Las ‘sinsombrero’ inglesas de finales del XIX llegan a España tras 100 años de olvido

A finales del siglo XIX, en la Inglaterra victoriana, un nutrido grupo de mujeres irrumpió en el panorama literario de la época desafiando las convenciones sociales y apostando por la igualdad, no solo entre hombres y mujeres, sino también entre clases sociales, una igualdad salarial y de género que llevaron tanto a sus novelas como a sus vidas. Conocidas y relevantes en su época, estas autoras enmarcadas en el movimiento conocido como New Women fueron relegadas al olvido durante buena parte del siglo XX. El empeño personal del traductor Gonzalo Gómez Montoro ha logrado recuperar en los últimos años por primera vez al castellano obras de tres de ellas: Amy Levy, Clementina Black y Margaret Harkness. Las sinsombrero inglesas ya están también en las librerías españolas.

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 El traductor Gonzalo Gómez Montoro da a conocer por primera vez en castellano obras de las escritoras Amy Levy, Clementina Black y Margaret Harkness  

A finales del siglo XIX, en la Inglaterra victoriana, un nutrido grupo de mujeres irrumpió en el panorama literario de la época desafiando las convenciones sociales y apostando por la igualdad, no solo entre hombres y mujeres, sino también entre clases sociales, una igualdad salarial y de género que llevaron tanto a sus novelas como a sus vidas. Conocidas y relevantes en su época, estas autoras enmarcadas en el movimiento conocido como New Women fueron relegadas al olvido durante buena parte del siglo XX. El empeño personal del traductor Gonzalo Gómez Montoro ha logrado recuperar en los últimos años por primera vez al castellano obras de tres de ellas: Amy Levy, Clementina Black y Margaret Harkness. Las sinsombrero inglesas ya están también en las librerías españolas.

Gómez Montoro (Murcia, 42 años) llegó por pura casualidad a estas autoras: en una librería de viejo en la ciudad francesa de Montpellier encontró en 2016 una edición original de la novela The Romance of a Shop, escrita en 1888 por Amy Levy, y comenzó a indagar sobre la autora. “La novela me pareció tan interesante como la escritora”, explica. Se trata de una joven judía de clase acomodada, universitaria (fue la segunda judía que estudió en Cambridge), homosexual, feminista y periodista, alabada por autores como Oscar Wilde, y que se suicidó con solo 27 años, en los que le dio tiempo a publicar tres poemarios y tres novelas.

Para Ana Parejo-Vadillo, profesora del Birkbeck College de la Universidad de Londres, una de las principales especialistas en literatura inglesa de finales del XIX y principios del XX, Levy era “un genio de la literatura” y una de las figuras más conocidas de las New Women, mujeres que “querían cambiar el mundo”, no solo con su literatura, sino con su acción. A pesar de su juventud, subraya la experta, esta escritora formaba parte del movimiento intelectual y artístico del Londres de la época, escribió en la revista más importante de la comunidad judía y en la publicación cultural impulsada por Oscar Wilde The Woman’s World. Tampoco se cortó a la hora de utilizar la sátira y la crítica feroz contra el materialismo, el conservadurismo y la burguesía judía y británica, lo que le generó duros golpes por parte de la crítica.

El traductor Gonzalo Gómez Montoro.

Fascinado por esta biografía, González Montoro comprobó que no había ninguna obra de Levy editada en castellano y se lanzó a traducir su The Romance of a Shop sin contar con un respaldo editorial, “a contracorriente”. El resultado, Historia de una tienda, se publicó en 2019 en Chamán Ediciones, una pequeña editorial de Albacete. Su responsable, Pedro Gascón, confiesa que cuando González Montoro le presentó el proyecto, pensó que se trataba de algún tipo de juego literario y que el traductor era el propio autor de la novela. “No conocíamos a esta escritora y su historia personal nos parecía tan potente y la novela tan interesante, que creímos que todo era una invención de Gonzalo. Cuando comprobamos que era real, supimos que teníamos un tesoro”, explica.

La primera edición tuvo dos reimpresiones en apenas seis meses, y una segunda edición un año después de su publicación, una aceptación que motivó que el editor le propusiera a González Montoro traducir alguno de los poemarios de la inglesa. “Pero él ya tenía otras cosas en mente”, ríe.

Y es que, a partir de Levy, el traductor ya había comenzado a indagar en el grupo de las New Women, la mayoría de las cuales no tenían ninguna obra publicada en castellano. La profesora Parejo-Vadillo insiste en que, aunque el grupo fue muy relevante en su época, con la irrupción del modernismo inglés en el siglo XX se quiso romper con todo vestigio de la literatura anterior. “Estas mujeres, aunque de finales del XIX, ya eran modernas. Habían desafiado las convenciones sociales, se habían implicado en los movimientos obreros y sindicalistas, eran feministas. Vivían en la época victoriana, pero no eran mujeres victorianas intelectualmente hablando, ni en su forma de escribir ni en los temas de sus obras. Con el modernismo se llevó a cabo una cancelación de toda la literatura de finales del XIX, se hizo un borrón con todo lo victoriano porque se consideraba un pensamiento antiguo. Y estas mujeres desaparecen del mapa de la literatura, de la sociología y de la política”, explica.

El auge de los fascismos y las dos guerras mundiales tampoco fueron un escenario propicio para recuperar a estas autoras, revolucionarias y luchadoras de la igualdad. Parejo-Vadillo encuentra una clara coincidencia entre ellas y las Sinsombrero de la generación del 27 en España. Aunque algo posteriores en el tiempo estas últimas, los dos grupos quedaron relegados al olvido y no ha sido hasta finales del siglo XX y principios del XXI cuando ha comenzado a reivindicarse su figura y recuperarse su obra.

Tras la traducción de Levy, Gómez Montoro seleccionó otras dos obras de autoras de ese grupo: Clementina Black y su An Agitator (traducida como Revolucionario y publicada en 2021 en Chamán Ediciones) y Margaret Harkness y su A Manchester Shirtmaker (traducida como La camisera de Manchester, publicada en 2024, también en Chamán). Estas dos autoras, muy amigas también de la primera, fueron muy conocidas en su época por su implicación en los movimientos laboralistas y sindicalistas de la época, explica Parejo-Vadillo. Eleanor Marx, hija de Karl Marx, fue muy cercana a ellas, y llegó a traducir al alemán algunas de sus novelas. La conocida definición de Friedrich Engels de la novela realista como “el retrato de tipos habituales en su entorno cotidiano” la hizo en una carta dirigida a Harkness. Black fue considerada una de las más importantes líderes sindicales y militante feminista de la época.

Además de estas intensas vidas, para González Montoro la calidad literaria de sus creaciones es incuestionable: “Si hubieran sido hombres, también habría traducido estas novelas. No se trata de una discriminación positiva, sino de calidad literaria”, apunta, al tiempo que reivindica el papel de las traducciones literarias para impulsar el interés por autores que habían quedado en el olvido y cuyas obras, sin embargo, siguen tratando temas vigentes y han pasado el filtro del tiempo hasta llegar a nuestros días.

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