Sener, la ingeniería del Hipogeo del Bernabéu, registra una nueva patente y podrá sortear la exclusividad del Real Madrid

Diseña un nuevo sistema para proteger el césped y permitir a los estadios celebrar eventos masivos. Es menos costoso y tecnológicamente diferente a la solución ideada ‘ad hoc’ para el club blanco Leer Diseña un nuevo sistema para proteger el césped y permitir a los estadios celebrar eventos masivos. Es menos costoso y tecnológicamente diferente a la solución ideada ‘ad hoc’ para el club blanco Leer  

Grupo Sener lo ha vuelto a hacer. Tras más de un año de trabajo, la compañía que diseñó el Hipogeo, la estructura de césped retráctil que se instaló en el Santiago Bernabéu, ha ideado un nuevo sistema revolucionario para proteger el terreno de juego y permitir a estadios deportivos celebrar eventos masivos. El nuevo diseño es menos costoso y tecnológicamente distinto al que se implantó en el campo del Real Madrid donde, para respetar el túnel ferroviario que pasa bajo el estadio, Sener tuvo que idear una solución más sofisticada.

Es tan distinto que la empresa vasca lo ha registrado como una nueva patente: Epigea. Este movimiento es clave pues, según fuentes financieras, podría permitir al grupo de ingeniería sortear la cláusula de exclusividad que firmó con el Real Madrid, que impedía a la compañía comercializar su invento en ningún país de Europa durante los siguientes 30 años.

El nuevo mecanismo es mucho más allá que la segunda versión de su antecesor. Incluye modificaciones estructurales y tecnológicas sustanciales. Prueba de ello es que la Oficina de Patentes haya dado su visto bueno a registrar Epigea como una invención totalmente independiente.

En el Hipogeo es el césped el que cambia de posición y se oculta en una cámara subterránea, a lo largo de 25 metros bajo tierra, a un lado del estadio. El campo queda dividido en bandejas, macetas gigantes que al ocultarse quedan unas encima de otras, con espacio suficiente entre ellas para que los jardineros hagan su trabajo. Sistemas de riego, temperatura e iluminación conservan la hierba a modo de invernadero.

Epigea, por el contrario, mantiene el césped siempre en el mismo sitio. Lo resguarda gracias a una cubierta móvil compuesta por grandes planchas que, en pocas horas, se despliegan sobre el césped. Durante los partidos, esa estructura permanece oculta bajo tierra o detrás de las gradas.

El nuevo mecanismo es más sencillo, técnicamente hablando, y más barato. Como el césped no es sometido a desplazamientos, la hierba también sufre menos. Además, al cubrir por encima el terreno de juego, todos los espacios quedan protegidos, desde los banquillos hasta los vestuarios, lo que agiliza los trabajos técnicos para pasar del modo deportivo al modo evento.

Epigea permite duplicar la venta de entradas en pista, las más cotizadas, y tapar solo una parte del campo. Esto es una ventaja para que equipos con menos músculo financiero amorticen poco a poco la inversión con eventos menos masivos. No será necesario firmar con Taylor Swift, capaz de vender 72.400 entradas, para generar ingresos. Este es, precisamente, el interés de los clubes en la solución de Sener. Multiplicar la rentabilidad de unos estadios que, históricamente, tenían vedada cualquier actividad ajena a los partidos. El mantenimiento del césped que exige tan alto nivel deportivo impedía cualquier otro uso. Sener ha resuelto la ecuación en un momento en el que clubes de todo el mundo empiezan a percibir sus estadios como activos inmobiliarios, tanto o más que como templos deportivos.

Lo cierto es que el sistema Epigea no era una solución viable para un estadio como el Santiago Bernabéu. Justo debajo del campo circula el túnel que conecta la estación de Chamartín con Atocha. Esto obligó a la empresa de ingeniería y al club a apostar por una solución ad hoc, más creativa y también más compleja. El club blanco fue cliente, pero también partner de Sener en el desarrollo del Hipogeo. Sin el empuje del Real Madrid, la compañía controlada por la familia Sendagorta lo hubiera tenido difícil para llevar a la práctica su idea. Esta asociación, que se remonta al año 2019, ha ayudado a Sener catapultar su diseño en Estados Unidos.

El desarrollo de Epigea ha llevado más de un año, entre las labores de ingeniería y el trámite para blindar la patente. Hasta ahora, Sener ha centrado su puesta de largo al otro lado del Atlántico, en México, donde ya ha despertado mucho interés. El siguiente destino podría ser el Golfo Pérsico. Pero, al igual que ocurrió con el Hipogeo, todo apunta a que el diseño atraerá a los grandes clubes europeos y españoles.

Fuentes legales consideran que Sener tiene vía libre para comercializar Epigea en Europa, pues es un sistema «completamente distinto y protegido por una patente diferente». Si bien, las mismas fuentes también asumen que el club blanco podría tener algo que decir al respecto.

En su momento, ambos socios firmaron un contrato que impedía a la empresa vasca instalar el Hipogeo en estadios deportivos y en cualquier otro espacio de ocio dentro de Europa por 30 años, como adelantó EL MUNDO. En los primeros 15 años, el veto es total. Después, Sener podía aceptar solo encargos europeos aprobados por el club que preside Florentino Pérez. Por el momento, Epigea no ha recibido muestras de interés dentro del continente. Cuando esto ocurra, los equipos jurídicos de Sener y los del Real Madrid tendrán, seguramente, mucho que dialogar.

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