Revolución tecnológica y humana en la banca y los seguros

Las entidades financieras y aseguradoras mantienen la tendencia alcista e invierten en recursos tecnológicos y humanos para adaptarse a la nueva era de la inteligencia artificial, las ‘insurtech’ y las criptomonedas. Leer Las entidades financieras y aseguradoras mantienen la tendencia alcista e invierten en recursos tecnológicos y humanos para adaptarse a la nueva era de la inteligencia artificial, las ‘insurtech’ y las criptomonedas. Leer  

Los cambios siempre tienen un coste y exigen un esfuerzo. Y más aún cuando suponen una revolución radical que rompe con todo lo anterior. La adopción de la inteligencia artificial por parte de las empresas es una de estas transformaciones que implica una mayor inversión en innovación, pero también obliga a reclutar el talento específico con las competencias adecuadas. Hay sectores que, debido a su naturaleza, son más sensibles a estas modificaciones. Y esos son los casos de la banca y los seguros.

Para Jon Zubizarreta, responsable de estrategia y consultoría para entidades financieras en Accenture, la inteligencia artificial, de forma transversal, «permite a los profesionales centrarse en aquellas tareas donde más valor pueden aportar, asistiendo en áreas corporativas como el márketing, los recursos humanos o la atención al cliente». Pero, concretamente en el mundo de las finanzas y los seguros, «estas tecnologías permiten hiperpersonalizar la oferta, anticipar fraudes y rediseñar procesos como la concesión de crédito para acortar los tiempos y maximizar la productividad». Para resaltar su poder transformador en estos sectores, Zubizarreta habla de los gemelos cognitivos, «modelos que condensan el conocimiento de cada cliente y recomiendan, por ejemplo, aumentar su línea de crédito anticipándose a su aumento de facturación».

Enrique Galván, CEO de la consultora Qaracter, coincide en el diagnóstico y opina que en sectores como el financiero y el asegurador, en los que «la complejidad operativa es alta», la inteligencia artificial «permite rediseñar procesos, reducir errores, acelerar la toma de decisiones y, sobre todo, liberar a las personas de tareas repetitivas«. Esto fue, precisamente, lo que buscaba este experto cuando diseñó la estrategia de digitalización de una gran aseguradora, que operaba en España y Latinoamérica y gestionaba más de 50.000 comunicaciones mensuales en su área de back office. Gracias a la implantación de soluciones de inteligencia artificial, entre otras cosas, consiguieron «reducir en un 45% el tiempo de procesamiento, disminuir el error operativo en un 30% y liberar más de 3.000 horas de trabajo anuales a la plantilla».

Las entidades financieras tienen claro que no pueden dejar escapar esta oportunidad y están ya moviendo ficha para explotar el potencial de la inteligencia artificial. En España, el 62% cuenta con planes ambiciosos para implantar esta tecnología, un 10% más que la media europea, según los resultados de una encuesta realizada por NTT Data entre 800 directivos tecnológicos y de grandes empresas del sector. De hecho, el 57% ha implantado de forma avanzada esta tecnología en sus operativas, frente al 49% en entidades europeas.

El experto de Accenture, concreta aún más: «El 100% de los bancos del Ibex 35 tiene programas activos y ha anunciado importantes inversiones para los próximos años». Eso sí, tal como apunta, habrá que esperar «entre tres y cinco años para que la tecnología madure y su adopción de adopte a gran escala en las entidades».

Este poder transformador de la inteligencia artificial en el mundo financiero se potencia aún más cuando se combina con el de otra tecnología disruptiva como el blockchain. La convergencia de ambas es la base de lo que se conoce como la economía tokenizada. Zubizarreta pone como ejemplo un contrato de factoring, en el que una empresa transfiere sus facturas o derechos de cobro a otra entidad, en el que «La inteligencia artificial monitoriza el riesgo en tiempo real y, si la probabilidad de impago baja, el propio contrato inteligente libera automáticamente parte del capital inmovilizado y acelera el cobro del proveedor de días a minutos». Con ello, continúa, «se obtiene eficiencia, liquidez y transparencia en un solo movimiento.

