La actividad física es un aspecto vital de nuestra salud, a pesar de lo cual más de la mitad de los españoles no hace en la actualidad ningún tipo de ejercicio de manera habitual.
Aunque existen abundantes evidencias de que cualquier cantidad de entrenamiento resulta decididamente positiva para nuestro bienestar (y por ello siempre que podamos deberíamos tratar de hacer algo de deporte, sea el que sea y cuando sea), los científicos están muy interesados en encontrar las claves para maximizar esos beneficios. En este sentido, un nuevo estudio publicado en la revista académica BMC Medicine ha hallado recientemente que la actividad física por la mañana y por la tarde-noche podrían ayudar especialmente a reducir el riesgo de cáncer de colon.
Diferentes patrones de actividad física
Como explican los autores, de la Universidad de Regensburg (Alemania), para llevar a cabo este trabajo tomaron datos de la base de datos UK Biobank de 86,252 personas de entre 42 y 79 años de edad. Entre la información recabada se encontraban los datos de seguimiento de su actividad física durante 24 horas los siete días de la semana, obtenidos mediante un acelerómetro triaxial que portaban en la muñeca.
En base a ello, identificaron cuatro patrones diferentes de actividad: actividad continua a lo largo del día, actividad concentrada en las últimas horas del día, actividad en la mañana y en la tarde-noche y actividad a medio día y por la noche.
A continuación, cruzaron estos datos con un seguimiento de su estado de salud durante una media de 5,3 años en el que tuvieron en cuenta especialmente los diagnósticos de cáncer colorrectal, ya que de acuerdo con la evidencia disponible es el que más se asocia inversamente a la práctica de ejercicio físico habitual.
Mayor reducción por la mañana y por la tarde
Siguiendo este método, encontraron, por una parte, que los patrones de actividad se asociaban a lo saludable que era el estilo de vida de cada participante. Concretamente, aquellos que concentraban su actividad física por la mañana y en la tarde-noche tenían el estilo de vida más saludable, caracterizado por menos consumo de alcohol y tabaco y hábitos sedentarios. Por otra parte, confirmaron que la actividad física, en cualquier hora, se asociaba a reducciones de riesgo de recibir un diagnóstico de cáncer colorrectal.
Sin embargo, como predecían la reducción del riesgo no era igual a lo largo de todas las franjas horarias. Aquellos que entrenaban por las mañanas y al atardecer tenían hasta un 11% menos de probabilidades de padecer la enfermedad, más que ningún otro grupo. Los que practicaban ejercicio en las últimas horas del día redujeron su riesgo en un 7% y los que lo hacían a lo largo de todo el día un 6%.
Las causas de estas diferencias no están claras, y los autores creen que en realidad podrían responder a que las personas que entrenan por la mañana y la tarde tienden a hacer más ejercicio, en general, que el resto de los grupos. Al mismo tiempo, no descartan que haya ciertos cambios metabólicos a lo largo del día que refuercen los efectos antiinflamatorios de la actividad física en las primeras y últimas horas del día.
El ejercicio, vital en la prevención
Futuros estudios tendrán que dar respuesta a estas cuestiones y seguir profundizando en los efectos del ejercicio físico en diferentes momentos del día. Mientras tanto, no obstante, investigaciones como esta aportan aún más evidencia sobre los beneficios que el deporte puede tener sobre el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Precisamente, se trata de una clase de tumores que son prevenibles en buena parte de los casos, principalmente mediante la adopción de hábitos y estilos de vida saludables y la participación en programas de cribado a partir de ciertas edades.
Por eso, es fundamental tratar no sólo de entrenar con cierta frecuencia sino también de llevar una dieta saludable, evitar el consumo de tabaco y alcohol y someterse a pruebas de detección de tumores colorrectales y lesiones precancerosas.
Referencias
Stein, M.J., Baurecht, H., Bohmann, P. et al. Diurnal timing of physical activity and risk of colorectal cancer in the UK Biobank. BMC Medicine (2024). DOI: https://doi.org/10.1186/s12916-024-03632-4
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El ejercicio físico es fundamental para la salud y ayuda a reducir el riesgo de padecer numerosas enfermedades, incluyendo varios tipos de tumores. Un nuevo estudio ha encontrado que la hora del día a la que entrenamos podría afectar a ese riesgo.
