Se presenta en redes como una odontóloga «experta en carillas», pero su metodología y sus resultados, a juzgar por el deslumbrante esmalte de su sonrisa, parece que dejan mucho que desear. Valentina Pumpin, mejor conocida como la Dra. Pumpin, ha causado sensación en plataformas como TikTok, generando simpatía y confusión a partes iguales.
Pero, ¿quién se esconde detrás de este peculiar perfil que, en apenas unos meses, ha acumulado más de 600.000 seguidores en la red social china y que en cada uno de sus vídeos recibe millones de visualizaciones? Aunque hay quienes aún dudan de su profesionalidad, la mayoría de internautas sugieren que su aparente contradicción sería, en el fondo, una magistral estrategia de comunicación para llegar a potenciales clientes.
Y es que no cabe duda de que el blanco radiante de su sonrisa y su forma pausada y extravagante de anunciar su clínica dental desatan un intenso debate en la sección de comentarios de sus vídeos, así como una oleada de memes, imitaciones y todo tipo de reacciones divertidas entre los usuarios que demuestran que su figura es, a día de hoy, uno de los fenómenos virales del momento.
Valentina Pumpin, licenciada en odontología por la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile, fundó en febrero de este año su propia clínica dental, la Clínica Dental Happy Tooth, ubicada en Santiago de Chile, desde donde ejerce como odontopediatra u odontóloga pediátrica, su especialidad, atendiendo a niños de distintas edades.
No obstante, en la clínica se ofrecen otros servicios de odontología general y prevención, realizando tratamientos dentales como blanqueamientos, limpiezas y exodoncias simples, entre otros. Además, se brinda atención a personas con necesidades especiales, asegurando una atención integral y de calidad.
A pesar de su reciente apertura, la clínica ha alcanzado cierta notoriedad en redes sociales, y todo gracias a la viralidad de la Dra. Pumpin, quien, con base a su lema «mirando la vida con humor», tal y como se observa en su perfil de Instagram, se ha posicionado como una de las personalidades más irreverentes de internet gracias a su ingenio y creatividad a la hora de promocionar su labor.
Desde distribuir papeletas por la ciudad y ponerse a bailar en plena calle para llamar la atención hasta animarse a cantar a pleno pulmón en el interior de su clínica y subirlo a sus perfiles de redes sociales, no hay reto o actividad que se le resista para cumplir su objetivo de atraer nuevos clientes en su divertida campaña de promoción.
En medio del revuelo causado por su última gran idea, la creadora de contenido ha reaccionado con ironía a las dudas respecto al verdadero color de sus dientes, dejando caer que, en realidad, podría deberse a la «iluminación artificial» de su consulta. «Ahora, con iluminación natural, podéis ver lo armónicos que se ven mis dientes, que están muy bien. Os espero», comenta Valentina, presumiendo de su gran sonrisa.
Del mismo modo, la odontopediatra ha seguido adelante con la broma, que cada vez cuenta con más adeptos, y, adoptando calculadamente un tono y un gesto más serios, ha respondido a las críticas que apuntan a que sus vídeos no solo «dañan su reputación», sino que «quitan la seriedad» a los profesionales que se dedican a lo mismo que ella.
La odontopediatra Valentina Pumpin genera simpatía y confusión en redes por el deslumbrante esmalte de sonrisa del que presume en sus vídeos.
Se presenta en redes como una odontóloga «experta en carillas», pero su metodología y sus resultados, a juzgar por el deslumbrante esmalte de su sonrisa, parece que dejan mucho que desear. Valentina Pumpin, mejor conocida como la Dra. Pumpin, ha causado sensación en plataformas como TikTok, generando simpatía y confusión a partes iguales.
Pero, ¿quién se esconde detrás de este peculiar perfil que, en apenas unos meses, ha acumulado más de 600.000 seguidores en la red social china y que en cada uno de sus vídeos recibe millones de visualizaciones? Aunque hay quienes aún dudan de su profesionalidad, la mayoría de internautas sugieren que su aparente contradicción sería, en el fondo, una magistral estrategia de comunicación para llegar a potenciales clientes.
Y es que no cabe duda de que el blanco radiante de su sonrisa y su forma pausada y extravagante de anunciar su clínica dental desatan un intenso debate en la sección de comentarios de sus vídeos, así como una oleada de memes, imitaciones y todo tipo de reacciones divertidas entre los usuarios que demuestran que su figura es, a día de hoy, uno de los fenómenos virales del momento.
Valentina Pumpin, licenciada en odontología por la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile, fundó en febrero de este año su propia clínica dental, la Clínica Dental Happy Tooth, ubicada en Santiago de Chile, desde donde ejerce como odontopediatra u odontóloga pediátrica, su especialidad, atendiendo a niños de distintas edades.
No obstante, en la clínica se ofrecen otros servicios de odontología general y prevención, realizando tratamientos dentales como blanqueamientos, limpiezas y exodoncias simples, entre otros. Además, se brinda atención a personas con necesidades especiales, asegurando una atención integral y de calidad.
A pesar de su reciente apertura, la clínica ha alcanzado cierta notoriedad en redes sociales, y todo gracias a la viralidad de la Dra. Pumpin, quien, con base a su lema «mirando la vida con humor», tal y como se observa en su perfil de Instagram, se ha posicionado como una de las personalidades más irreverentes de internet gracias a su ingenio y creatividad a la hora de promocionar su labor.
Desde distribuir papeletas por la ciudad y ponerse a bailar en plena calle para llamar la atención hasta animarse a cantar a pleno pulmón en el interior de su clínica y subirlo a sus perfiles de redes sociales, no hay reto o actividad que se le resista para cumplir su objetivo de atraer nuevos clientes en su divertida campaña de promoción.
En medio del revuelo causado por su última gran idea, la creadora de contenido ha reaccionado con ironía a las dudas respecto al verdadero color de sus dientes, dejando caer que, en realidad, podría deberse a la «iluminación artificial» de su consulta. «Ahora, con iluminación natural, podéis ver lo armónicos que se ven mis dientes, que están muy bien. Os espero», comenta Valentina, presumiendo de su gran sonrisa.
Del mismo modo, la odontopediatra ha seguido adelante con la broma, que cada vez cuenta con más adeptos, y, adoptando calculadamente un tono y un gesto más serios, ha respondido a las críticas que apuntan a que sus vídeos no solo «dañan su reputación», sino que «quitan la seriedad» a los profesionales que se dedican a lo mismo que ella.
20MINUTOS.ES – Gente
