El operador toma la iniciativa y pide también reformas administrativas y el uso de los fondos europeos y gubernamentales para invertir en infraestructuras digitales Leer El operador toma la iniciativa y pide también reformas administrativas y el uso de los fondos europeos y gubernamentales para invertir en infraestructuras digitales Leer
Telefónica ha pedido a la Comisión que los estados miembros den prioridad a la contratación de empresas europeas frente a los gigantes estadounidenses de la nube como Amazon, Google y Microsoft como medida para reforzar la sobernaía tecnológica. Esta recomendación se aplicaría sobre todo para los datos críticos y de seguridad nacional en un movimiento que evidencia la creciente tensión entre la industria tecnológica europea y de EEUU.
En concreto, el operador propone introducir un «principio de preferencia europea» en licitaciones públicas para la nube, favoreciendo su contratación siempre y cuando sea «razonable» desde un punto de vista operacional y financiero. «Este principio debería reforzarse a través del concepto de nube soberana en una serie de casos bien definidos donde la privacidad de los datos y la seguridad es crítica)», señala el documento al que tuvo acceso a EL MUNDO y que el grupo envió en el marco de la consulta europea para una Ley de IA y Nube.
En la práctica, esta medida supondría que las empresas europeas tendrían mayor capacidad para disputar y ganar los principales contratos públicos para almacenar los datos críticos de los ciudadanos y, especialmente, aquellos relacionados con aspectos de seguridad nacional en un contexto de cada vez mayor desconfianza con Estados Unidos. En estas categorías entran no solo los datos de Defensa, sino también sanitarios o fiscales. El debate llega además en pleno revuelo a nivel nacional por el uso de Huawei en infraestructuras críticas públicas.
«Los recientes cambios en geopolítica subrayan la acuciante necesidad de que Europa fortalezca su soberanía tecnológica, especialmente en áreas críticas para la seguridad económica europea como la IA y la nube», subraya el operador.
Para ello, Telefónica considera clave identificar claramente qué es una nube soberana. Hasta el momento, los tres gigantes estadounidenses de la nube, que concentran más del 65% del mercado, han conseguido cumplir los requisitos: un muy elevado nivel de cifrado y el almacenamiento y procesamiento de los datos por una empresa europea, un requisito que estas tecnológicas han sorteado utilizando a sus filiales locales para operar la estructura en una visión cuestionada de soberanía. En algunos países también se requiere que la nube esté desconectada de Internet.
Los gobiernos van muy retrasados respecto a las grandes empresas a la hora de subir los archivos a la nube, por lo que son vistos como un gran negocio futuro por las empresas de este sector. De hecho, Amazon ya anunció que invertiría casi 8.000 millones en crear una nube soberana en Alemania para Europa. Asimismo, tanto esta compañía como Microsoft han dado pasos para apaciguar a la Comisión con numerosos compromisos para ‘europeizar’este negocios. En el caso de la segunda, por ejemplo, se creará un consejo para todo su negocio de centros de datos en Europa formado solo por ciudadanos europeos.
Asimismo, Telefónica emerge como un actor que puede tomar un rol importante en este ecosistema, ya que participa en varios proyectos europeos para servicios de datos de centro de cercanía (edge computing), es socio por ejemplo de la nube soberana de Oracle en España y uno de los promotores de la gigafactoría de IA de Mora la Nova (Cataluña).
Asimismo, en el horizonte se abren otras opciones. En Francia por ejemplo, ante los requisitos más elevados del Estado del país para considerar a una nube soberana, Orange y Capgemini operan una unbe con tecnología de Microsoft en una estructura que también ha replicado esta compañía en Alemania.
En su documento, Telefónica también aborda otros posibles elementos de la ley. Entre sus peticiones más insistentes, está la de simplificación administrativa, especialmente en los proyectos con fondos públicos y en el despliegue de infraestructuras, así como la de evitar la sobrerregulación y la existencia de múltiples leyes que regulen el mismo aspecto (en el caso de este documento hace mención a los estándares necesarios para los centros de datos).
Además, también reclama incentivos para abaratar la financiación de los centros de datos, así como dar una nueva vida a los fondos Next Generation que no se gasten y la posibilidad de crear un fondo de inversión público-privado para infraestructuras digitales de nube e inteligencia artificial que podría estar gestionado por el Banco Europeo de Inversiones o sus homólogos locales, como podría ser el ICO en España.
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