La actividad física es un aspecto vital de nuestra salud, a pesar de lo cual más de la mitad de los españoles no hace en la actualidad ningún tipo de ejercicio de manera habitual.
Aunque existen abundantes evidencias de que cualquier cantidad de entrenamiento resulta decididamente positiva para nuestro bienestar (y por ello siempre que podamos deberíamos tratar de hacer algo de deporte, sea el que sea y cuando sea), los científicos están muy interesados en encontrar las claves para maximizar esos beneficios. En este sentido, un nuevo estudio publicado en la revista académica BMC Medicine ha hallado recientemente que la actividad física por la mañana y por la tarde-noche podrían ayudar especialmente a reducir el riesgo de cáncer de colon.
Diferentes patrones de actividad física
Como explican los autores, de la Universidad de Regensburg (Alemania), para llevar a cabo este trabajo tomaron datos de la base de datos UK Biobank de 86,252 personas de entre 42 y 79 años de edad. Entre la información recabada se encontraban los datos de seguimiento de su actividad física durante 24 horas los siete días de la semana, obtenidos mediante un acelerómetro triaxial que portaban en la muñeca.
En base a ello, identificaron cuatro patrones diferentes de actividad: actividad continua a lo largo del día, actividad concentrada en las últimas horas del día, actividad en la mañana y en la tarde-noche y actividad a medio día y por la noche.
A continuación, cruzaron estos datos con un seguimiento de su estado de salud durante una media de 5,3 años en el que tuvieron en cuenta especialmente los diagnósticos de cáncer colorrectal, ya que de acuerdo con la evidencia disponible es el que más se asocia inversamente a la práctica de ejercicio físico habitual.
Mayor reducción por la mañana y por la tarde
Siguiendo este método, encontraron, por una parte, que los patrones de actividad se asociaban a lo saludable que era el estilo de vida de cada participante. Concretamente, aquellos que concentraban su actividad física por la mañana y en la tarde-noche tenían el estilo de vida más saludable, caracterizado por menos consumo de alcohol y tabaco y hábitos sedentarios. Por otra parte, confirmaron que la actividad física, en cualquier hora, se asociaba a reducciones de riesgo de recibir un diagnóstico de cáncer colorrectal.
Sin embargo, como predecían la reducción del riesgo no era igual a lo largo de todas las franjas horarias. Aquellos que entrenaban por las mañanas y al atardecer tenían hasta un 11% menos de probabilidades de padecer la enfermedad, más que ningún otro grupo. Los que practicaban ejercicio en las últimas horas del día redujeron su riesgo en un 7% y los que lo hacían a lo largo de todo el día un 6%.
Las causas de estas diferencias no están claras, y los autores creen que en realidad podrían responder a que las personas que entrenan por la mañana y la tarde tienden a hacer más ejercicio, en general, que el resto de los grupos. Al mismo tiempo, no descartan que haya ciertos cambios metabólicos a lo largo del día que refuercen los efectos antiinflamatorios de la actividad física en las primeras y últimas horas del día.
El ejercicio, vital en la prevención
Futuros estudios tendrán que dar respuesta a estas cuestiones y seguir profundizando en los efectos del ejercicio físico en diferentes momentos del día. Mientras tanto, no obstante, investigaciones como esta aportan aún más evidencia sobre los beneficios que el deporte puede tener sobre el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Precisamente, se trata de una clase de tumores que son prevenibles en buena parte de los casos, principalmente mediante la adopción de hábitos y estilos de vida saludables y la participación en programas de cribado a partir de ciertas edades.
Por eso, es fundamental tratar no sólo de entrenar con cierta frecuencia sino también de llevar una dieta saludable, evitar el consumo de tabaco y alcohol y someterse a pruebas de detección de tumores colorrectales y lesiones precancerosas.
Referencias
Stein, M.J., Baurecht, H., Bohmann, P. et al. Diurnal timing of physical activity and risk of colorectal cancer in the UK Biobank. BMC Medicine (2024). DOI: https://doi.org/10.1186/s12916-024-03632-4
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