influencia de los partidos chiíes que, más allá de la cercanía de algunas formaciones con milicias proiraníes, han dominado la política de Irak desde la invasión del país por parte de Estados Unidos.
Una de las primeras reacciones de Washington a los resultados, ha sido por parte del enviado especial del país a Irak, Mark Savaya, elogió la votación como un paso para fortalecer la estabilidad del país. «Estas importantes elecciones son una clara señal de que Irak avanza hacia una mayor prosperidad y soberanía«, declaró Savaya en una publicación en sus redes sociales.
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