Con más de 10.000 yacimientos arqueológicos, uno de los retos de la nueva Siria es proteger su legado cultural de los robos y los saqueos Leer Con más de 10.000 yacimientos arqueológicos, uno de los retos de la nueva Siria es proteger su legado cultural de los robos y los saqueos Leer
Seis estatuas romanas y varios lingotes de oro antiguo han sido robados del Museo Nacional de Damasco, el más importante de Siria, en el último golpe contra el patrimonio cultural del país, diezmado por los saqueos sufridos durante 13 años de guerra. El robo se produjo en la noche del domingo, pero no fue descubierto hasta la mañana del lunes, cuando el personal de seguridad del museo encontró una de las puertas del edificio forzadas desde el interior.
El crimen ha provocado atención internacional, al producirse poco menos de un mes después del llamativo robo de joyas en el Museo del Louvre en París. Las autoridades sirias están llevando a cabo la investigación de forma muy discreta y apenas han hecho declaraciones sobre los detalles de la sustracción. La Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria anunció el cierre temporal del museo para investigar las circunstancias de la «pérdida de varias piezas» y «reforzar los sistemas de protección y vigilancia». Por su parte, el jefe de seguridad provincial, Osama Atkeh, declaró que el objetivo del robo eran varias estatuas arqueológicas y objetos de colección valiosos. Añadió que se estaba interrogando a guardias del museo y a otras personas.
Un funcionario encargado del museo declaró a AFP que los objetos robados son «seis pequeñas estatuas de la diosa Venus de la época romana», de mármol, mientras que otra fuente añadió que también fueron sustraídos lingotes de oro antiguo. «Actualmente se está realizando un inventario de todas las piezas arqueológicas para asegurar que no falten otras», señaló la fuente. Recuperar las estatuas robadas es una misión casi imposible, ya que los investigadores se enfrentan a redes de contrabando profundamente arraigadas en el país tras 13 años de conflicto, que han alimentado el mercado negro de este tipo de objetos.
Fundado en 1919, el Museo Nacional acoge la colección arqueológica más importante del país, con miles de objetos desde la época prehistórica hasta la cultura grecorromana y arte islámico. El catálogo del museo incluye esculturas de Palmira, una de las ciudades más importantes del mundo antiguo, así como artefactos de una sinagoga del siglo III construida a la orilla del río Éufrates.
El Museo Nacional se ha visto forzado a cerrar y abrir en varias ocasiones durante los últimos 15 años, siguiendo la época convulsa que ha azotado el país. En 2012, un año después de la guerra civil, su colección fue evacuada en lugares secretos para su protección. Sin embargo, en 2018 reabrió sus puertas e incluso llegó a custodiar piezas históricas procedentes de otras zonas del país que estaban aún en conflicto. Tras un breve cierra en 2024, durante la ofensiva relámpago de grupos rebeldes que terminó con el régimen de Bashar Asad, el museo reabrió por completo sus puertas el pasado enero, experimentando un creciente flujo de visitantes nacionales y extranjeros.
El patrimonio de otras regiones del país ha sufrido más los estragos de la guerra, con numerosos saqueos e incluso su demolición, como en el caso de los templos de Palmira, destruidos por el Estado Islámico.
Los seis lugares del país de Siria declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco han sido dañados durante la guerra civil, mientras que el organismo alertó de un crimen sistemático, «a gran escala», citando imágenes satélites que probaban miles de excavaciones ilegales. Los saqueos han continuado tras la caída del régimen, especialmente en los primeros meses, en medio de la inestabilidad y la falta de estructuras de seguridad estatal.
Hay tres factores que están impulsando estos robos: la demanda, el colapso económico y el quebrantamiento del orden público, señaló al medio saudí Arab News, Amr Al Azm, codirector del proyecto de investigación sobre el tráfico de antigüedades ATHAR. El pasado mes de enero, un vídeo mostró el saqueo de 38 piezas arqueológicas del museo de la isla de Arwad, frente a la costa de Tartus. Con más de 10.000 yacimientos arqueológicos, uno de los retos de la nueva Siria es proteger su legado cultural de los robos y los saqueos.
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