Desde hace mucho tiempo, los consejos saludables por parte de los expertos en España para evitar enfermedades, mantener el equilibrio metabólico y reponer energías han establecido el tiempo recomendable de descanso nocturno en ocho horas diarias. Una cifra ideal que, en la mayoría de los casos y en la población adulta no podemos cumplir por mil y una circunstancias.
Afortunadamente, un reciente estudio de la Universidad de Oxford, publicado en la National Library of Medicine concluye que, más importante aún que la cantidad de horas que dedicamos al sueño, es establecer una rutina y mantenerla inamovible. Es decir, que podemos dormir sólo 7 horas, pero si lo hacemos de la forma correcta, será mejor que dormir más tiempo y con peor calidad.
Sueño: ¿mejor cantidad o calidad?
Como explica el estudio recientemente hecho público, un sueño anormalmente corto o demasiado prolongado se asocia en medicina con una mortalidad prematura. Así pues, esta investigación y otras similares demuestran que la regularidad del sueño, la consistencia diaria del horario sueño-vigilia, se convierte con toda seguridad en un medidor mucho más interesante para la salud general.
Las conclusiones de este estudio ponen de manifiesto que la regularidad del sueño, con unos hábitos siempre más o menos iguales que garanticen el descanso real, sin interrupciones, es el medidor más fiable en cuanto al riesgo de mortalidad.
Así pues, dormir las horas suficientes es importante para disfrutar de una salud óptima, pero la nueva evidencia constata que hacerlo en horarios regulares podría llegar a ser, incluso, más necesario. Las medidas llevadas a cabo en esta investigación establecen asociaciones entre el sueño irregular y resultados cardiometabólicos adversos, así como envejecimiento epigenético, riesgo de depresión y una menor calidad de vida.
Estas son las horas que debemos dormir para proteger la salud
A pesar de que el estudio hace referencia a la importancia definitiva de mantener una higiene del sueño, con horarios similares cada día, y rutinas que nos permitan realmente descansar sin interrupciones, el número de horas aconsejadas oscila entre 7 y 9. Pecar tanto por defecto, como por exceso, de este intervalo, perjudica la salud tanto física como mental (deterioro cognitivo, depresión).
Otro estudio, publicado en la revista BMC Public Health recomienda dormir, como mínimo, siete horas para mantener un envejecimiento saludable. Partiendo de la premisa de que es fundamental que el descanso sea continuado y sin interrupciones, se ha demostrado que quienes duermen menos de siete horas al día son más propensos a desarrollar enfermedades crónicas.
Para conseguir dormir bien, la gran mayoría de los expertos coinciden en recomendar una cena temprana, no copiosa, pobre en hidratos de carbono y azúcares refinados que van a provocar inflamación… y por supuesto dejar los dispositivos electrónicos varias horas antes de acostarnos.
Referencias
Daniel P. Windred, Angus C. Burns, Jacqueline M. Lane, Richa Saxena, Martin K. Rutter, Sean W. Cain, Andrew J. K. Phillips. ‘Sleep regularity is a stronger predictor of mortality risk than sleep duration: A prospective cohort study’. National Library of Medicine. Sleep, Volume 47, Issue 1, January 2024. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37738616/
Aunque la máxima ‘saludable’ durante muchos años ha sido la de dormir al menos 8 horas, los investigadores demuestran ahora que lo más importante no es tanto la cantidad, como la calidad y la regularidad.
Desde hace mucho tiempo, los consejos saludables por parte de los expertos en España para evitar enfermedades, mantener el equilibrio metabólico y reponer energías han establecido el tiempo recomendable de descanso nocturno en ocho horas diarias. Una cifra ideal que, en la mayoría de los casos y en la población adulta no podemos cumplir por mil y una circunstancias.
Afortunadamente, un reciente estudio de la Universidad de Oxford, publicado en la National Library of Medicine concluye que, más importante aún que la cantidad de horas que dedicamos al sueño, es establecer una rutina y mantenerla inamovible. Es decir, que podemos dormir sólo 7 horas, pero si lo hacemos de la forma correcta, será mejor que dormir más tiempo y con peor calidad.
Sueño: ¿mejor cantidad o calidad?
Como explica el estudio recientemente hecho público, un sueño anormalmente corto o demasiado prolongado se asocia en medicina con una mortalidad prematura. Así pues, esta investigación y otras similares demuestran que la regularidad del sueño, la consistencia diaria del horario sueño-vigilia, se convierte con toda seguridad en un medidor mucho más interesante para la salud general.
Las conclusiones de este estudio ponen de manifiesto que la regularidad del sueño, con unos hábitos siempre más o menos iguales que garanticen el descanso real, sin interrupciones, es el medidor más fiable en cuanto al riesgo de mortalidad.
Así pues, dormir las horas suficientes es importante para disfrutar de una salud óptima, pero la nueva evidencia constata que hacerlo en horarios regulares podría llegar a ser, incluso, más necesario. Las medidas llevadas a cabo en esta investigación establecen asociaciones entre el sueño irregular y resultados cardiometabólicos adversos, así como envejecimiento epigenético, riesgo de depresión y una menor calidad de vida.
Estas son las horas que debemos dormir para proteger la salud
A pesar de que el estudio hace referencia a la importancia definitiva de mantener una higiene del sueño, con horarios similares cada día, y rutinas que nos permitan realmente descansar sin interrupciones, el número de horas aconsejadas oscila entre 7 y 9. Pecar tanto por defecto, como por exceso, de este intervalo, perjudica la salud tanto física como mental (deterioro cognitivo, depresión).
Otro estudio, publicado en la revista BMC Public Health recomienda dormir, como mínimo, siete horas para mantener un envejecimiento saludable. Partiendo de la premisa de que es fundamental que el descanso sea continuado y sin interrupciones, se ha demostrado que quienes duermen menos de siete horas al día son más propensos a desarrollar enfermedades crónicas.
Para conseguir dormir bien, la gran mayoría de los expertos coinciden en recomendar una cena temprana, no copiosa, pobre en hidratos de carbono y azúcares refinados que van a provocar inflamación… y por supuesto dejar los dispositivos electrónicos varias horas antes de acostarnos.
Referencias
Daniel P. Windred, Angus C. Burns, Jacqueline M. Lane, Richa Saxena, Martin K. Rutter, Sean W. Cain, Andrew J. K. Phillips. ‘Sleep regularity is a stronger predictor of mortality risk than sleep duration: A prospective cohort study’. National Library of Medicine. Sleep, Volume 47, Issue 1, January 2024. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37738616/
20MINUTOS.ES – Salud