Sobremesa es el nombre con el que la influencer Susana Bicho ha denominado a su pódcast en Podimo. «El título es bastante explícito, es literalmente la charla que puedes tener con tus amigas o familia después de una comida en la que la gente tiene opiniones diferentes», explica la joven para 20minutos. Así pues, la joven se sienta en la mesa con dos invitadas que aparentemente tienen una opinión contraria y debaten sobre temas sociales como el odio en las redes o el intrusismo laboral.
«Cotillear es necesario en la vida, es intercambio de información»
«Aprendí que hablar de algo de lo que no me tocaba era darle protagonismo y bombo innecesario»
«Se emplea el término creador de contenido para la gente que ‘influencer’ lo utiliza como insulto»
«La gente que dice que es complicado quitarte el cartelito de televisión es porque quiere abarcar las dos cosas»
La creadora de contenido está inmersa en ‘Sobremesa’, su pódcast disponible en la plataforma Podimo.
Sobremesa es el nombre con el que la influencer Susana Bicho ha denominado a su pódcast en Podimo. «El título es bastante explícito, es literalmente la charla que puedes tener con tus amigas o familia después de una comida en la que la gente tiene opiniones diferentes», explica la jovenpara 20minutos. Así pues, la joven se sienta en la mesa con dos invitadas que aparentemente tienen una opinión contraria y debaten sobre temas sociales como el odio en las redes o el intrusismo laboral.
¿Las mejores confidencias surgen en la sobremesa?No sé si las mejores, pero sí las que más me gustan. Es un momento relajado, a veces con una copita o con un café, en el que se da un ambiente en el que te sientes en casa porque estás con gente cercana y puedes hablar sin tapujos y decir lo que piensas.
¿Cree que el cotillear está demonizado cuando en realidad es algo que hace todo el mundo?A mí me encanta el cotilleo y es mi tema favorito. Sí que está un poco demonizado, pero lo hace todo el mundo. Depende también de qué cotillees y cómo lo hagas, pero cotillear es necesario en la vida, es un intercambio de información. La persona con la que más cotilleo en el mundo es con mi novio, es supercotilla, y sus amigos son igual de criticones.
«Cotillear es necesario en la vida, es intercambio de información»
En la mesa se sienta con amigas. ¿Le ha sorprendido algo que hayan contado y que no sabía?Me ha sorprendido que la gente que ha venido ha estado muy relajada. Hicimos este set para que se sintiesen como en casa y que no fuese frío. Mis amigas, por supuesto, se han soltado, pero incluso gente con la que no tengo tanta confianza se han abierto y han contado bastantes cosas.
¿Quién es su invitada soñada?Tengo muchas, una ya he conseguido que venga, que yo no me lo creía cuando la veía aquí sentada. Es una persona que yo seguía desde hace mucho tiempo y que es muy diferente a mí. Me hacía ilusión porque no encontraba el tema ni el contexto para traerla y nos hemos inventado un tema para que venga. Me encantaría que viniera mucha gente y yo les escribo para que se animen, para eso no soy tímida.
En Sobremesa ha abordado el tema del odio en las redes. ¿Por qué este se sigue dando?Porque opinar es gratis y criticar es deporte nacional. Se critica en todos los sectores, pero el mundo influencer es muy odiado y quizá, desde el desconocimiento, se despersonaliza mucho. Creo que la gente se piensa que no leemos los comentarios y que no va a sentar igual de mal si se dice a la cara.
«Aprendí que hablar de algo de lo que no me tocaba era darle protagonismo y bombo innecesario»
¿Ha vivido alguna situación en la que haya estado en alguna polémica?He estado en un par de ellas. Viéndolas con lejanía eran una chorrada, pero en ese momento creía que se me iba a acabar el mundo y que nunca más iba a trabajar. Cuando me ha ocurrido lo que he hecho es actuar con naturalidad, si la he cagado yo, he hecho un vídeo reconociéndolo y pidiendo disculpas y cuando no era mi culpa me he callado, aunque era algo que me costaba, pero aprendí que hablar de algo de lo que no me tocaba era darle protagonismo y bombo innecesario.
En redes, hay cuentas que utilizan el contenido de los ‘influencers’ para bromear con él. ¿Qué opina sobre ello?La mayoría de cuentas de este tipo me hacen gracia. Yo tengo un humor que no me importa que se rían de mí. Normalmente, cuando lo hacen ya me he reído antes, entonces me da igual. Si me hablas de mérito, te digo que tienen menos, son más cobardes y tienen menos riesgos, pero también tienen menos seguidores fieles, es como una balanza. A mí no me importa que estén. Si hay alguna que no me hace gracia porque se pasa la dejo de seguir. Me gusta que suban cosas de mí porque al final es una manera de estar presente y siempre no se pasen y sea gracioso, me parece bien.