UN NUEVO MODELO. Esta combinación tecnológica es la base de propuestas innovacdoras como Deblock, una plataforma que permite a sus usuarios operar sin restricciones con euros o criptomonedas indistintamente. Este es, según Mario Eguiluz, cofundador del proyecto, el modelo hacia el que viaja el mundo de las finanzas. «Hay una creciente tendencia a tokenizar propiedades, infraestructura, acciones y otros activos del mundo físico para facilitar la liquidez y acceso», explica. «Esto obliga a las instituciones financieras tradicionales a innovar y adaptarse a las nuevas demandas de un mercado mucho más flexible y que funciona 24/7″.

Pero más allá de aplicaciones concretas, los expertos coinciden en que uno de los grandes retos por delante en esta nueva era es la escasez de talento especializado que combine las competencias digitales y técnicas necesarias en cada negocio. Y a esto que sumarle que las universidades no tienen capacidad para renovar sus contenidos al ritmo que exige una disrupción tecnológica como esta.

Es por eso que Zubizarreta insiste en que «el reto no es sólo contratar especialistas, sino capacitar a toda la plantilla en estas nuevas tecnologías«. De hecho, detecta que las entidades bancarias y de seguros ya están apostando por esta formación interna con «la creación de hubs especializados». Otras se apoyan en consultoras como Accenture, que facilitan «un acceso inmediato a expertos mientras los bancos desarrollan su propio talento interno«.

La banca española confirma su fortaleza, como lo demuestran sus elevados niveles de rentabilidad y solvencia. Carola Andrea Saldias, analista de instituciones financieras de Scope Ratings, explica que los márgenes de las entidades nacionales se reducen, pero su rentabilidad sigue mejorando. Y añade que una hipotética fusión de BBVA y Sabadell sumaría complejidad al mercado, «pues los bancos más pequeños buscan oportunidades de consolidación, comprimiendo así más los márgenes».

En general, la calidad de los activos de la banca española es sólida, sus niveles de capital son los adecuados y los de morosidad continúan a la baja, marcando mínimos históricos durante el primer trimestre de 2025.

En Kutxabank, por ejemplo, destacan su posición como el banco español con mejores ratios de mora y solvencia: «Nuestra tasa de morosidad es la más baja del sector (1,28%) y la ratio CET1 phased-in se sitúa en el 17,5%».

Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), recuerda que la banca nacional siempre responde en tiempos de incertidumbre.

Para que la tendencia no cambie, pide reforzar la autonomía sel sector con medidas ágiles en áreas con innovación, defensa y sostenibilidad: «Esto requiere inversiones millonarias, que queremos financiar, y para ello debemos impulsar un ecosistema integrado y eficaz con medidas como la unión de ahorros e inversiones y la simplificación regulatoria».

De igual modo, la industria aseguradora también exhibe fortaleza, según los últimos datos de la asociación sectorial ICEA, que indican que las primas alcanzaron los 22.685 millones de euros durante el primer trimestre del año, un 6,8% más.

El crecimiento del ramo de no vida, del 8,15%, vino impulsado por los seguros de salud, con un avance del 12,1%, «superando los 3.580 millones en primas y consolidándose como la segunda línea de negocio del ramo no vida por volumen», apunta Luis Rosset, de Generali. Y también destaca la mejora progresiva de los indicadores en el ramo de autos, «apoyada por la adecuación de las tarifas al alza del coste real de los siniestros, en un entorno de presión inflacionaria sobre los costes del ramo».

Desde Mutua Madrileña consideran que las perspectivas para el conjunto del sector no pueden ser más favorables en este 2025.

