Israel presenta una protesta oficial ante los mediadores ante la caótica entrega de dos de los rehenes israelíes en el sur de la Franja de Gaza Leer Israel presenta una protesta oficial ante los mediadores ante la caótica entrega de dos de los rehenes israelíes en el sur de la Franja de Gaza Leer
Hamas y Yihad Islámica han liberado este jueves a tres israelíes-los civiles Gadi Moses (80) y Arbel Yehud (29) y la soldado Agam Berger (20)- y a cinco tailandeses tras 482 días en cautiverio. Israel, por su parte, ha excarcelado a 110 presos palestinos, entre ellos 33 que cumplían cadena perpetua por conocidos atentados terroristas en sus calles, y 30 mujeres y menores.
El tercer canje de la primera fase del alto el fuego ha sido el preámbulo de la tanda prevista este sábado, la reapertura del paso de Rafah (entre la Franja de Gaza y Egipto) y el inicio de las negociaciones para la segunda y tercera fase del acuerdo que el pasado 19 de enero puso fin a más de 15 meses de guerra.
La jornada empezó con un video de Yihad Islámica mostrando el abrazo del anciano Moses y la joven Yehud, secuestrados en el Kibutz Nir Oz en el ataque del 7 de octubre del 2023 antes de llevarles al punto de encuentro en el sur de la Franja de Gaza. Allí, Hamas y sobre todo Yihad Islámica realizaron la caótica entrega a la Cruz Roja ante el acoso de una multitud de gazatíes que rodeaba a los rehenes. «Veo gran severidad en las impactantes escenas durante la liberación de nuestros secuestrados. Esta es otra prueba de la crueldad inimaginable de la organización terrorista Hamas», ha indicado el primer ministro Benjamin Netanyahu, que pidió a los mediadores «que se aseguren para que tales amenazas no se repitan y garanticen la seguridad de nuestros secuestrados». Poco después, anunció la decisión de retrasar la liberación de presos prevista al mediodía «hasta que se garantice la salida segura de nuestros rehenes en las próximas rondas». Tres horas después, Israel inició el proceso de excarcelación.
La entrega escalonada en la sureña Jan Yunis y la norteña Yabalia ha sido el resultado del pulso en torno a la decisión de los grupos islamistas de no liberar el pasado sábado como estaba previsto a Yehud. Entonces, Israel reaccionó suspendiendo la retirada gradual del corredor de Netzarim para permitir el paso de los desplazados al norte de la Franja de Gaza como también estaba pactado en el acuerdo patrocinado por Estados Unidos, Qatar y Egipto.
Tras 24 tensas horas que pusieron a prueba la frágil tregua, las partes llegaron a un pacto por el que Arbel y dos rehenes más han vuelto a Israel este jueves a cambio de la liberación de presos palestinos y del regreso masivo de los habitantes al norte. Desde entonces, alrededor de 600.000 palestinos han hecho el camino de vuelta tras más de un año de masiva ofensiva militar viviendo como desplazados en el sur de la Franja de Gaza. Muchos de ellos volvieron a las tiendas de campaña y otros sitios en el sur del enclave palestino tras constatar como temían que sus casas fueron destruidas. En una de estas zonas, en la devastada Jabalia tras la operación israelí, Hamas organizó la ceremonia de entrega de Berger.
En el acto, que incluyó la firma mutua de representantes de Hamas y la Cruz Roja, el grupo islamista pretendió transmitir al mundo que se trata de un canje de prisioneros entre dos estados y que, pese al duro golpe sufrido, sigue controlando Gaza.
Las imágenes de Berger tras más de 15 meses en cautiverio fueron recibidas con mucha alegría por los israelíes aunque la presencia de numerosos enmascarados armados a su alrededor les confirma que no se cumplió uno de los dos grandes objetivos de la ofensiva tras el 7-0: acabar completamente con el brazo armado de Hamas y que deje de ser la principal fuerza en el enclave palestino.
Para los gazatíes, por su parte, las imágenes de la entrega en el campo de refugiados de Jabalia son un paso más que apuntala la tregua y permite liberar más presos palestinos aunque las ruinas en la zona reflejan el precio de la guerra.
