«Todos sabían que eran sus últimas horas». Así de contundente titula ¡Hola! una pieza sobre los últimos momentos de la vida de Mario Vargas Llosa, fallecido este domingo a los 89 años.
Según han contado fuentes cercanas al escritor, este se fue en paz, contento y rodeado de su familia, que le arropó hasta su último suspiro.
Así, cuenta la revista, la muerte de Mario Vargas Llosa «no fue de repente», ya que «llevaba una semana malito». Por eso, conscientes de que el final podía estar cerca, viajaron a Lima, Perú, para acompañarlo hasta el momento final de su vida.
El escritor se había reunido con toda su familia en su casa del barrio peruano Barranco, frente al Pacífico, el pasado 28 de marzo para festejar su 89 cumpleaños.
Su hijo mayor, Álvaro, ha compartido las que son las últimas fotografías del escritor, con aparente buen estado, muy cariñoso con los suyos, que se reunieron con él en su casa de Barranco, con vistas al mar. Las imágenes muestran a un escritor algo disminuido, pero que podía caminar aún, como se ve en el paseo que da por una calle con uno de sus nietos.
Su familia no le dejó solo ni un minuto en los últimos dos años, desde que se separó de Isabel Preysler, en enero de 2023. Sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, hicieron piña con él y con su madre, Patricia Llosa, quien se separó del novelista cuando inició un romance con Preysler, pero que regresó a su lado tras la ruptura y a quien él dedicó sus mejores elogios personales.
Fuentes cercanas al escritor señalan a ‘¡Hola!’ que su muerte «no fue de repente»,
«Todos sabían que eran sus últimas horas». Así de contundente titula ¡Hola! una pieza sobre los últimos momentos de la vida de Mario Vargas Llosa, fallecido este domingo a los 89 años.
Según han contado fuentes cercanas al escritor, este se fue en paz, contento y rodeado de su familia, que le arropó hasta su último suspiro.
Así, cuenta la revista, la muerte de Mario Vargas Llosa «no fue de repente», ya que «llevaba una semana malito». Por eso, conscientes de que el final podía estar cerca, viajaron a Lima, Perú, para acompañarlo hasta el momento final de su vida.
El escritor se había reunido con toda su familia en su casa del barrio peruano Barranco, frente al Pacífico, el pasado 28 de marzo para festejar su 89 cumpleaños.
Su hijo mayor, Álvaro, ha compartido las que son las últimas fotografías del escritor, con aparente buen estado, muy cariñoso con los suyos, que se reunieron con él en su casa de Barranco, con vistas al mar. Las imágenes muestran a un escritor algo disminuido, pero que podía caminar aún, como se ve en el paseo que da por una calle con uno de sus nietos.
Su familia no le dejó solo ni un minuto en los últimos dos años, desde que se separó de Isabel Preysler, en enero de 2023. Sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, hicieron piña con él y con su madre, Patricia Llosa, quien se separó del novelista cuando inició un romance con Preysler, pero que regresó a su lado tras la ruptura y a quien él dedicó sus mejores elogios personales.
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