Mejorar el diagnóstico precoz de las enfermedades cerebrales es de vital importancia, puesto que la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha revelado que el 50 por ciento de los casos leves están sin diagnosticar. El párkinson provoca discapacidad, y los ictus generan fallecimientos, por ejemplo.
Sin embargo, existe otra enfermedad, la demencia, que según el Instituto Nacional de Estadística supone casi el 10 por ciento del total de las muertes en España. De todas las causas posibles de demencia (que no es una única enfermedad, sino un grupo de trastornos), el Alzheimer es la más común.
La demencia y sus consecuencias para la salud
«Las demencias en general, y la enfermedad de Alzheimer en particular, tienen consecuencias devastadoras. No solo en cuanto a mortalidad, sino también en morbilidad y pérdida de calidad de vida. En todo el mundo, el Alzheimer supone el 12 por ciento del total de años vividos con discapacidad debido a una enfermedad», explica la doctora Raquel Sánchez del Valle, coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y demencias de la SEN.
Así pues, el Alzheimer, como principal causa de demencia, es una patología elevada prevalencia. Cada año se diagnostican en España cerca de 40.000 nuevos casos, en su mayoría de mujeres, y casi siempre en mayores de 65 años.
El Alzheimer, un enfermedad cerebral infradiagnosticada
Los expertos de la Sociedad Española de Neurología estiman que el tiempo que transcurre entre que aparecen los primeros síntomas de la enfermedad, y el diagnóstico, puede llegar hasta los 2 años, tiempo en el que el paciente ya ha desarrollado la fase moderada y la enfermedad avanza.
Según la doctora Del Valle «es básico mejorar los tiempos de diagnóstico. Cuanto antes se realice, más pronto se podrán utilizar los tratamientos de los que disponemos actualmente. Pero también porque el diagnóstico en fases iniciales permite al enfermo participar en la toma de decisiones de manera activa, y planificar su cuidado”.
Técnicas para detectar el Alzheimer
Puesto que se trata de una de las causas del demencia más graves, es crucial que todas las técnicas de diagnóstico se pongan a funcionar. Como expone la doctora, «en los últimos años ha habido grandes avances en las técnicas de imagen y de diagnóstico bioquímico».
Y añade: «Hasta hace poco, estas pruebas bioquímicas requerían de una punción lumbar para la obtención de líquido cefalorraquídeo. Pero en los últimos años empezamos a disponer de marcadores de la enfermedad de Alzheimer en sangre. Estas pruebas pueden mejorar los tiempos, mientras que hasta hace muy poco solo se podía hacer de forma clínica, es decir, en base a los síntomas y cuando éstos ya estaban avanzados”.
Lo último en tratamientos para la demencia causada por Alzheimer
Actualmente, se está trabajando en más de cien nuevos compuestos para tratar el Alzheimer en sus fases más iniciales. Después de dos décadas sin ninguna novedad, tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, Japón o Emiratos Árabes se han aprobado fármacos que actúan sobre la proteína amiloide que se acumula en el cerebro de los pacientes, que logra ralentizar el avance de la patología.
«Aunque estos medicamentos no permiten parar la progresión de la enfermedad y no están exentos de efectos secundarios, han demostrado un efecto clínico y suponen el inicio de una nueva etapa”, explica la doctora Raquel Sánchez del Valle.
Dicho esto, la experta tiene alguna objeción sobre la progresión de las soluciones farmacológicas. «El comité asesor de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha recomendado que el primero de estos fármacos
-lecanemab-, no se apruebe en la Unión Europea por un balance riesgo-beneficio que consideran desfavorable. Lo contrario a comités asesores de otras agencias reguladoras, y a pesar de que sociedades científicas europeas consideran que se puede aumentar su seguridad excluyendo a los pacientes con mayor riesgo».
¿Se puede evitar el Alzheimer?
Los responsables de la Sociedad Española de Neurología quieren dejar constancia de que, a pesar de que según un reciente estudio los españoles declaramos estar preocupados por el Alzheimer, sólo por detrás del cáncer, la concienciación sobre el impacto que tiene nuestro estilo de vida en esta patología es escasa.
De hecho, casi la mitad de los encuestados están convencidos de que el Alzheimer y la demencia son consecuencias inevitables del hecho de envejecer.
«Casi uno de cada dos casos de Alzheimer es atribuible a factores modificables relacionados con el estilo de vida y los factores de riesgo vascular. A pesar de que la edad es el principal factor de riesgo, esta enfermedad y sus síntomas no forman parte del envejecimiento normal del cerebro. Si cuidamos a lo largo de la vida nuestra salud cerebral, podríamos reducir mucho el riesgo de Alzheimer en un futuro”.
Entre las recomendaciones de los expertos de SEN para evitar la enfermedad, están abandonar el consumo de alcohol y el tabaquismo. Además, practicar ejercicio físico, mantenernos cognitiva y socialmente activos, mantener un peso saludable, controlar la diabetes y la hipertensión, y exponernos lo menos posible a la contaminación ambiental.
Referencias
Encuesta ‘Actitudes y percepciones de la población española sobre el Alzheimer’. Fundación Pasqual Maragall. Consultado online en https://fpmaragall.org/wp-content/uploads/2020/09/ResultadoEncuestaFPM_2020_DEF.pdf
El envejecimiento de la población ha hecho que determinados trastornos mentales afecten seriamente a la calidad de vida, con el foco puesto en una patología discapacitante que provoca gran número de fallecimientos.
