Hay una foto en blanco y negro, tomada en 1969, en la que Mick Jagger y Marianne Faithfull abandonan entre periodistas y camarógrafos un tribunal británico, después de haberse enfrentado a cargos de posesión y consumo de drogas. El cantante de los Rolling Stones, con traje de raya diplomática y corbata psicodélica, agarra a la chica del brazo, pero parece más preocupado por fruncir sus legendarios labios para la cámara. Marianne, envuelta en un tres cuartos de paño claro y cuello alto, tiene el rostro serio y la mirada perdida, como si se dejara llevar por el bullicio sin entender lo que ocurría.
La cantante y actriz fue la musa de los Rolling Stones, pareja de Mick Jagger y pieza clave de la época dorada del pop inglés
La cantante Marianne Faithfull ha fallecido a los 78 años, según ha informado su portavoz a la prensa británica. “Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de la cantante, compositora y actriz Marianne Faithfull. Ha falleció hoy en paz en Londres, en compañía de su querida familia. La echaremos mucho de menos”.
De origen burgués y buena educación, la leyenda femenina del rock and roll británico empezó su carrera a los 18 años, interpretando el tema As Tears Go By, compuesto por Mick Jagger y Keith Richards. Ahí comenzó su relación con los Rolling Stones y su noviazgo con Jagger, junto a quien protagonizó decenas de portadas y titulares. Fue entre 1966 y 1970 cuando Faithfull y Jagger vivieron su tóxico romance, marcado por fiestas locas donde el sexo y la drogas fueron su pan de cada día. A esos años locos le siguieron tiempos más oscuros, como cuando vivió en la calle, presa del laberinto de la heroína y la anorexia, que supo combinar con la consolidación de una trayectoria musical en los años ochenta y noventa.
Ella sola fue escribiendo su propia historia, la misma que desgranó sin tapujos en sus dos autobiografías, primero en Marianne Faithfull, en 1995, y después en Memorias, sueños y reflexiones, en 2007. “Siento no haberle dado más cariño a mis padres, pero, por lo demás, no me arrepiento de nada de lo que hice en el pasado. Los remordimientos siempre están ahí, pero creo que el arrepentimiento es un sentimiento bastante estúpido”, reconocía en su primer libro.
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