Xi Jinping visita Moscú para reforzar su alianza estratégica con Putin

El líder chino inicia esta semana una larga visita de cuatro días a Rusia para «fortalecer aún más su estrecha relación», según un portavoz de Pekín Leer El líder chino inicia esta semana una larga visita de cuatro días a Rusia para «fortalecer aún más su estrecha relación», según un portavoz de Pekín Leer  

La Guardia de Honor del ejército chino desfiló el domingo por la noche por las calles de Moscú. Hace una semana, los mismos soldados del gigante asiático estuvieron en Ho Chi Minh participando en las celebraciones por los 50 años del fin de la guerra de Vietnam. La procesión por la capital de Rusia era un ensayo para el gran desfile del próximo 9 de mayo, el del Día de la Victoria, que conmemora el 80º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. En ese acto, acompañando al anfitrión Vladimir Putin, estará el presidente chino, Xi Jinping.

Desde Pekín anunciaron que su líder realizará una larga visita de cuatro días a Rusia, desde el miércoles hasta el sábado. En Moscú se encontrará con Putin, con quien mantendrá lo que los portavoces chinos han llamado «comunicaciones estratégicas». La última vez que ambos se reunieron en persona fue en octubre del año pasado, también en Rusia, en la ciudad de Kazán, durante la cumbre anual de los BRICS.

En lo que llevamos de 2025, Xi y Putin han hablado un par de veces. La primera fue una videollamada el 21 de enero, un día después del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Un mes después, el 24 de febrero, el chino y el ruso volvieron a conversar por teléfono. Al igual que la primera, la fecha elegida no fue casual. Era el tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania.

En aquella charla, que coincidió con un momento en el que, desde Washington, Trump se acercaba al Kremlin y presionaba al ucranianoVolodimir Zelenski para que aceptara un acuerdo de paz desfavorable para Kiev, los medios chinos destacaron que Xi había reafirmado su asociación «sin límites» con su homólogo ruso. Este término fue utilizado por primera vez por Xi y Putin para definir su alianza unos pocos días antes de que Putin enviara decenas de miles de tropas a Ucrania en febrero de 2022.

Alrededor de la visita de esta semana de Xi a Moscú está la pelea entre China y Estados Unidos por la guerra arancelaria de Trump y la orden de Putin de una tregua de tres días en Ucrania. A lo que hay que sumar las crecientes tensiones entre Kiev y Pekín después de que Zelenski insistiera abiertamente en las últimas semanas en que los chinos están apoyando con armas a Moscú.

«Por fin hemos recibido información de que China está suministrando armas a la Federación Rusa. Creemos que representantes chinos están involucrados en la producción de algunas armas en territorio ruso», declaró Zelenski, quien había desvelado anteriormente que al menos 155 mercenarios chinos se encontrarían luchando del lado de las tropas rusas (el ejército ucraniano capturó en abril a dos soldados chinos en la región de Donetsk).

Desde la invasión de Ucrania, Moscú y Pekín han estrechado su asociación y el apoyo económico del Gobierno chino ha sido la gran baza del Kremlin para sortear la sacudida de las sanciones occidentales. En 2024, el comercio bilateral alcanzó un récord de 237.000 millones de dólares y Rusia ahora depende en gran medida de China como comprador clave de petróleo y gas.

Los líderes europeos han pedido muchas veces a Xi Jinping que utilice su influencia sobre Putin y que presione a su socio ruso para detener el ataque. El país asiático, sobre todo de cara a la galería exterior, ha insistido en que mantiene una posición neutral y que ha intentado mediar en el conflicto. En cambio, en el patio mediático interno, los canales de propaganda estatales llevan años compartiendo la narrativa del Kremlin.

«China y Rusia fortalecerán aún más su estrecha colaboración en plataformas multilaterales como las Naciones Unidas, la Organización de Cooperación de Shanghai y el grupo de los BRICS», ha dicho este martes un portavoz chino al canal estatal CCTV. «Ambos líderes unirán al vasto Sur global, guiarán la gobernanza global en la dirección correcta y se opondrán firmemente a los actos de intimidación, así como promoverán conjuntamente un mundo multipolar igualitario y una globalización económica inclusiva», continuaba en un mensaje claramente dirigido a Washington y a las políticas proteccionistas de Trump.

Los medios chinos han informado de que, además del desfile en Moscú para el aniversario del Día de la Victoria, la Guardia de Honor del ejército chino también participará en Minsk, la capital de Bielorrusia, en actos similares. Putin ya había anticipado públicamente la visita de Xi cuando, a principios de abril, recibió al ministro de Exteriores chino, Wang Yi.

El domingo, después del anuncio oficial del viaje de Xi a Moscú, el canal estatal de televisión ruso emitió un documental en el que Putin alababa las relaciones bilaterales con China. «Tenemos unas relaciones tan fiables y estables que, por su propia existencia, fortalecen la estabilidad mundial», aseguraba. Una declaración que iba en línea con un reciente editorial del Diario del Pueblo, el periódico oficial del gobernante Partido Comunista Chino (PCCh): «Frente a un torrente de desafíos globales, China y Rusia, dos de las principales potencias del mundo, están fortaleciendo su asociación estratégica para ayudar a estabilizar un mundo turbulento».

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