La cultura del sobreesfuerzo se enfrenta al ‘reseteo’ de los trabajadores que priorizan su bienestar Leer La cultura del sobreesfuerzo se enfrenta al ‘reseteo’ de los trabajadores que priorizan su bienestar Leer
El sobreesfuerzo en el empleo, el burnout (otra forma de definir el desgaste emocional por causas laborales), o el sentimiento de infravaloración en el puesto de trabajo están marcando el presente y futuro del empleo: más de la mitad de los empleados de todo el mundo considera cambiar de trabajo. En concreto, un 60% de trabajadores globales abandonará su puesto definitivamente en los próximos doce meses.
No obstante, en España se digiere mejor el malestar en el trabajo: «sólo» el 30% de los empleados considera cambiar su lugar de trabajo a lo largo del próximo año, pese a que el 18% ya ha manifestado sentirse infravalorados. ¿La razón? Los españoles valoran más la estabilidad económica y la cultura de la empresa que cualquier otro malestar.
El informe global Human Capital «Employee Sentiment Study» 2025, realizado a más de 9.000 empleados en 23 países por la asesoría especializada en recursos humanos Aon, destaca cómo la mayoría de los trabajadores están planeando un cambio en su vida laboral para priorizar «el bienestar y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal», aspecto que demandan los propios trabajadores mediante fórmulas como la jornada compartida o la desconexión digital.
El lugar de trabajo tiene especial relevancia a la hora de medir su valor dentro de la empresa, según recoge Aon: los empleados totalmente remotos tienen un 52% más de probabilidades de sentirse infravalorados, mientras que en el caso de los oficinistas, las probabilidades solo suben un 10%.
Asimismo, entre los datos más destacados se encuentra la poca motivación de los encuestados (de entre 18 y 64 años) para desarrollar nuevas habilidades que mejoren su permanencia dentro de la empresa. Por ejemplo, las tecnológicas: pese a que suelen ser un requerimiento, sólo el 35% de los trabajadores en 2024 se animaban a aprender destrezas relacionadas con la inteligencia artificial (IA). Una postura llamativa frente a la importancia que el estudio recoge para este mismo aspecto: el 22% de los fundadores y ejecutivos de alto nivel ya creían que la IA reemplazaría «significativamente» los puestos de trabajo de su campo, y pensaban igual el 11% de los empleados a niveles inferiores.
Los expertos de Aon insisten en el efecto a largo plazo de la «Gran Renuncia«, que supuso un punto de inflexión para los trabajadores y sus prioridades. Este fenómeno se dio en los años inminentemente posteriores a la pandemia de Covid-19, cuando se detectó un aumento en el abandono voluntario de empleos de millones de personas en todo el mundo, y que se asocia esencialmente a un cambio en la mentalidad de los propios trabajadores y una reevaluación de sus objetivos vitales, según aclara la IESE Business School.
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