- Susana Molina, conocida públicamente como Susana Bicho, (Murcia, 1990) es una de las ‘influencers’ más importantes y reconocidas de España. La joven saltó a la fama tras ganar ‘Gran Hermano 14’ y años más tarde participó en ‘La isla de las tentaciones’. Actualmente, se dedica a las redes sociales, donde crea contenido relacionado con la moda y el ‘lifestyle’.
En el pódcast también ha tratado el tema del intrusismo laboral.Quería hacer ese capítulo porque es un tema que hablo mucho con mis amigas y siento que el mundo influencer se lleva la palma con esto. Al final todo depende de cómo se hagan las cosas y que no me creo que absolutamente nadie en el mundo que le ofrezcan una oportunidad de algo que le apetezca hacer, diga que no simplemente por cómo se vaya a sentir la otra persona que ni siquiera conoce. Nadie lo rechazaría, ni siquiera el que lo critica.
Existe el término ‘influencer’ y el término ‘creador de contenido’. ¿Hay diferencia entre ellos?Es lo mismo, pero se emplea el término creador de contenido para la gente que influencer lo utiliza como insulto. Quizá la figura del influencer se ha ido adaptando más al contenido de vídeos, pero es lo exactamente lo mismo. Parece que diciendo creador de contenido se refieren a otro sector dentro del mismo, pero no.
«Se emplea el término creador de contenido para la gente que ‘influencer’ lo utiliza como insulto»
Los ‘influencers’, tal y como el nombre indica, influencian. ¿Cree que la sobreexposición hace que algunos se olviden de su repercusión?No creo que nadie lo olvide porque si te equivocas en algo ya están ahí para recordártelo. La gente es superconsciente y las nuevas generaciones están informadísimas, nos dan mil vueltas y saben muy bien el trabajo que están haciendo y que la gente los está viendo.
¿Qué hace Susana Bicho para desconectarse de las redes?No siento que tenga que desconectar de las redes porque me organizo bastante bien, pero si tengo que decir algo con lo que las dejo apartadas un rato sería precisamente mi pódcast. Lo he dicho en varias ocasiones, para mí esto es una terapia, lo que quería hacer desde hacía mucho y el tiempo que dedico a prepararlo y grabarlo para mí no es trabajo, es terapéutico y estoy contentísima.
Desde fuera parece que el mundo de los influencers es una selva y que existe cierta competitividad. ¿Le ha sido difícil encontrar amigas?No me ha costado, la gente es bastante agradable. Ahora, lo que digan en su casa sobre mí no lo sé y me da bastante igual. Pero sí, tengo amigas, hay dos o tres que son muy amigas y hemos pasado esa línea de hacer planes fuera de este mundo que no sea solo vernos en eventos. ¿Qué hay más falserío que en otro trabajo? No lo sé, igual no es eso exactamente, sino que al ver a mucha gente en un evento quizá no le quieres contar tu vida a todo el mundo y estás en esa situación de: ‘Hola, ¿qué tal? Dos besos ¡Qué guapa! Chao’.
Dentro de su trayectoria destaca su paso por La Isla de las tentaciones. ¿Sacó aprendizaje del reality o se arrepiente de su paso?Aprendizaje como tal no saqué ninguno, pero eso no quiere decir que me arrepienta o que lo pasara mal. Es una etapa más de mi vida y creo que ese aprendizaje se saca cuando lo ves desde fuera que cuando lo estás viviendo: te conoces mucho más y ves cosas de ti que no te gustan y que puedes aprender de ellas, eso es la parte buena.
Ahora está desvinculada del mundo televisivo. ¿Cómo lo hizo?Quien no quiere estar en televisión no está, es bastante fácil. Si dejas de aparecer, dejas de ser un personaje televisivo, es sencillo. La gente que dice que es complicado quitarte el cartelito de televisión es porque quiere abarcar las dos cosas. Yo no me desvinculé de la televisión porque me avergonzara o me arrepintiera de mi paso por ella, es porque no valgo para ese mundo; creo que soy muy buena para los realities, pero no valgo para los platós. Probé y dije ‘esto no es lo mío, prefiero hacer otra cosa’. El adentrarme en el mundo las redes fue fácil porque la gente ya me conocía y eso fue un trampolín supergrande.
«La gente que dice que es complicado quitarte el cartelito de televisión es porque quiere abarcar las dos cosas»
¿Se plantea volver en un futuro a la televisión?Sí, que no me gusten los platós no significa que no me gustaría volver a la televisión. Ahora mismo porque no hay ningún proyecto que me encante o que me hayan dicho, pero si me plantean algo que me gusta, yo cien por cien disponible.
¿Cómo se ve de aquí a cinco años?Contando que tengo 35, a los 40 espero estar no muy arrugada (risas) y estable. Cuando sueñas quedarte como estás es síntoma de que todo está perfecto, así que mientras no vaya a peor, me quedo igual que ahora.
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