A tres días de que Edmundo González intente juramentarse como presidente, la líder opositora ofrece una rueda de prensa para hablar del 10 de enero y de la manifestación por la libertad, a la que ella también promete asistir este jueves Leer A tres días de que Edmundo González intente juramentarse como presidente, la líder opositora ofrece una rueda de prensa para hablar del 10 de enero y de la manifestación por la libertad, a la que ella también promete asistir este jueves Leer
María Corina Machado, líder de la oposición democrática venezolana, asegura que saldrá a la calle a manifestarse sin miedo. Lo ha repetido este martes en una rueda de prensa con medios internacionales. El encuentro virtual se ha centrado en las protestas mundiales convocadas por ella misma para el 9 de enero, un día antes de que Edmundo González Urrutia, ganador de las elecciones del 28-J, deba juramentarse como presidente y, sobre todo, enfrentarse a un Nicolás Maduro que persigue el mismo objetivo, aunque de forma inconstitucional, fraudulenta y sin el respaldo popular -de más de siete millones de votos- con el que sí cuenta González.
El objetivo de llamar a las calles un día antes de la toma de posesión es «reivindicar el 28» y que «todos los ojos del mundo se coloquen en lo que corresponde: en la verdad, en la soberanía popular y un pueblo unido, y no en una farsa». Por eso, asegura que «la fecha y el momento» lo ponen los venezolanos democráticos «y no el régimen».
«Será una convocatoria en familia, pacífica, ordenada y cívica«, ha dejado claro la líder, a la vez que invitaba a los manifestantes a llevar «a sus abuelas, a sus padres y a sus hijos». Comúnmente, la oposición se ha manifestado vestida de blanco. En esta ocasión, la ex diputada solicitó a la ciudadanía que acuda con una franela (camiseta) del color de la bandera: de amarillo, azul o rojo (un color que siempre se ha asociado al chavismo). «Este régimen ha querido separar nuestra bandera y nosotros ese día vamos a unir a un país», ha expresado.
Machado ha insistido en la importancia de que «millones de venezolanos» tomen las calles. Ella, principal objetivo del régimen, dará el ejemplo y saldrá de su escondiste para encontrarse con sus paisanos bajo el mismo cielo. «Por nada del mundo yo me pierdo ese día. Es un día histórico del que todos los venezolanos queremos ser parte. Es un día que le vamos a contar a nuestros nietos y que la historia va a escribir. Además, yo tengo un compromiso que adquirí con los venezolanos en las primarias, un compromiso de nunca abandonar a los venezolanos», ha argumentado para zanjar toda duda sobre su asistencia a la manifestación en Caracas.
Sin embargo, ella no es ajena a las amenazas y a los riesgos que atañen a este encuentro. De hecho, mientras María Corina Machado estaba en rueda de prensa, el yerno de Edmundo González fue secuestrado en Caracas. Al mismo tiempo, policías, guardias de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y milicianos se encuentran desplegados especialmente en zonas estratégicas de la capital, como el Palacio de Miraflores, sede del poder ejecutivo.
Pero la mujer que guía a todo un país se mantiene optimista. «Perdieron todo apoyo. El 28 de julio fue el colapso del chavismo como movimiento político… Nadie en Venezuela duda de que Edmundo González Urrutia es el presidente electo y que ganamos por paliza». La líder considera que el régimen tiene los días contados. «A ellos lo único que les queda es represión, meterles miedo a los venezolanos, y si logramos juntos superar este miedo, no hay represión posible. Unos cuantos miles no pueden contra 30 millones de venezolanos».
Ha señalado, además, que los militares saben que Edmundo es el verdadero ganador, porque «ellos fueron quienes tuvieron que transportar el acta número 1… Nosotros no hubiésemos tenido acceso a esas actas si no hubiese sido por la colaboración de los funcionarios del Plan República y del CNE [Consejo Nacional Electoral] que desobedecieron órdenes».
Según Machado, «hay muchísimos policías y soldados que están tomando una decisión: si quieres ser un tirano que reprime o un héroe que defiende a su pueblo. Y nosotros lo que estamos diciéndoles es ‘aquí estamos’, todo el que se sume a esta causa se salva del futuro que le espera por la justicia a esta tiranía. Esta es su gran oportunidad».
