La intensificación de los bombardeos en Baalbek ponen en peligro las célebres ruinas romanas, Patrimonio de la Humanidad, y provocan masacres en las que trozos de cadáveres aparecen colgados de las ventanas Leer La intensificación de los bombardeos en Baalbek ponen en peligro las célebres ruinas romanas, Patrimonio de la Humanidad, y provocan masacres en las que trozos de cadáveres aparecen colgados de las ventanas Leer
Como recuerda Rima al Husseini, el eslogan del establecimiento durante los 150 años que ha existido siempre fue: «El hotel Palmyra nunca cierra sus puertas». Tras el ataque del pasado día 6, la expresión se transmutó en trágica realidad, porque la onda expansiva las arrancó, junto a ventanas y trozos de tejado.
Los pedazos de madera -muchos de ellos con decenas de años de antigüedad- permanecen arrumbados en habitaciones con tanta historia como el
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