Respecto al ramo de autos, recuerdan que la automoción experimentó cierta recuperación en 2024, «pero las matriculaciones siguen un 20% por debajo del nivel de 2019 y eso nos aleja de la renovación del parque, tan necesaria por seguridad y sostenibilidad». Aun así, en Mutua Madrileña esperan seguir creciendo de forma destacada tanto en el ramo de autos con en el resto de tipos de pólizas.

En el ramo de vida, las primas crecieron un 4,82% durante el primer trimestre del año, cuando el ahorro gestionado subió un 2,1%, superando los 211.500 millones. Rafael Navas, responsable de Mutualidad, destaca que este ramo es una herramienta para canalizar el ahorro. Y Raúl Casado, responsable de Avanza Previsión, pronostica un cierre de año con avances en los seguros de ahorro y de riesgo.

En un mundo de cambios, el sector asegurador no se queda a la zaga. La tecnología, en forma de insurtech o start up del gremio, ha irrumpido para dar impulso al modelo de negocio y renovarlo. Nacidas en los ecosistemas digitales, las insurtech son capaces de adaptar sus modelos de negocio más rápidamente. Y están cambiando el mercado asegurador mediante tecnologías como IA, big data y RPA.

Dicha transformación, según Patricia Fernándes, directora Cyber del corredor de seguros especializados Howden Iberia, dota de nuevas capacidades al sector. Se pueden llevar a cabo «procesos más ágiles y digitales que permiten contratar seguros en pocos minutos», se ofrecen «productos más personalizados» y «gestión de siniestros o atención al cliente automatizada».

Esta versatilidad hace que las insurtech, según la consultoría tecnológica financiera y de seguros Qaracter, ganen terreno tanto entre consumidores digitales como entre clientes corporativos. Dicho así, la competencia estaría servida. Pero «a las aseguradoras, las insurtech nos aportan agilidad y capacidad de adaptación», expone Daniel Almodóvar, innovation delivery manager en Innovación Corporativa de Mapfre. «No son competidores sino partners«, pues como ratifica, sólo el 15% comercializa seguros. «El resto ofrece sus productos, soluciones, servicios o plataformas a aseguradoras y reaseguradoras».

Con la entrada de las insurtech, las aseguradoras están adoptando modelos híbridos que las integran como aliadas estratégicas,. A esa alianza aportan su experiencia. En el caso de Mapfre, «compartimos otros recursos técnicos, documentales o de equipo que estas empresas de reciente creación necesitan». Y es que el sector entiende que han de trabajar juntos por el desarrollo y la evolución. Además, estas colaboraciones permiten reducir costes, mejorar márgenes y reposicionarse como líderes innovadores, sin perder el control sobre el cliente ni los estándares regulatorios.

Con la irrupción de nuevos riesgos, las insurtech juegan un destacado papel. En este sentido, están haciendo avanzar todo lo relativo a los ciberseguros. La ciberresiliencia, en el contexto de creciente digitalización y amenazas cibernéticas, es «una necesidad crítica para las empresas», dice Fernándes. Por ello, el Informe de Ciberpreparación 2024, de la empresa de seguros Grupo Hiscox, contempla un alza del 10% del presupuesto destinado a medidas contra la ciberdelincuencia, entre las que se encuentran las pólizas de seguros. Según desvela, una de cada cuatro empresas en España tiene contratado un ciberseguro. Aun así, y aunque «la contratación sigue creciendo, hay muy poca penetración en España», añade la responsable de Howden. Eso sí, crece «en pymes , que antes no consideraban este tipo de seguros, y hay más demanda de sectores críticos como el sanitario, financiero o la logística«, especifica Fernándes. En parte se debe a que las insurtech están «invirtiendo en formación para explicar los riesgos cibernéticos a pymes y/o autónomos».

