Miguel Ángel Revilla, expresidente de Cantabria, estuvo en el plató de Y ahora Sonsoles para hablar de su vida, muy convulsa en este año debido a la demanda que le ha puesto el rey emérito y a la enfermedad de su mujer, Aurora.
En abril de este año, Juan Carlos I interponía una demanda contra Revilla por unas declaraciones que, según él, vulneraban su derecho al honor. Desde entonces, Revilla ha defendido su inocencia, luchando contra una demanda sin precedentes entre un monarca y un ciudadano.
«El que roba de lo público, debería ser doblemente castigado», asegura. Revilla añade que cree que Juan Carlos I debería volver a España y pedir perdón: «Si fuera el rey, repatriaba el dinero que tiene fuera», dijo Revilla.
Pese a que ya han pasado más de tres meses desde el acto de conciliación en el que Miguel Ángel Revilla confirmó que no se retractaría, la demanda aún no le ha llegado. «Voy todos los días al buzón», confiesa.
Y ha mostrado su desencanto con quien un día fue su amigo, al que, sin embargo, no perdona la corrupción en la que se ha visto inmerso, y que le llevó a hacer declaraciones contra el emérito.
Además, Revilla ha tenido que vivir en directo el tratamiento de cáncer de su mujer Aurora. Ella ha sido, sin embargo, su mayor apoyo durante esta etapa, aunque asegura que no ha sido fácil. Ambos se enamoraron tras el divorcio de Revilla, cuando Aurora era la secretaria del partido, hasta que se convirtió en su segunda esposa.
Revilla y Aurora se convirtieron en un equipo y formaron su propia familia, aunque el expolítico confesño que no ha sido un buen padre de familia. «No le he dedicado a mi familia, ni a mis hijas ni a mi mujer, el tiempo que debía haberles sacado», dijo apesadrumbrado.
Pese a que ya han pasado más de tres meses desde el acto de conciliación en el que Miguel Ángel Revilla confirmó que no se retractaría, la demanda de Juan Carlos aún no le ha llegado. «Voy todos los días al buzón», confiesa.
El expresidente cántabro ha hablado en ‘Y ahora Sonsoles’ con Sonsoles Ónega.
Miguel Ángel Revilla, expresidente de Cantabria, estuvo en el plató de Y ahora Sonsoles para hablar de su vida, muy convulsa en este año debido a la demanda que le ha puesto el rey emérito y a la enfermedad de su mujer, Aurora.
En abril de este año, Juan Carlos I interponía una demanda contra Revilla por unas declaraciones que, según él, vulneraban su derecho al honor. Desde entonces, Revilla ha defendido su inocencia, luchando contra una demanda sin precedentes entre un monarca y un ciudadano.
«El que roba de lo público, debería ser doblemente castigado», asegura. Revilla añade que cree que Juan Carlos I debería volver a España y pedir perdón: «Si fuera el rey, repatriaba el dinero que tiene fuera», dijo Revilla.
Pese a que ya han pasado más de tres meses desde el acto de conciliación en el que Miguel Ángel Revilla confirmó que no se retractaría,la demanda aún no le ha llegado. «Voy todos los días al buzón», confiesa.
Y ha mostrado su desencanto con quien un día fue su amigo, al que, sin embargo, no perdona la corrupción en la que se ha visto inmerso, y que le llevó a hacer declaraciones contra el emérito.
Además, Revilla ha tenido que vivir en directo eltratamiento de cáncer de su mujer Aurora. Ella ha sido, sin embargo, su mayor apoyo durante esta etapa, aunque asegura que no ha sido fácil. Ambos se enamoraron tras el divorcio de Revilla, cuando Aurora era la secretaria del partido, hasta que se convirtió en su segunda esposa.
Revilla y Aurora se convirtieron en un equipo y formaron su propia familia, aunque el expolítico confesño queno ha sido un buen padre de familia. «No le he dedicado a mi familia, ni a mis hijas ni a mi mujer, el tiempo que debía haberles sacado», dijo apesadrumbrado.
Pese a que ya han pasado más de tres meses desde el acto de conciliación en el que Miguel Ángel Revilla confirmó que no se retractaría,la demanda de Juan Carlos aún no le ha llegado. «Voy todos los días al buzón», confiesa.
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