Los ataques del ‘software’ malicioso que recopila datos del dispositivo sin consentimiento se han incrementado un 96% en solo tres meses Leer Los ataques del ‘software’ malicioso que recopila datos del dispositivo sin consentimiento se han incrementado un 96% en solo tres meses Leer
El cibercrimen no entra a la fuerza, se cuela disfrazado de actualización, con avisos que parecen legítimos y promesas de seguridad que esconden lo contrario. Y en ese terreno, España se ha convertido en uno de los blancos más vulnerables.
El país lidera a nivel global el aumento del riesgo por spyware —un software malicioso que recopila datos del dispositivo y los envía a terceros sin su consentimiento—, con un incremento del 96% en solo tres meses. Además, se sitúa entre los más afectados por las estafas basadas en falsas actualizaciones, una de las amenazas que más se ha disparado en lo que va del año. Así lo recoge el informe Gen Threat Report de Gen digital que corresponde al primer trimestre de 2025.
Los ataques masivos están dejando paso a tácticas más personalizadas, silenciosas y difíciles de detectar. Esto con el uso de la inteligencia artificial y campañas que apelan directamente a la confianza del usuario. En ese contexto, el spyware se ha consolidado como una de las herramientas más eficaces. Este se instala sin ser detectado, espía al usuario y facilita el robo de datos o el acceso a cuentas personales y bancarias. El aumento global de esta amenaza fue del 6%, pero en España se multiplicó.
«Los datos personales robados y su uso mediante herramientas de IA brindan a los ciberdelincuentes la información personal y el nivel de sofisticación necesarios para manipular con mayor facilidad a las personas«, ha explicado Siggi Stefnisson, director de tecnología de ciberseguridad.
La otra gran amenaza al alza son las falsas actualizaciones de navegador o aplicaciones. Bajo la apariencia de alertas rutinarias, inducen al usuario a descargar malware con la idea de que está protegiendo su dispositivo. A nivel mundial, esta modalidad ha crecido un 1.711% en el primer trimestre del año. España se sitúa como el sexto país con mayor incremento, por detrás de Bélgica, Polonia, Italia, Nueva Zelanda y Suiza.
Las campañas detrás de estas estafas utilizan canales cada vez más elaborados como deepfakes de influencers y personalidades conocidas, hasta páginas falsas que simulan verificadores Captcha. El objetivo siempre es manipular al usuario para que, con un solo clic, permita la entrada del virus.
Esta tendencia al alza también está en las amenazas financieras en móviles. Los troyanos bancarios se cuelan en los teléfonos y abren ventanas emergentes para robar datos como credenciales de billeteras de criptomonedas. Por ejemplo, el Crocodilus —un malware silencioso que puede hacerse con el control completo de los móviles con sistema Android—. Y, aunque su presencia se ha notado a nivel mundial, la mayor actividad ha estado en España y Turquía.
Mientras tanto, la cantidad de información personal filtrada a nivel global ha aumentado un 186%, a nivel de consumidores. Sin embargo, las empresas no se han quedado atrás. En comparación con el trimestre anterior, esta amenaza ha atacado un 36% más y los datos sensibles, como contraseñas, correos electrónicos y números de tarjetas, están cada vez más expuestos.
Asimismo, los reportes de phishing han crecido un 466%, según el informe de la compañía de software. Esta es una de las amenazas más populares para engañar a usuarios a través de correos electrónicos y que desvelen su información personal. Estos correos pueden presentarse como advertencias sobre problemas de la cuenta o revisar documentos sensibles. Así, la modalidad del cibercrimen explota la confianza y lo que les parece familiar a los usuarios. Y en esta guerra digital, los datos muestran que España está en primera línea.
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