El mercado de ciberriesgos y ciberseguros está en fase emergente y con prometedoras previsiones de crecimiento. En este punto, hay cabida para distintos actores: aseguradoras, insurtech, brokers o corredores de seguros. No obstante, las tendencias no se circunscriben solo a ciberseguridad. «Todo lo que tenga que ver con riesgos emergentes está en auge»., señala Almodóvar. Se refiere a productos, servicios e iniciativas relacionadas con el cambio climático o la IA.

Ni el repunte del conflicto entre EEUU e Irán ha detenido la inercia alcista del Bitcoin. Tras una rápida corrección por las tensiones, que lo situó por debajo de los 98.000 dólares, la criptomoneda rebotó con fuerza y se acerca de nuevo a los 110.000. Suma tres meses de avances sostenidos y máximos históricos que reafirman su papel como activo refugio.

El respaldo institucional, el auge de los ETF (que ya gestionan más de 125.000 millones de dólares, según Bitwise) y la expectativa de nuevas bajadas de tipos en EE UU, que reduce el atractivo de los activos tradicionales, alimentan el rally. «Hemos entrado en una nueva era para el Bitcoin, donde los principales compradores ya no son pequeños inversores sino empresas, fondos de pensiones y gobiernos. Si empiezan a incluirlo en sus reservas estratégicas [como Pakistán y como pretende EE UU], su adopción global podría acelerarse», señala Simon Peters, de eToro.

Paralelamente, las políticas regulatorias marcan el ritmo a ambos lados del Atlántico para consolidar el ecosistema, especialmente en las stablecoins, criptomonedas diseñadas para mantener un valor estable vinculado a monedas fiduciarias como el dólar. Las dos más relevantes, Tether (USDT) y USDC, originarias de EEUU, ya representan una parte importante del mercado cripto, facilitando pagos rápidos, baratos y estables y jugando un papel clave en zonas con alta inflación.

En EEUU, la reciente aprobación por parte del Senado de la Ley Genius establece un marco claro para las stablecoins. Tal como señala Pablo Agnese, profesor de la UIC de Barcelona, «eso implica la necesidad de auditorías y controles sobre las entidades emisoras, que son centralizadas«, lo cual reduce las incertidumbres legales y regulatorias, y facilita la integración masiva de estos activos por parte de bancos e instituciones dentro del sistema financiero tradicional.

Según este experto, la regulación de EEUU es «más descentralizada y orgánica por su naturaleza federal», lo que permite una mayor flexibilidad para adaptarse al crecimiento del sector. Por su parte, añade, Ley MiCA europea impone «requisitos más estrictos para unificar criterios, con auditorías regulares y transparencia en la gestión». Aunque USDC está en proceso de cumplir con MiCA, Tether aún no se ha adaptado completamente, lo que subraya la importancia de estas normativas para garantizar estabilidad.

Desde el centro universitario online especializado en tecnologías disruptivas Learning Heroes destacan que la entrada en vigor de la Ley MiCA representa un paso histórico que garantiza un régimen fiscal claro y rastreable. No en vano, establece una regulación estricta para las stablecoins, protege al pequeño inversor y sienta las bases para una tokenización legal y masiva.

Arnau Ramió, cofundador de Learning Heroes, asegura que la tokenización permitirá digitalizar activos como deuda, contratos, patentes u otros instrumentos financieros, facilitando su contabilización en tiempo real, aumentando su liquidez y haciendo que estos activos sean más accesibles y transaccionables. «La ley ofrece una regulación clara que facilita la emisión de tokens o fichas digitales que respaldan o representan el valor de activos reales», indica. En esa línea, Agnese opina que esta promesa regulatoria «permitirá que muchos más inversores participen en el mercado legalmente e integrará a sectores tradicionalmente marginados«.

Con este respaldo regulatorio en crecimiento, el imparable interés y el auge sostenido de las stablecoins, los expertos coinciden en que el segundo semestre de 2025 será clave para un nuevo ciclo alcista. Incluida la posibilidad de que el Bitcoin ronde los 200.000 dólares, lo que favorecería la adopción masiva del ecosistema cripto.

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