Mejorar el diagnóstico precoz de las enfermedades cerebrales es de vital importancia, puesto que la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha revelado que el 50 por ciento de los casos leves están sin diagnosticar. El párkinson provoca discapacidad, y los ictus generan fallecimientos, por ejemplo.
Sin embargo, existe otra enfermedad, la demencia, que según el Instituto Nacional de Estadística supone casi el 10 por ciento del total de las muertes en España. De todas las causas posibles de demencia (que no es una única enfermedad, sino un grupo de trastornos), el Alzheimer es la más común.
La demencia y sus consecuencias para la salud
«Las demencias en general, y la enfermedad de Alzheimer en particular, tienen consecuencias devastadoras. No solo en cuanto a mortalidad, sino también en morbilidad y pérdida de calidad de vida. En todo el mundo, el Alzheimer supone el 12 por ciento del total de años vividos con discapacidad debido a una enfermedad», explica la doctora Raquel Sánchez del Valle, coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y demencias de la SEN.
Así pues, el Alzheimer, como principal causa de demencia, es una patología elevada prevalencia. Cada año se diagnostican en España cerca de 40.000 nuevos casos, en su mayoría de mujeres, y casi siempre en mayores de 65 años.
El Alzheimer, un enfermedad cerebral infradiagnosticada
Los expertos de la Sociedad Española de Neurología estiman que el tiempo que transcurre entre que aparecen los primeros síntomas de la enfermedad, y el diagnóstico, puede llegar hasta los 2 años, tiempo en el que el paciente ya ha desarrollado la fase moderada y la enfermedad avanza.
Según la doctora Del Valle «es básico mejorar los tiempos de diagnóstico. Cuanto antes se realice, más pronto se podrán utilizar los tratamientos de los que disponemos actualmente. Pero también porque el diagnóstico en fases iniciales permite al enfermo participar en la toma de decisiones de manera activa, y planificar su cuidado”.
Técnicas para detectar el Alzheimer
Puesto que se trata de una de las causas del demencia más graves, es crucial que todas las técnicas de diagnóstico se pongan a funcionar. Como expone la doctora, «en los últimos años ha habido grandes avances en las técnicas de imagen y de diagnóstico bioquímico».
Y añade: «Hasta hace poco, estas pruebas bioquímicas requerían de una punción lumbar para la obtención de líquido cefalorraquídeo. Pero en los últimos años empezamos a disponer de marcadores de la enfermedad de Alzheimer en sangre. Estas pruebas pueden mejorar los tiempos, mientras que hasta hace muy poco solo se podía hacer de forma clínica, es decir, en base a los síntomas y cuando éstos ya estaban avanzados”.
Lo último en tratamientos para la demencia causada por Alzheimer
Actualmente, se está trabajando en más de cien nuevos compuestos para tratar el Alzheimer en sus fases más iniciales. Después de dos décadas sin ninguna novedad, tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, Japón o Emiratos Árabes se han aprobado fármacos que actúan sobre la proteína amiloide que se acumula en el cerebro de los pacientes, que logra ralentizar el avance de la patología.
«Aunque estos medicamentos no permiten parar la progresión de la enfermedad y no están exentos de efectos secundarios, han demostrado un efecto clínico y suponen el inicio de una nueva etapa”, explica la doctora Raquel Sánchez del Valle.
Dicho esto, la experta tiene alguna objeción sobre la progresión de las soluciones farmacológicas. «El comité asesor de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha recomendado que el primero de estos fármacos
-lecanemab-, no se apruebe en la Unión Europea por un balance riesgo-beneficio que consideran desfavorable. Lo contrario a comités asesores de otras agencias reguladoras, y a pesar de que sociedades científicas europeas consideran que se puede aumentar su seguridad excluyendo a los pacientes con mayor riesgo».
¿Se puede evitar el Alzheimer?
Los responsables de la Sociedad Española de Neurología quieren dejar constancia de que, a pesar de que según un reciente estudio los españoles declaramos estar preocupados por el Alzheimer, sólo por detrás del cáncer, la concienciación sobre el impacto que tiene nuestro estilo de vida en esta patología es escasa.
De hecho, casi la mitad de los encuestados están convencidos de que el Alzheimer y la demencia son consecuencias inevitables del hecho de envejecer.
«Casi uno de cada dos casos de Alzheimer es atribuible a factores modificables relacionados con el estilo de vida y los factores de riesgo vascular. A pesar de que la edad es el principal factor de riesgo, esta enfermedad y sus síntomas no forman parte del envejecimiento normal del cerebro. Si cuidamos a lo largo de la vida nuestra salud cerebral, podríamos reducir mucho el riesgo de Alzheimer en un futuro”.
Entre las recomendaciones de los expertos de SEN para evitar la enfermedad, están abandonar el consumo de alcohol y el tabaquismo. Además, practicar ejercicio físico, mantenernos cognitiva y socialmente activos, mantener un peso saludable, controlar la diabetes y la hipertensión, y exponernos lo menos posible a la contaminación ambiental.
Referencias
Encuesta ‘Actitudes y percepciones de la población española sobre el Alzheimer’. Fundación Pasqual Maragall. Consultado online en https://fpmaragall.org/wp-content/uploads/2020/09/ResultadoEncuestaFPM_2020_DEF.pdf
20MINUTOS.ES – Salud