Berger había llegado a la base Nahal Oz para ejercer la función de observación de los movimientos al otro lado de la frontera entre Israel y la Franja de Gaza solo dos días antes del ataque del 7-O. Se trata de la última de las siete soldados en cautiverio: cuatro fueron entregadas el pasado sábado, una fue rescatada en una operación militar israelí el 30 de octubre del 2023 y otra asesinada por Hamas. Cuando Liri Albag (19), Karina Ariev (20), Daniella Gilboa (20) y Naama Levy (20) fueron informadas horas antes de ser liberadas el pasado sábado que Agam se quedaría en cautiverio, una de ellas se ofreció a quedarse en su lugar. Este jueves, el grupo se reencuentra en el Hospital Beilinson cerca de Tel Aviv. «Gracias a Dios hemos llegado a este momento y Agam, nuestra heroína, vuelve a nosotros, tras 482 días en manos del enemigo. Nuestra niña es fuerte, creyente y valiente», reaccionó la familia Berger.
Yehud, Moses y los cinco tailandeses fueron liberados en Jan Yunis ante la que fue la casa del líder de Hamas y cerebro del ataque del 7-O, Yahia Sinwar, abatido hace tres meses, en otro acto cargado de simbolismo. La turba en torno a los vehículos, escoltados por Hamas y Yihad Islámica, dificultó y retrasó su entrega presenciada con angustia en la Plaza de los Secuestrados en Tel Aviv adonde llegó el enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff. Su aportación para la consecución del acuerdo ha sido vital, coinciden tanto en Jerusalén como en Gaza. Mientras en algunos periodistas israelíes describieron la entrega como «un intento de linchamiento de un anciano y una joven a cargo de animales llenos de odio», Hamas lo define como «mensaje de determinación, fuerza y desafío del pueblo palestino».
Yehud fue secuestrada en el Kibutz Nir Oz junto a su pareja en los últimos cinco años Ariel Cunio, el hermano de éste, David, y la familia de este último (ya puesta en libertad). Los hermanos Cunio, israelíes-argentinos, siguen en cautiverio y no están incluidos en la lista de 33 secuestrados a liberar en las seis semanas de la primera fase del alto el fuego. Según las estimaciones en Israel y la lista entregada por Hamas, 8 están muertos. El hermano de Yehud, Dolev (25) fue asesinado en el kibutz aunque se creyó que estaba en cautiverio hasta el hallazgo de su cadáver el pasado mes de julio.
Moses, conocido agrónomo que en marzo cumplirá 81 años, también fue secuestrado en Nir Oz en un ataque que acabó con la muerte de su pareja Efrat (abatida por error por un helicóptero israelí que perseguía al comando de Yihad en su vuelta a Gaza) y el secuestro de su ex esposa Margalit, su hija y dos nietos que fueron liberados en la tregua de finales de noviembre del 2023.
Debido a la avanzada edad de Moses, había temor por la vida de este activista de la paz aunque su hijo Yair, que se dejó barba desde el 7-O, nunca perdió la esperanza como dijo hace unos meses: «Siento que está vivo. Sé que es fuerte, física y mentalmente». La única señal de vida fue en diciembre del 2023 cuando Yihad Islámica difundió un video junto a Elad Katzir, que fue asesinado. Con Mozes y Yehud de vuelta, 27 miembros de Nir Oz quedan en cautiverio incluyendo la familia Bibas. «Haré lo que pueda para reconstruir Nir Oz», dijo Moses tras reencontrarse con su familia.
Para Israel, se trata de otra jornada de encontradas emociones en la que la euforia por la vuelta de los suyos se mezcla con la indignación por las imágenes de Jan Yunis y la excarcelación de presos. Como Sami Jaradat, uno de los responsables del asesinato de 21 personas en el restaurante Maxim en Haifa. O Mohamed Abu Warda condenado a 48 cadenas perpetuas por dos atentados en Jerusalén (autobús) y Ashkelón en 1996 causando 45 muertos. O Zacaria Zubeidi, ex jefe de las milicias de Al Fatah en Yenin y condenado por varios atentados. En 2021, logró huir de la cárcel Gilboa siendo detenido pocos días después.
Los cinco tailandeses, Thenna Pongsak, Sathian Suwannakham, Sriaoun Watchara, Seathao Bannawat y Rumnao Surasak, son tratados en el hospital Assaf Rofeh, en el centro de Israel. Antes de la tregua, 10 trabajadores extranjeros (8 de Tailandia, uno de Tanzania y uno de Nepal) se encontraban en cautiverio tras ser secuestrados en las comunidades agrícolas israelíes atacadas. Dos de ellos fueron declarados muertos.
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