Sufridísima victoria del Atlético de Madrid ante el Alavés (2-1). El conjunto rojiblanco tuvo que trabajar y sudar para llevarse los tres puntos ante el cuadro vitoriano, que se adelantó muy pronto con un gol de penalti. Griezmann empató el partido desde los once metros y Sorloth dio la victoria a los de Simeone.
Agresivo e intenso empezaron los colchoneros, poblando el campo del Alavés en busca del primero. Pero el empuje le duró menos de un cuarto de hora: Guridi adelantó a los vitorianos desde los once metros —tras un penalti por mano de Javi Galán— y el jarro de agua fría fue tremendo para los del Cholo.
Aun así, los rojiblancos pudieron empatar prácticamente después, en una jugada enrevesada en el área en la que Correa y Griezmann pelearon para llevarse el balón y Samu Lino lo estrelló en el larguero con todo de cara para poner las tablas.
A partir de ahí, el conjunto visitante hizo del Metropolitano su fortín, levantando un muro en su área que el Atlético no supo cómo quebrar, desesperándose con el paso de los minutos. De hecho, los de Simeone no encontraron la calma hasta el tramo final de la primera mitad, cuando las ocasiones empezaron a llegar.
Primero fue un zapatazo de Llorente que buscaba la escuadra y que se quedó Sivera, un remate que probaría de nuevo más tarde con el mismo resultado. Aunque la ocasión más clara fue una jugada coral colchonera: Samu Lino la dejó para Barrios en el centro del campo, el ‘8’ se la dio a Griezmann, que abrió a la derecha para Llorente, que la puso al área de primeras para la llegada de Lino, cuyo remate se estrelló en la zaga rival.
Giuliano y Sorloth entraron al inicio de la segunda parte, sustituyendo a Javi Galán y Marcos Llorente, en busca de la tecla que abriese el cerrojo rival. Les siguieron Julián Álvarez y Rodrigo de Paul poco después, aún sin que el marcador se hubiese movido con el empate atlético, que siguió sufriendo para generar ocasiones.
La suerte no sonrió a los de Simeone hasta el 75, cuando el fútbol le devolvió lo que les había quitado: una mano de Abqar, tras un remate de Sorloth, dio un penalti a los colchoneros. Griezmann no falló desde los once metros. Con un cuarto de hora aún por delante, y con un Giuliano —elegido mejor jugador del partido— que contagia su garra peleando cada balón, el cuadro local se volcó al ataque en busca de los tres puntos.
Encontró su premio a cuatro minutos del final: Rodrigo de Paul se fue hacia dentro en el centro del campo y puso un balón prodigioso al área tras ver el desmarque de Sorloth, que le ganó la espalda a Diarra para reventar el esférico contra las mallas y darle la victoria al Atlético… y celebrar los 700 partidos del Cholo en el banquillo colchonero.
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El equipo de Simeone se lleva los tres puntos después de empezar perdiendo con un gol de penalti de Guridi. ..
Sufridísima victoria del Atlético de Madrid ante el Alavés (2-1). El conjunto rojiblanco tuvo que trabajar y sudar para llevarse los tres puntos ante el cuadro vitoriano, que se adelantó muy pronto con un gol de penalti. Griezmann empató el partido desde los once metros y Sorloth dio la victoria a los de Simeone.
Agresivo e intenso empezaron los colchoneros, poblando el campo del Alavés en busca del primero. Pero el empuje le duró menos de un cuarto de hora: Guridi adelantó a los vitorianos desde los once metros —tras un penalti por mano de Javi Galán— y el jarro de agua fría fue tremendo para los del Cholo.
Aun así, los rojiblancos pudieron empatar prácticamente después, en una jugada enrevesada en el área en la que Correa y Griezmann pelearon para llevarse el balón y Samu Lino lo estrelló en el larguero con todo de cara para poner las tablas.
A partir de ahí, el conjunto visitante hizo del Metropolitano su fortín, levantando un muro en su área que el Atlético no supo cómo quebrar, desesperándose con el paso de los minutos. De hecho, los de Simeone no encontraron la calma hasta el tramo final de la primera mitad, cuando las ocasiones empezaron a llegar.
Primero fue un zapatazo de Llorente que buscaba la escuadra y que se quedó Sivera, un remate que probaría de nuevo más tarde con el mismo resultado. Aunque la ocasión más clara fue una jugada coral colchonera: Samu Lino la dejó para Barrios en el centro del campo, el ‘8’ se la dio a Griezmann, que abrió a la derecha para Llorente, que la puso al área de primeras para la llegada de Lino, cuyo remate se estrelló en la zaga rival.
Giuliano y Sorloth entraron al inicio de la segunda parte, sustituyendo a Javi Galán y Marcos Llorente, en busca de la tecla que abriese el cerrojo rival. Les siguieron Julián Álvarez y Rodrigo de Paul poco después, aún sin que el marcador se hubiese movido con el empate atlético, que siguió sufriendo para generar ocasiones.
La suerte no sonrió a los de Simeone hasta el 75, cuando el fútbol le devolvió lo que les había quitado: una mano de Abqar, tras un remate de Sorloth, dio un penalti a los colchoneros. Griezmann no falló desde los once metros. Con un cuarto de hora aún por delante, y con un Giuliano —elegido mejor jugador del partido— que contagia su garra peleando cada balón, el cuadro local se volcó al ataque en busca de los tres puntos.
Encontró su premio a cuatro minutos del final: Rodrigo de Paul se fue hacia dentro en el centro del campo y puso un balón prodigioso al área tras ver el desmarque de Sorloth, que le ganó la espalda a Diarra para reventar el esférico contra las mallas y darle la victoria al Atlético… y celebrar los 700 partidos del Cholo en el banquillo colchonero.
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