María Corina Machado también ha explicado que el 10 de enero no es una fecha límite para recuperar la democracia, sino que es «una prueba de fuego y una fecha límite para Maduro y para aquellos gobiernos democráticos que a día de hoy no han tomado una decisión clara». Se ha referido a aquellos mandatarios que eligieron ser cautos sobre los resultados electorales hasta ver las actas que publicara el CNE. «Se acabó la excusa de que están esperando las actas y llegó el momento de tomar una decisión… La historia va a ser implacable con los que hagan el bien, con los que hagan el mal y con los que no hagan nada».
El Gobierno español fue uno de esos que argumentó que no podía dar como ganador a Edmundo González sin las actas. Sobre estos casos, la fundadora de Vente Venezuela ha sido clara: «Yo creo que aquí no hay punto medio. Esa enredada argumentación de reconocer Estados y no gobiernos para poder estar bien con Dios y con el diablo, para el venezolano no funciona… No hay manera de estar en el medio entre la justicia y la corrupción, entre el respeto de los derechos humanos o la tortura y entre la libertad y la opresión».
Sobre un posible viaje de Zapatero a Venezuela para apoyar a Maduro este viernes, Machado ha expresado: «No me extrañaría que Zapatero viniera al aquelarre que están montando el viernes, porque eso no se puede llamar juramentación. No me extrañaría y creo que a estas alturas ya no es relevante descubrirlo».
En una semana cargada de expectativas para los venezolanos, Machado se esfuerza por aplacar el miedo que la cúpula del chavismo alimentó en la población desde que Maduro prometiera un «baño de sangre» y Diosdado Cabello, ministro de Interior y su número dos, lo ejecutara tras el 28-J. En los últimos cinco meses, el régimen llenó las cárceles con más de 2.000 presos políticos, una exorbitada cifra que por primera vez incluyó a más de 100 menores de edad. Las protestas postelectorales se saldaron, además, con al menos 25 muertos.
Los argumentos para motivar a la población a salir a las calles no han faltado. «Ellos [Maduro y sus cómplices] están intentando salvarse… Han usado la violencia y nosotros creemos en la organización cívica y pacífica… Si todos reaccionamos, dentro y fuera, no hay fuerza que nos detenga«. Sobre los despliegues militares y las continuas amenazas de los aliados de Maduro ha dicho: «¿A quiénes van realmente dirigidas esas amenazas?… Cada día estoy más convencida de que eso está dirigido a sus mismas filas, a aquellos que saben que ya han iniciado un proceso de deserciones al sistema».
La venezolana no criticará a quienes prefieran quedarse en casa. «No voy a juzgar la decisión que cada quien tome. Cada persona tiene derecho a decir ‘yo llegué hasta aquí’, por la razón que sea, pero nadie tiene derecho a desmoralizar a un país. Si tú estás derrotado, ese es tu problema… Yo no juzgo, pero la historia sí va a ser implacable con todos: gobiernos, instituciones, individuos. El que hace el bien, el que hace el mal y el que no hace nada».
La venezolana, que lleva meses escondida en algún rincón de Caracas, asegura sonriente que «la tiranía va a salir y Venezuela va a ser libre». Y agrega: «No puedo garantizar el día o la hora. Puede ser antes, durante o después del 10 de enero, pero va a pasar. Eso es lo que significa hasta el final». Sobre la posibilidad de que Edmundo González sea investido presidente, la líder ha indicado que «veremos lo que pasa el 10, cada día a la vez. Si no pasa eso, pasarán otras cosas. No podemos anticipar».
La próxima cita para defender la democracia en el país caribeño será, entonces, el próximo jueves 9 de enero. En las próximas horas, el equipo de María Corina Machado y Edmundo González dará a conocer los puntos de encuentro en Venezuela para las manifestaciones. La convocatoria ya se ha extendido a España, donde la migración venezolana, que ya supera el medio millón, se reunirá en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Gijón, Granada, Murcia, Oviedo, Sevilla, Palma de Mallorca y Tenerife. A los manifestantes se les podrá identificar por sus camisetas amarillas, azules o rojas.
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