Aunque la Corte Penal Internacional investiga crímenes de guerra, no tiene competencia sobre la agresión en sí misma Leer Aunque la Corte Penal Internacional investiga crímenes de guerra, no tiene competencia sobre la agresión en sí misma Leer
El día de la Victoria en la Gran Guerra Patria, como llaman a la Segunda Guerra Mundial en Moscú, amaneció en Kiev con una noticia curiosa: el servicio de seguridad de Ucrania ha descubierto una red de espionaje húngara que operaba en Transcarpatia, en el oeste del país. Agentes de la inteligencia militar húngara fueron sorprendidos recopilando información sobre las defensas locales y la opinión pública, en caso de un despliegue militar. Dos sospechosos, ex militares, se enfrentan a cadena perpetua por traición. Hace tiempo que las autoridades de Ucrania sospechan del gobierno de Viktor Orban, aliado de Moscú, pero este tipo de prácticas de espionaje eran inéditas hasta el momento.
Mientras que Vladímir Putin y una veintena de dirigentes extranjeros, entre ellos el chino Xi Jinping y el brasileño Lula, asistían al desfile militar en la plaza Roja de Moscú para conmemorar los 80 años de la victoria sobre la Alemania nazi, la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, y varios ministros de Exteriores europeos, entre ellos el español José Manuel Albares, visitan Leópolis, donde anunciarán una ayuda de 1.000 millones de euros para la industria de defensa de Ucrania y darán la aprobación política final a la creación de un tribunal para juzgar los crímenes de guerra rusos.
«Es un momento decisivo para la justicia, el derecho internacional y el futuro de Ucrania. Juntos reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la rendición de cuentas por el crimen de agresión y por las atrocidades cometidas en suelo ucraniano», dijo el comisario europeo de Justicia Michael McGrath, que anunció la creación «de un Tribunal Especial para el Crimen de Agresión contra Ucrania, estamos sentando las bases de la justicia y reafirmando el firme compromiso de que el orden multilateral basado en normas prevalezca sobre la agresión, el autoritarismo y la impunidad».
Una treintena de países, parte del Consejo de Europa, llevaban meses negociando la creación de este tribunal para cubrir el «vacío» que supone que la Corte Penal Internacional, que ya investiga crímenes de guerra en territorio ucraniano, no tenga competencia para fiscalizar el crimen de agresión ruso a Ucrania. Esto se debe a que Moscú no ha ratificado el Estatuto de Roma, a que la CPI no puede actuar por iniciativa propia para juzgar un crimen de agresión y a que Rusia puede vetar el establecimiento de un nuevo tribunal al ser parte del Consejo de Seguridad de la ONU, que es quien tiene la capacidad de proponerlo.
La iniciativa parte de un artículo publicado por el jurista y escritor franco-británico Philippe Sands en febrero de 2022, dos días después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, según ha avanzado Efe. En su texto Sands identificó ese vacío legal y propuso crear un tribunal especial, al estilo del de Núremberg, con el que se juzgó a los jerarcas nazis, que permitiera responsabilizar penalmente a los altos mandos rusos por la invasión de Ucrania.
Kaja Kallas celebró mientras tanto el Día de Europa en la ciudad de Leópolis, donde han honrado a los caídos ucranianos en la guerra con una ofrenda floral. «Hoy, celebramos el Día de Europa con Ucrania y su gente. Porque en una familia, tanto las alegrías como las dificultades se comparten», escribió Kallas. «Junto con los ministros de Exteriores, estamos unidos con Ucrania por una paz justa. Por el futuro en el que creemos», comentó.
Todo esto sucedió sólo horas después de que la Rada de Ucrania ratificara con todos sus votos a favor el tratado de minerales con EEUU. Donald Trump mantuvo una llamada con Zelenski que el propio presidente ucraniano explicó después, en un tono muy diferente a la bronca en el Despacho Oval: «Ucrania está dispuesta a negociar bajo cualquier formato», pero para ello «es necesario que Rusia demuestre que realmente quiere poner fin a la guerra». Zelenski volvió a aceptar una tregua de 30 días a partir de mañana que todo el mundo intuye ya que Putin no aceptará.
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