Tensa calma en Los Ángeles: la Guardia Nacional comienza a desplegar sus tropas por las protestas tras las redadas del ICE

Trump firmó el envío de 2.000 soldados, sin consultar con el gobernador de California Leer Trump firmó el envío de 2.000 soldados, sin consultar con el gobernador de California Leer  

Los Ángeles amaneció este domingo en una tensa calma tras el desembarco de los 2.000 efectivos de la Guardia Nacional que el presidente Trump decidió enviar a la ciudad californiana el sábado por la noche, en un acción inusual y sin consultar con el gobernador de California, Gavin Newsom. Las redadas de los agentes de Inmigración del viernes, con un saldo inicial de 44 inmigrantes arrestados en varios puntos de la ciudad, continuaron este sábado entre la oposición de cientos de manifestantes, que protagonizaron una batalla campal a plena luz del día contra los agentes federales. Más de un centenar de personas han sido detenidas por los altercados hasta ahora.

Los primeros soldados y vehículos de los Guardia Nacional, pertenecientes a la Brigada de Infantería 79 de California, se situaron a las afueras del edificio del centro de Los Ángeles, que desde el viernes se ha convertido en el epicentro de las manifestaciones contra las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, (ICE, por sus siglas en inglés). El recinto es una prisión federal donde están retenidos los inmigrantes detenidos. Hasta allí llegaron más de un centenar de manifestantes que se enfrentaron con la Policía del ICE.

Para hoy domingo está prevista otra manifestación contra las redadas en el centro de Los Ángeles a las 14:00 hora local, en la que puede ser otra jornada tensa y violenta en una de las grandes ciudades santuario de Estados Unidos. «Se van a producir varias protestas hoy en la ciudad de Los Ángeles. La ciudad y la Policía las están monitoreando», afirmó un agente de la Policía de Los Angeles, que desde un principio ha dejado claro que no colaboraría con las redadas del ICE.

El sábado por la tarde, mientras el presidente Trump asistía a un evento deportivo en Nueva Jersey, la Casa Blanca envió un comunicado anunciando su decisión de desplegar a la Guardia Nacional. «En días recientes, una turba violenta ha atacado a los oficiales del ICE y autoridades federales durante su desempeño de operaciones de deportación básicas», señaló la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicando que Trump tiene una política «de tolerancia cero» con actitudes criminales y violencia, «especialmente cuando esa violencia es dirigida hacia agentes de la ley tratando de hacer su trabajo».

Newsom, por su parte, ha tildado la medida de «deliberadamente incendiaria» y una que «sólo intensificará las tensiones». Agregó que «esta es la misión equivocada y erosionará la confianza pública«. Pero Trump parecía satisfecho con su súbita decisión y listo para respaldar su particular caza de inmigrantes que prometió durante la campaña electoral. El mismo secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha manifestado que los marines se mantienen «en alerta» por si tienen que desplegarse en Los Ángeles.

No es la primera vez que hay presencia de la Guardia Nacional en ?Los Ángeles. Ya sucedió durante los saqueos y manifestaciones tras la muerte de George Floyd en 2020 y hace tres décadas, en 1992, a raíz de veredicto por el caso Rodney King, el ciudadano negro fallecido de una paliza a manos de cuatro policías de Los Ángeles. Esta ocasión, sin embargo, es extraordinaria. Es la primera vez que un mandatario en Washington hace un uso de fuerza sin una petición expresa del gobernador estatal. La última vez fue en 1965 con Lyndon Johnson en la Casa Blanca. Entonces las tropas intervinieron en Alabama para proteger a los manifestantes de los derechos civiles.

Trump ha firmado una directiva recurriendo a una disposición específica dentro del Título 10 del Código de los Servicios Armados de EEUU que le permite actuar si existe «riesgo de rebelión o peligro contra la autoridad del Gobierno».

Para Bernie Sanders, senador por Vermont y uno de los mayores opositores a las políticas de Trump, esto es sólo una nueva demostración de lo rápido que el republicano está llevando «a este país hacia el autoritarismo». La decisión significa que «piensa que tiene el derecho de hacer lo que quiere».

El estilo agresivo y la contundencia de las redadas en Los Ángeles son la prueba de su ambición a la hora de cumplir con la objetivo de deportar a millones de indocumentados, sin importar sus antecedentes penales. El viernes se produjeron escenas insólitas, como agentes del ICE corriendo detrás de trabajadores a las afueras de un Home Depot, la enorme cadena de tiendas de herramientas y material de construcción donde ya es habitual encontrar decenas de jornaleros cada día en busca de trabajo.

El sábado, otro Home Depot, esta vez en Paramount, un barrio de clase trabajadora de mayoría hispana, fue de nuevo el escenario de un redada y fuertes altercados. Hubo intercambio de pedradas, gas pimienta y cubos de basura quemados, lo que provocó la reacción inmediata de Washington.

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